Si se piensa en la navidad, la primera imagen que se viene a la mente de los amantes de esta fecha es la del Viejo Pascuero, figura de fama mundial que con el correr de los años se ha transformado en el reflejo de la alegría que genera esta época llena de obsequios y de momentos junto a los seres queridos.
"pascueros" en chillán
A pesar de la locura que significan las compras de último minuto, hay quienes se dan el tiempo - y el trabajo - de asumir el rol de "Santa Claus", ya sea por entregar alegría a quienes pasan por las calles de la ciudad o también por necesidad, destacando en el caso de Chillán dos hombres que se toman esta tarea con bastante seriedad y responsabilidad.
Miguel Ángel Bustos es uno de ellos, contando además con la particularidad de que a pesar de ser oriundo de Valparaíso, viene sagradamente desde hace 28 años a la capital de Ñuble a desempeñar su trabajo como viejo pascuero, aunque dicha decisión no es una casualidad.
"Tengo mis raíces acá en Chillán, ya que hace algunos años tuve hijos acá con una pareja, por lo que aprovecho de venir a visitarlos", sostuvo Miguel Ángel quien no se demora un segundo en demostrar el cariño que tiene por el pueblo chillanejo, saludando a cuanto pequeño se detiene a mirar con atención su larga barba blanca.
Al momento de relatar las razones que lo llevaron a utilizar el emblemático traje rojo, Bustos precisó que "esto salió de imprevisto buscando trabajo, ya que muchas veces uno en la vida tiene altos y bajos, entonces se me dio la oportunidad".
Si bien se puede pensar que la labor de personificar al hombre proveniente desde el Polo Norte dura solo un par de días, Miguel Ángel explicó que "yo estoy aquí todos los años desde el 1 de noviembre al 30 de diciembre, trabajo por el cual yo simplemente pido un aporte voluntario".
Como todo trabajo debe tener algo de renovación, el "pascuero" Bustos no se ha quedado atrás, utilizando en la actualidad un parlante y micrófono para llamar aún más la atención, intentando animar a todos los transeúntes.
El debutante
A pesar de ya llevar algunos días en el Paseo Las Palmas, Claudio Medina se nota nervioso y no es para menos, es el primer año en el que se atreve a dar el paso de sacar su representación adelante, ya que a diferencia de otros "santas", tanto su barba como su pelo lo ayudan bastante.
Tal como en el caso de Miguel Ángel Bustos, la necesidad de emprender un nuevo rumbo laboral llevó a Claudio a aprovechar su parecido a Papá Noel, teniendo una gran acogida tanto de grandes como de pequeños.
"Esta es una idea que mi señora tenía hace muchos años y yo nunca la tomaba en cuenta, pero este año por una lesión a los pies quedé sin trabajo", por lo que la primera opción que se les vino a la mente como matrimonio fue embarcarse en esta aventura.
A la hora de realizar su balance hasta la fecha, Claudio apuntó que "me ha ido excelente, y si bien la necesidad tiene cara de hereje como se dice, me he dado cuenta que tengo llegada con los niños".
Prueba de aquello, según señaló el hombre nacido en la ciudad de Ninhue, es la reacción que tiene los pequeños, sosteniendo que "se me quedan mirando asombrados con los ojos bien grandes. Es lo máximo".
Describiendo un poco la dinámica que conlleva disfrazarse de un personaje tan conocido, Medina apuntó que "me saco fotos con los niños y les pido a los padres una pequeña cooperación, y si no pueden dármela, igual me saco la foto", ya que ante todo busca respetar el sentido emocional de una fecha como la navidad.