Beneficioso para algunos cultivos tradicionales, pero con afectaciones variables para los frutales de la zona es el balance de las últimas lluvias, vientos e incluso granizos, que se dejaron sentir en la provincia de Ñuble. A esto se sumó ayer en la mañana la temperatura mínima de 0.3°C y la persistente sequía que pese a los 41 mm precipitados en el mes, aún mantiene un 56% de déficit hídrico.
"Las lluvias en general fue positiva para los cultivos como el trigo, maíz, alfalfa, avena, remolacha y achicoria, no así para los frutales", comentó el presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Álvaro Gatica.
De acuerdo a un informe preliminar elaborado por INIA Quilamapu, "no existe registro de daño" sobre cereales como trigo.
"La presencia de lluvias en la región del Biobío fue muy beneficiosa. Sólo habría algunas tendeduras en siembras de avena, que son más o menos normales en los productores que no usan regulador de crecimiento", dijo el seremi de Agricultura, Rodrigo García.
Sin embargo, el mayor problema se generaría por la eventual presencia de heladas en los próximos días, debido a que los trigos se encuentran en la etapa más sensible al frío que es la espigadura. "De venir heladas, puede provocar pérdidas importantes de flores fértiles que se traducen finalmente en menor rendimiento", indica el reporte
En el caso de los frutales la situación varía, aunque la autoridad del agro indicó que sostener que existen daños producto de las bajas temperaturas, lluvias y vientos es un poco apresurado.
De acuerdo al informe preliminar de INIA Quilamapu, se podría estimar que en los arándanos, el daño por heladas ocurridas hace dos semanas aproximadamente (en especial el sábado 8 de octubre, cuando se registró -0.1°C), ha sido el más severo reportado hasta el momento.
"Hay alrededor de un 30% de pérdida de frutos formados hasta el momento, sumado a la aparición de patógenos como Botrytis", señaló el informe.
En el caso de las frutillas, producto de las lluvias, aproximadamente el 80% de la primera fruta también sufrió daño por infección de Botrytis. Como las frutillas están en proceso de floración permanente durante la temporada, este daño podría considerarse "menor", ya que correspondería a no más de un 5% de la producción total por año.
En las "frambuesas", el único daño que se ha manifestado en estas plantas, han sido en algunos retoños, producto de las heladas, aunque "su incidencia en la producción sería muy baja".
A su vez, en los "frutales mayores", se registran algunos daños en kiwis por la acción del viento, principalmente; y la lluvia, lo que se traduce en pérdidas de flores y frutos. No obstante, los daños no serían tan graves.
Para Álvaro Gatica, lo malo es que aumentaron los costos por la aplicación de funguicidas, aunque lo más negativo fue un breve pero intenso granizo alrededor de las 15.30 horas en la zona precordillerana (Pinto, Coihueco y Cato, que causó daño "irreversible" en los berries (el fruto se parte y no se puede exportar) y manzanos.
"Lo que ahora nos preocupa es que no haya heladas y la falta de aguda a contra de noviembre", afirmó.
Nuevo seguro apícola
Como una medida necesaria y positiva calificó el senador Felipe Harboe el nuevo Seguro Apícola presentado por el Ministro de Agricultura, Carlos Furche, medida que busca entregar protección a los apicultores frente a pérdidas en la producción. La iniciativa integra uno de los compromisos de campaña adoptados por el parlamentario como una manera de evitar la afectación de la industria, la que ahora podrá optar a un subsidio estatal con el apoyo de Agroseguros. A partir de este año todos los apicultores del país podrán contratar el seguro que los protegerá frente a pérdidas.