Volantines en la ruta
Comenzó el mes de la patria y junto con ello reviven tradiciones propias de nuestra cultura como el elevar volantines. Esta actividad forma parte de nuestra idiosincracia y recoge el ánimo festivo de estas fechas al tratarse de una actividad familiar. Sin embargo, queremos manifestar nuestra preocupación por el comportamiento temerario de algunos, que no miden consecuencias a la hora de realizar esta actividad. Los accidentes asociados a la mala práctica de este juego, ya sea por el uso del llamado "hilo curado" o por no estar atentos a las condiciones del lugar donde se elevan los volantines, aumentan cada año. El llamado de atención es sobre todo a los padres que muchas veces descuidan a los niños que en busca de recuperar un volantín o una cometa cruzan las calles o carreteras sin precaución o intentan bajarlos del tendido eléctrico donde han quedado atrapados. Sabemos lo que ocurre en estas festividades en nuestros caminos y es por ello que responsablemente hacemos un llamado a no elevar volantines cerca de la carretera.
Ruta del Bosque, tramo Chillán-Collipulli de la Ruta 5 Sur, atraviesa diversas ciudades y poblados del sur de Chile, y por lo mismo, hemos detectado sectores de concentración de la práctica de volantines cercanas a la Ruta 5 Sur, como en Bulnes (Km. 426); Santa Clara (Km. 434,5); San Miguel (Km. 440), Chillancito (Km. 477), Esperanza (Km. 558,5) y Collipulli (573). Como gerente general de esta Sociedad Concesionaria, queremos reiterar el llamado a nuestros usuarios a la precaución en estas Fiestas Patrias, tanto a quienes elevan volantines en zonas aledañas a la carretera, como a los conductores, para que manejen atentos a las condiciones del tránsito.
Evitar accidentes, y en especial los que tienen consecuencias fatales, depende de todos. Celebremos con precaución para no lamentar desgracias en las celebraciones dieciocheras.
Mario Ballerini, Gerente General Ruta del Bosque.
Aniversario Gral. Director
Sin duda el 10 de septiembre del 2015, empezó un gran cambio. Por primera vez no se percibió el tradicional discurso de investidura de un General Director de Carabineros, se cambia por una nueva actitud de escuchar a los subalternos. Esto deja de manifiesto la firme voluntad de ser fiel representante de toda la institución, se alzaba un nuevo líder que sin dejar de lado su legítima autoridad, quería fomentar la confianza de sus subalternos y dispuesto a enfrentar los nuevos retos que estaban por llegar, a través de una simple y profunda pregunta a sus Carabineros, "Que esperan de mi como General Director", a lo que un oficial respondió: "Que nos apoye mi General".
Se unían así, una valiente pregunta del nuevo líder, junto a la noble osadía de un Carabinero que responde como si fuese una llamada de auxilio. Apoyo, eso es lo que pedía a nombre de sus camaradas, algo que parece tan simple pero complejo a la vez, algo que en muchas profesiones se da por hecho entre quienes comparten una jornada de trabajo, pero en una institución como Carabineros de Chile, aparece como un fenómeno nuevo, no porque no exista esa urgente necesidad de fusión y apoyo entre los que la conforman, sino porque en una estructura jerarquizada, no es común este tipo de interacción.
Desde ese día se engendró en cada Carabinero, la certeza, que su General Director, además de guiarlos, los protegerá y apoyará, en la difícil misión de ser garantes del derecho. Esta agudeza de comprender y conocer las necesidades de los Carabineros del General Villalobos Krumm, tiene origen en su genética institucional, pues lleva en su sangre a la institución, su padre, también Carabinero, lo educó y formó bajo los principios morales y éticos de su Institución; en su infancia y adolescencia, recorrió junto a su progenitor diversos cuarteles, esto le permitió conocer de primera fuente, los riesgos y necesidades de los hombres y mujeres de las carabinas cruzadas. Su madre, una abnegada profesora, complementó en él los sellos que han marcado su vida "Orden y Educación", ambos necesarios para desarrollarse y vivir armónicamente.
Estamos siendo testigos de vertiginosos cambios sociales, lo que conlleva resistencia y adaptación; estas permutaciones también involucran y tocan a Instituciones como Carabineros de Chile; las que deben adaptarse a las nuevas formas, sin perder su esencia, esto requiere del trabajo y compromiso de todos, y por supuesto demanda de un liderazgo innegable y visionario, tal como lo está haciendo Bruno Villalobos. Esta resistencia también la desarrollan aquellos que observan desde afuera a estas Instituciones, en algunos casos se concreta a través de descalificaciones y acusaciones , es en esta instancia donde la figura del líder férreo se hace presente, conduciendo a su personal, inundándolo de energía y encaminándolos hacia una doctrina de unidad.
Esto señores, no es ningún ruido de sables, si así lo han interpretado engañosamente, es porque no conocen a quienes componen esta Institución y menos sus motivaciones, que no es otra que servir. Lo que hay es un nuevo General Director, dispuesto ante todo a valorar a su personal, quienes con su entrega y sacrificio diario, han llevado a Carabineros de Chile a ser la institución mejor evaluada, la más confiable y creíble; entonces no es extraño que su líder sea el primero en defender y valorar el trabajo de sus Carabineros.
Walter López Espinosa, Oficial de Carabineros (R).