Se habla, se comenta, se escribe mucho que nuestra provincia, particularmente nuestra ciudad, su potencial productivo y de desarrollo debe generarse cuidadosamente mejorando las condiciones actuales y diversificando sus características.
No cabe duda de que la Provincia de Ñuble se destaca por ser una zona netamente agrícola, rubro que se lleva a cabo en cada una de las 21 comunas con éxito, con proyección, emprendimiento y buenas ideas.
Para mejorar la actividad agroindustrial es necesario poner en acción una alianza público privada con el fin de aprovechar lo que la naturaleza nos ha proporcionado, mejorando y ampliando la gama de la producción alimentaria, considerando como un hecho importante que este rubro se ha visto desmejorado por el cambio climático y los perjuicios que genera en los cultivos que son tradicionales de nuestra zona.
Es necesario, también, poner en marcha un plan de trabajo en este sentido, que nos prepare y nos permita establecer cuáles son las necesidades que requerimos satisfacer al corto y mediano plazo, para trabajar en ellas y definir su implementación y ejecución. Como consumidores abiertos a nuevos mercados y nuevas experiencias, estamos cada vez más exigentes en cantidad y calidad de productos.
Ante lo planteado, sin embargo, hay otra actividad que como sociedad tenemos el deber de promover y potenciar, y es lo que se denomina la "industria sin chimenea", y hacerlo ahora con mucho más entusiasmo aprovechando la gran oportunidad que nos da la creación de la futura Región de Ñuble.
Este turismo, considerado como una industria que produce sin las consecuencias ecológicas negativas de una industria tradicional, es un nicho que no ha tenido el desarrollo que debiese y que tiene mucho potencial para reivindicar la riqueza de nuestra zona.
Aún cuando los esfuerzos políticos y de gestión municipal y empresarial han visto bien encaminados, como comunidad nos queda mucho por hacer. Contamos con las condiciones, los atractivos naturales, tenemos rincones patrimoniales, historia, héroes, artistas, productos gourmet, elaboraciones artesanales, etc, es decir, lo tenemos lo necesario para atraer a los turistas, pero carecemos de una visión integradora de sociedad que considere al turismo como un eje productivo.
Reinaldo Espinoza,
Cámara de Comercio de Chillán.