Bajo intensos 26 grados, cerca de 300 deportistas de todo el país se dieron cita en Quillón para participar de la cuarta versión del triatlón Quillón 2016. Claro que esta vez con un componente adicional, las distancias en Olímpico y Sprint fueron aumentadas como prueba para realizar un Half Ironman el próximo año.
"Esto (triatlón) ya se ha transformado en una verdadera maravilla. Hace cuatro años comenzó como una aventura y hoy se ha caracterizado por ser la parada obligada de los grandes deportistas de todo el país. Tuvimos una gran cantidad de personas inscritas, lo que se ha traducido en un éxito tremendo para Quillón. Los mismos atletas nos han dicho y reconocido por el profesionalismo en la producción del evento y el mejoramiento que se le ha hecho año a año a la competencia", expresó el alcalde Alberto Gyhra.
A primera hora, los triatletas olímpicos entraron a las aguas de la Laguna Avendaño, para disputar los 1,5 kilómetros de nado. Y si bien destacaron que las aguas calmas facilitaron el braceo, el viento fue uno de los principales obstáculos a la hora de avanzar. Los 40 kilómetros de ciclismo, en tanto, se desarrollaron con bastante normalidad en una ruta mejorada, luego de la pavimentación de uno de los accesos principales a la zona lacustre.
No obstante, el intenso calor del mediodía fue factor en contra para los deportistas en la serie de pedestrismo, tanto así que varios competidores debieron abandonar el circuito que comprendió 10 kilómetros de trote.
"Esta es la tercera vez que vengo a competir a Quillón, es la posta infaltable en el verano, así que muy contento. La carrera estuvo bastante buena, la natación fue exquisita. Hicimos un buen grupo con un compañero para escalar posiciones en la bicicleta y en el trote ya pude alcanzar una buena posición para terminar", contó Claudio Soto, quien obtuvo el segundo lugar del olímpico, defendiendo los colores de RPM Los Ángeles.
Armada penquista
Sin duda, los grandes ganadores de la jornada fueron los representantes de Fullrunners Concepción, siendo un experimentado Moisés Torres, quien se colgó el oro en la serie olímpica. En tercer lugar llegó su coequipo, Francisco Pinochet, cumpliendo dentro de los mejores tiempos.
"He competido muchas veces, en distintas disciplinas acá en Quillón y creo que en lo que respecta a triatlones, ésta es la mejor versión que ha tenido, con buena seguridad y las rutas mejoradas para competir. Estoy terminando un ciclo bastante largo. Este año estuve afuera entrenando en invierno en Estados Unidos y el mundial de Australia y espero el próximo año poder clasificar a otro mundial, ya sea medio Ironman o Ironman derechamente", señaló el campeón de Fullrunners.
En tanto, la presea dorada del olímpico femenino se la colgó la temuquense, Evelyn Pichunmán, quien sacó la cara por Trisur. "Esta es la primera carrera que tengo de la temporada y es segunda vez que compito acá en Quillón. Me encanta acá y la verdad no esperaba terminar primera, pero se dieron las cosas y pude lograrlo, así que estoy muy feliz. El circuito estuvo bastante bueno, de hecho se me hizo fácil la natación y el ciclismo, pero como el trote no lo estoy trabajando, se me dificultó un poco, aunque de igual forma pude ganar", dijo.
Con un éxito rotundo, destacado por los propios deportistas, terminó la versión 2016 del triatlón, disciplina que se posiciona a nivel nacional y que espera convertirse en Medio Ironman en su próxima edición.