"Independiente del cargo, siempre he estado cerca de Ñublense"
Muchos dirigentes han pasado por Ñublense, algunos sin pena ni gloria, mientras que otros se mantienen con el paso del tiempo y al escuchar su nombre se asocian inmediatamente a los Diablos Rojos.
Ese es el caso de Alfonso Cusacovich que lleva más de 40 años ligado a la entidad chillaneja, aunque su pasión por los colores de Ñublense se arrastran desde su niñez.
- ¿Cuándo comenzó su pasión por Ñublense?
- Hace muchos años. Tuve la suerte o el destino así lo quiso, que mi padre (Jacobo) fuera presidente de Ñublense y cómo éramos una familia muy unida, siempre lo acompañábamos a los partidos, incluso a los de afuera, porque antes se podía viajar en familia. Gracias a él aprendí lo que era un camarín y también aprendí a alegrarme con los triunfos y a sufrir con las derrotas porque las sentía como propias ya mi padre estaba a la cabeza del club, en la derrota sentía que el fracaso era de mi padre.
- ¿Y en su caso cuando se sumó como dirigente del club?
- Después tuve la fortuna de que me solicitaran ser parte de la directiva en los años en los cuales los medios de comunicación se hicieron cargo del club a mediados de los años 70'. En ese tiempo nadie se quería hacer cargo, pero ahí estuve con mi amigo Jorge Antonio Quijada y fue un tiempo en el cual rozamos el cielo, ya que perdimos la final por el ascenso ante Laja en Chillán, después de ese partido me quedé un par de horas sentado en el estadio, junto a otros dirigentes, analizando qué era lo que había pasado, cómo se nos había escapado esa posibilidad de las manos.
- ¿Ha dejado alguna vez dirigente de Ñublense?
- La verdad es que no, porque independiente del cargo, siempre he estado cerca de Ñublense, ya sea en la comisión de fútbol o simplemente aportando, actualmente soy director de la institución, representando al Club Atlético Ñublense.
- ¿Se acuerda de alguna anécdota en su labor como dirigente?
- Más que de alguna oferta, me acuerdo de algunos bochornos. Por ejemplo, hace muchos años atrás, le pedimos a mi padre un Toyota Célica que recién se había comprado para viajar a Laja, el auto estaba prácticamente nuevo, no tenía ninguna falla ni nada y tras el partido que ganamos nos apedrearon el auto, quedó con abolladuras y los vidrios quebrados, fue algo muy desagradable. Otro momento muy complicado fue en Curicó en el 2006 cuando los hinchas no tiraron un montón de piedras y tuvimos que quedarnos encerrados en el camarín, yo creo que estuvimos adentro como media hora, pero para mi fueron como dos, después tuvimos que salir escondidos.
- ¿Cuál es el partido que más lo ha marcado?
- El que le ganamos a Curicó en el 2004 cuando subimos a Segunda División, pero más que solo un partido, fue la campaña en general. No solo fue por el ascenso, sino que también porque se conformó un grupo de dirigentes muy trabajadores, éramos verdaderos obreros y amigos que dejamos todo por Ñublense, en ese tiempo nadie se quería hacer cargo del club y nosotros asumimos el desafío. Fue un tiempo en el cual financiamos todo con números azules gracias a la venta de casi cien letreros que gestionábamos nosotros mismos, eso me marcó. El objetivo era un proyecto a dos o tres años, pero todo fue muy rápido y exitoso.
- ¿El gol que más ha gritado?
- El de Wladimir Herrera cuando le ganamos a Curicó en Chillán y forzamos el partido en Linares el 2004. Fue un gol increíble, en los descuentos y la pelota entró no sé por dónde, el estadio estaba lleno y yo estaba sentado al lado de los dirigentes de Anfa que estaban bajando por las escaleras para entregarle la copa a Curicó, fue algo espectacular porque la verdad es que ya estábamos resignados y cuando veo que la pelota entró la emoción fue bárbara.
- ¿Cómo analiza el actual momento deportivo de Ñublense?
- Me da pena, esta institución jamás mereció perder la categoría, pero estas son las cosas del fútbol, pero hay que levantar cabeza y para eso hay que trabajar juntos y con paciencia, esta es una situación que se puede revertir.
- ¿Cómo asimila con los años los triunfos y las derrotas de Ñublense?
- Los años te enseñan, luego de ver tantas derrotas, ascensos y descensos se asimilan mejor los golpes.
- ¿Cuál siente que son los mejores jugadores que han pasado por Ñublense?
- En todas las épocas hay buenos jugadores. Pude ver jugar a Claudio González que era un central argentino muy bueno, también puedo sumar a José Borello, Neftaly Vásquez y Óscar Roberto Muñoz y del presente no puedo dejar de nombrar a Mathías Riquero y Julio Barroso. Siempre hay algunos que se quedan en el tintero.
- ¿El mejor entrenador?
- Sin duda Luis Marcoleta, no solo porque lo ganó todo, sino que también porque era un caballero dentro y fuera de la cancha.
-¿Cómo ve a Ñublense de cara al futuro?
- Con las sociedades anónimas el fútbol se ordenó y en la parte deportiva espero que en algún momento prime la cordura y se logre conformar un buen plantel para darle alegría a la gente, creo que ese momento va a llegar, no lo veo muy lejano. Ahora creo que vamos a pasar un momento complicado, no creo que subamos por la diferencia matemática que hay actualmente con los punteros.
"Esta institución ha andado más de tumbo en tumbo que en éxitos, pero ha sobrevivido un siglo y eso ya es importante". "Entre el 2004 y el 2007 teníamos que hacerlo todo, vender las entradas, estar en las puertas del estadio, recaudar las cajas"."
Año 2004
Que para Alfonso Cusacovich fue uno de los más emocionantes en su labor como dirigente. 70'