El ejercicio del comercio informal e ilegal que se lleva a cabo en la vía pública, ocupando bienes que son de uso de la comunidad, es un hecho que lamentamos como integrantes de una asociación gremial y como parte de un grupo de personas cuyos derechos son diariamente violentados al no poder transitar libremente por vías que están diseñadas para el uso de peatones.
Estamos próximos a la caída de la última hoja del calendario del presente año y no se observan medidas que, a lo menos, mejoren esta informalidad e ilegalidad que tanto daño le hace a la economía ya que ésta deja de percibir los impuestos que diariamente tributamos quienes nos encontramos en el área de forma legal. Para ahondar un poco en los detalles, cabe mencionar que este tipo de comercio no sólo ocupa vías de uso público, incomodando el libre tránsito peatonal, sino que facilita la delincuencia permitiendo la acción de los antisociales.
La Cámara de Comercio de Chillán, representada por su Directorio, ha participado en numerosas mesas de trabajo con el fin de analizar alternativas de solución junto a Carabineros, PDI, Impuestos Internos, Seremi de Salud, ejecutivos de la Ilustre Municipalidad de Chillán, e incluso muchas veces con el propio Alcalde. Sin embargo, y pese a las acciones coordinadas en cada reunión, los acuerdos asumidos no desembocan en soluciones efectivas y mucho menos aminoran las consecuencias del comercio informal. Por otro lado, tampoco disminuyen su presencia, situación que cada uno de los ciudadanos ha percibido al circular por el centro de la ciudad.
Se acordó en una oportunidad disponer de una credencial para identificar el nombre de la persona autorizada a ejercer esta actividad en un lugar determinado, indicando el tipo de artículos de venta, y duración del permiso, en una tarjeta identificatoria con diversos colores e información. Sin embargo, continuamos con el problema.
En otra ocasión se acordó que la Municipalidad se haría cargo de un estudio económico-social con el cual se eliminaría la facilidad de adquisición de permisos precarios, si bien fueron otorgados tras la comprobación de una condición carente y especial, tal vez la situación actual del vendedor no seria la misma, y no lo haría merecedor de la posibilidad.
En estas mismas mesas de trabajo, nuestras autoridades nos indicaron que se cuenta con un plano y un recinto definido para trasladar a estos comerciantes informales, lo que daría finalmente un espacio a la actividad y la acercaría a la legalidad necesaria. Aún cuando eso está claro, no se ha hecho nada al respecto. ¿Qué se requiere para dar cumplimiento a lo anterior?, ¿voluntad y fiscalización tal vez?. Si suponemos que la voluntad existe pero la fiscalización no es ejercida a cabalidad, entonces podemos concluir que no contamos con la gente necesaria, ya sea porque la Municipalidad no dispone de personal suficiente o que no cuenta con los recursos que este complejo escenario requiere.
Reinaldo Espinoza Cámara de Comercio de Chillán.