Pasadas las 9 horas de ayer se dio inicio el juicio que enfrenta José Romero Saldías, quien es acusado por delitos de desacato, amenazas y femicidio frustrado.

En el litigio es parte querellante el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), quienes representan a la familia de la víctima, que fue afectada por hechos de violencia intrafamiliar hasta octubre de 2015, fecha en que Romero Saldías habría atacado con un hacha a su ex pareja, con quien había convivido varios años.

Lo anterior significó que quedara en prisión preventiva, medida cautelar que mantiene hasta hoy. En su acusación fiscal, el Ministerio Público expresó que el 8 de septiembre de 2015, cerca de las 20.30 horas, el acusado acudió al domicilio de su ex conviviente, Ángela Urrutia, ubicado en calle Fernando Durán, de San Carlos, lugar donde usó cuchillo para intimidar a la mujer, amenazando con matarla.

Pese al hecho, además de revestir gravedad por la violencia, transgredió además una cautelar de alejamiento que tenía José Romero, por dos causas del Tribunal de Garantía de San Carlos, que desde el 2013 mantenía la prohibición de acercarse a la víctima y su domicilio.

Sumado a ello, el 5 de octubre de 2015, el hombre volvió al domicilio de su ex pareja, con quien tiene dos hijos en común, momento en que la insultó y procedió a "atacarla con un hacha de mano de 36 centímetros de largo y 15 centímetros de hoja, golpeándola con ésta en la cabeza, tomándola fuertemente del pelo y agrediéndola con golpes de puño en el rostro, causándole lesiones de herida contusa".

Hoy se espera que se dicte veredicto. Fiscalía pide que se le condene a 10 años de cárcel por el femicidio frustrado, 540 días por las amenazas y 5 años por los dos desacatos.

Tres incendios forestales causaron alarma entre los brigadistas de Conaf y los bomberos de la provincia, quienes acudieron a Quillón, Coelemu y también al sector de Nebuco, en Chillán Viejo, durante la jornada de ayer.

El primero de ellos, y que causó mayor preocupación entre los ciudadanos, fue el que ocurrió en Quillón. "Se inició a partir de un rebrote de un incendio en Quillón, aledaño a la laguna Avendaño, en el sector de hotelera Duna, que tuvo harta actividad pasado el mediodía y durante la tarde fue controlado", comentó Francisco Castillo, director provincial de Conaf.

Una de las principales preocupaciones, dijo, fue que "en el sector hay parcelas y tuvo amenaza a vivienda, pero ninguna resultó dañada". De hecho, Bomberos de Bulnes, Quillón, Ránquil y Florida prestaron apoyo a las unidades locales.

El segundo siniestro, y de mayor área afectada, sucedió en Coelemu.

"Ocurrió al sureste de Coelemu y se desencadenó en un terreno con plantaciones de pino, teniendo en un primer momento proyección de propagación hacia viviendas ubicadas 2 kilómetros al sur de la comuna", dijo Francisco Castillo, agregando que para este siniestro se asignaron tres brigadas, un helicóptero y el reporte hasta el cierre de esta edición fue que ningún inmueble sufrió daños, dado que el viento evitó que el fuego se acercara a sitios poblados.

El tercer incendio forestal que movilizó a las distintas unidades de Bomberos y Conaf ocurrió en Nebuco, al sur de Chillán Viejo. En el lugar se quemó pastizal principalmente.

"El área afectada es principalmente pastizal, lo que es un mal menor", dijo Castillo, planteando que así, en total, se consumieron a lo menos 28 hectáreas en la provincia.

Danny Fuentes

Sorpresa causó entre los transeúntes del centro de Chillán el hecho de haber visto cómo detectives de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones y el Servicio Médico Legal ingresaban a la Catedral, lugar desde donde retiraron la urna de un hombre que iba a ser trasladado a su funeral.

No obstante, ayer la propia familia y la PDI aclararon el episodio, comentando que se trató del traslado del cuerpo hasta el Servicio Médico Legal, atendido que se solicitó a última hora que se le practicara una autopsia.

El fallecido fue identificado como Gabriel Albornoz Morales, de 91 años, chillanejo que perdió la vida en el hospital Herminda Martín de Chillán.

"Por instrucción de la fiscalía local de Chillán, recibimos la orden de investigar a objeto de constatar toda la información de la atención médica que recibió la víctima antes de morir, considerando los tratamientos médicos en el hospital Higueras y Hospital Herminda Martín, en Talcahuano y Chillán, respectivamente", explicó el comisario Luis Garrido, subjefe de la Brigada de Homicidios de la PDI.

El retiro del cuerpo se realizó una vez que habían terminado las exequias. De hecho, María Albornoz, hija del fallecido, señaló que la diligencia se llevó a cabo una vez que todo el entorno del malogrado hombre ya se había retirado.

Los detectives acompañaron al equipo del Servicio Médico Legal que hizo el retiro, comunicando también a sus cercanos que se trataba de un hecho derivado de la denuncia que interpuso la misma familia ante el ente persecutor.

Presunta negligencia

Gustavo Albornoz, hijo del difunto hombre, planteó que el hecho de haber tenido que dejar ir a su padre y postergar su cremación, como tenían planeado en un comienzo, resultó ser una situación incómoda.

"De todas formas nosotros como familia le pedimos al fiscal que hiciera la autopsia. Creemos que hubo una serie de irregularidades que incidieron en su muerte", señaló Gustavo Albornoz.

En efecto, Gabriel Albornoz sufría de una enfermedad respiratoria y fue derivado primero en el hospital Higueras, para luego ser derivado en el hospital Herminda Martín, donde dejó de existir.

No obstante, el proceso dejó bastante disconforme a la familia. De hecho, Gustavo Albornoz dijo que todo lo acontecido previo a la muerte estuvo cubierto por un manto de dudas que, ahora, esperan que aclare la Justicia, a través del Ministerio Público. "Nosotros ya iniciamos todas las acciones legales, porque mi papá no debía morir todavía. El hecho de que se lo hayan llevado al Servicio Médico Legal servirá para probar toda la negligencia que se cometió", acusó Gustavo Albornoz, quien recalcó que a partir de estas diligencias inician el camino para que se establezcan posibles responsabilidades.