Muerte de Fidel Castro I
Fidel ha partido a un mundo desconocido, como muchos dicen, mundo que para otros tantos es un mundo mejor. Su muerte a nadie dejará indiferente, partidarios y detractores comentarán hoy y por mucho más tiempo su partida, lo cierto es que yo hoy como ayer deseo hacer un público agradecimiento a este Presidente latinoamericano que abrió las puertas de su país, de sus universidades para albergar y formar a miles y miles de médicos que esparcidos por el mundo fueron titulados en sus Universidades. Solo nuestro país recibe año tras año a más de cincuenta médicos gratuitamente formados allí con cero costo para el estado chileno.
Formación integral, es decir académica y humanamente hablando, enseñándoles valores solidarios, -Chile y Chillán en particular-, tuvo la experiencia de ello en el 2010. Son reconocidos por la empatía con sus pacientes, por el trato humanitario que entregan y por sus conocimientos. Sin embargo son tantas las trabas que el estado a través de las instituciones encargadas ponen a estos médicos para ejercer en la Patria a pesar que es reconocida por todo un país la carencia de ellos en los centros médico estatales y también es reconocida en el mundo como una de las naciones que mejor formación médica entrega sus profesionales. Fidel ha partido, nunca ha sido un hombre perfecto, -como ninguno de los mortales, y Él se va con sus defectos y virtudes como todos nosotros partiremos. Gracias Fidel por toda esta obra que hiciste con los pueblos del mundo. Gracias porque a pesar de ser un país tan pequeño, entregaste recursos, de los poco que tenía a la investigación científica.
Con certeza allá, donde quieras que llegues, pondrás nuevamente en marcha tu creatividad y solidaridad. Q.D.E.P.
María Eugenia Uribe Casanueva
Muerte de Fidel Castro II
No termina si la historia la historia plasmada en el pueblo cubano, del cual hay más que aprender que denostar. Unidos al dolor de su pueblo y de la revolución cubana, único movimiento que ha logrado pese a la presión , embargos, amenazas de invasión , ahogo económico, tener pilares públicos gratuitos y de calidad en educación, salud y otras áreas que muchos hoy pueden disfrutar y utilizar y que en sus propios países como el nuestro han utilizado inclusos quienes en vida denostaran su figura, En lo personal y como demócrata no soy afecto a muchas prácticas de excesos en la continuidad del ejercicio del poder político, pero si respeto la autodeterminación de cada pueblo y más de aquel que se lo ha ganado al amparo de la vida de quienes combatieron por su libertad, sino fuera de ese modo también deberíamos poner en tela de juicio a todas las monarquías del mundo que también son soportadas y aceptadas en cada pueblo donde existen.
Un ejemplo a la humanidad, un gran hombre, un amigo de Chile, un protector de muchos de nuestros hermanos en tiempos difíciles un luchador y estadista que supo construir un bastión de socialismo y un estado de bienestar para su pueblo y quienes mueren por la vida no pueden llamarse muertos, ya que en cada uno de nosotros quienes luchamos por lo demás consciente o no atrás de ello hay un Fidel. La lucha continúa hasta que el pueblo mande.
Enrique Edis Jara Rivera
Legado de Fidel
Ante la muerte de Fidel Castro debemos reflexionar cual fue su legado, del cual, Carlos Alberto Montaner nos da alguna luces. Les prometió libertades a los cubanos, los traicionó y calcó el modelo soviético de gobierno. Acabó con uno de los países más prósperos de América Latina y diezmó y dispersó a la clase empresarial, pulverizando el aparato productivo. Tres generaciones de cubanos no han conocido otros gobernantes durante cincuenta y tantos años de partido único y terror. Extendió la educación pública y la salud, pero ese dato lo incrimina aún más. Confirma el fracaso de un sistema con mucha gente educada y saludable incapaz de producir, hambrienta y entristecida por no poder vivir siquiera como clase media, lo que los precipita a las balsas. Fusiló a miles de adversarios. Mantuvo en las cárceles a decenas de miles de presos políticos durante muchos años. Persiguió y acosó a los homosexuales, a los cultivadores del jazz o el rock, a los jóvenes de pelo largo, a quienes escuchaban emisoras extranjeras o leían libros prohibidos. Impuso un macho feroz y rural como estereotipo revolucionario. El 20% de la sociedad acabó exiliada. Creó una sociedad coral dedicada públicamente a las alabanzas del Jefe y de su régimen. Por su enfermiza búsqueda de protagonismo, miles de soldados cubanos resultaron muertos en guerras y guerrillas extranjeras dedicadas a crear paraísos estalinistas o a destruir democracias como la uruguaya, la venezolana o la peruana de los años sesenta. Carecía de escrúpulos políticos. Se alió a Corea del Norte y a la Teocracia iraní. Apoyó la invasión soviética a Checoslovaquia. Defendió a los gorilas argentinos en los foros internacionales. El 90% de su tiempo lo dedicó a jugar a la revolución planetaria. Deja un país mucho peor del que lo recibió como a un héroe. Aunque la Historia no es tribunal de justicia es tiempo que quienes cultivamos la disciplina generemos reflexión e investigación sobre el legado más sangriento de la historia.
Francisco Sánchez