El plan "B" para enfrentar el déficit hídrico que registra la provincia
ÑUBLE. Una serie de programas para remediar la escasez de agua comenzaron a funcionar antes de tiempo, sólo con el objetivo de paliar en parte la situación que se da en los campos.
En octubre se vaticinaba un déficit hídrico mayúsculo para el verano del 2017. Pese a las últimas lluvias que se registraron pasado el mes de junio, la situación que se avizoraba era similar a la que se vivió en el 1998. Un 59% menos de lluvia apuntaba la provincia, guarismo que sin dudas repercutiría en el agro, tanto en el tema de riego como la disponibilidad para el consumo humano.
En este sentido, el gobernador (s) de Ñuble, Erwin Campos, afirmó que uno de los puntos centrales para paliar el déficit hídrico para consumo humano, ha sido la implementación de un convenio entre la Intendencia Regional, Onemi y las municipalidades de la provincia, en coordinación con la Gobernación, para poder proveer de 7.221.650 litros semanales a un total de 20.919 personas, en las 21 comunas.
Las cifras de agua caída sólo indicaban números insuficientes para enfrentar un verano con sequía, y puso a las direcciones públicas relacionadas con el tema a trabajar en soluciones. Una de ellas fue el Indap, que desarrolló un diagnóstico de la situación y las medidas que se debían implementar para paliar los estragos que la sequía podría causar en los meses estivales.
Para esto se dividió el territorio de Ñuble en tres provincias: Cordillera, Valle Central o zona de bajo riego y Secano para su mejor análisis.
Dado que el sector de la cordillera se caracteriza por ser de zona baja y los rubros principales son la ganadería y los cereales, la escasa lluvia que se registró pudo mantener en buenas condiciones los cultivos y no se observó un daño severo por efecto del déficit hídrico. No obstante, se detectó una disminución de los niveles de los pozos y vertientes, que son la fuente de agua para el consumo humano y animal, punto en el cual se concentrarán los esfuerzos.
En tanto, en el valle central la gravedad del déficit se vio reflejada por la disminución de los caudales de los ríos. Quienes lo evidenciaron primero fueron quienes están a cargo de portear los canales, puesto que habitualmente en el periodo cuando hay menos agua la distribución de los canales del río Ñuble se inicia a partir de la segunda semana de diciembre, situación que en esta temporada se adelantó para la primera quincena de noviembre.
El registro de ello quedó constatado en el quinto boletín que entregó la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, que indicó que "el caudal disponible sobre el río Ñuble al 24 de noviembre corresponde al caudal que se tuvo disponible el 12 de enero de la temporada recién pasada (2015-2016)".
"La situación es muy similar a años de mucha complejidad. Yo creo que la disponibilidad de agua en los ríos es el equivalente a lo que se tenía en febrero y por ello las complicaciones mayores en el tema agrícola están en aquellos cultivos que están en su proceso vegetativo como el maíz, remolacha y la achicoria. ¿Cómo lo enfrentamos?, entendiendo que esta es una situación para quedarse y desde esa perspectiva se ha trabajado, desde la Comisión Nacional de Riego, en la línea de procurar una tecnificación en el riego que significa una mayor eficiencia, o sea con menor agua generar el mismo efecto en el cultivo", recalcó el consejero regional Javier Ávila.
En tanto que en las comunas que componen el secano, se percibió una diminución en los niveles del agua en los pozos, hecho que ocurre habitualmente a partir del mes de enero, pero que al igual que en el sector del valle bajo comenzó antes.
"Creo que la única posibilidad que tenemos de prepararnos en el ámbito del riego es en el embalsamiento de agua, es la única solución. Está el Punilla y hay una serie de pequeños y medianos tranques que están en distintas cuencas y zonas que permiten enfrentar de mejor manera el tema agrícola en época estival y creo que el estado desde hace muchos años no ha enfrentado con la seriedad y la premura la necesidad de construcción de embalses", sostuvo Javier Ávila.
Alerta temprana
La agresividad del déficit hídrico durante esta temporada generó que se comenzara a trabajar tempranamente con implementación de programas. De esta manera, el llamado a postular que debió empezar en el 2017, el Indap lo debió adelantar a octubre de 2016, anticipándose el proceso en tres meses.
Es así como para el llamado que se realizó para el riego asociativo se dispuso de $240 millones para aquellas obras que mitiguen los efectos del déficit hídrico que tengan carácter extra-predial y que beneficien a un grupo de usuarios.
En tanto para los programas de riego individual se dispuso para Ñuble $360 millones, montos que se enfocan para la ejecución y reparación de obras de riego de carácter intra-predial.
"Tenemos una dificultad concreta que debe solucionarse de manera próxima para enfrentar esta temporada, pero a la par debe generarse un plan de acción nacional que permita anticiparse a estos acontecimientos, por lo cual requerimos ampliar la dotación de camiones aljibes al Ministerio del Interior -por medio de la Onemi- para el presente verano y un pronunciamiento oficial en materia de agua para consumo humano", precisó el diputado Carlos Abel Jarpa.
Otra de las formas con las cuales se reaccionó a la falta de agua fue con el convenio de "Reducción del Déficit Hídrico Territorio del Valle del Itata". Fueron $240 millones los recursos que inyectó el Gobierno Regional, con lo cual se implementarán, en una primera etapa, 44 proyectos de reconversión de sistemas de riego con fuentes de energía convencional a energía fotovoltaica.
Diagnóstico DGA
La evaluación hecha por la Dirección General de Aguas no fue diferente a la que entregaron otros servicios. La escasez de agua estaba a la vista con las cifras que mostraban la cuenca del río Itata, la que presentó una situación de déficit respecto de los promedios históricos para el período hidrológico abril-noviembre 2016, con un 56,5% y un déficit para noviembre 2016 de 57,1%, respecto del promedio histórico.
"Este verano nos vamos a encontrar con una sequía bastante compleja, bastante similar al verano de 1998, de no mediar algo que diga lo contrario como son estos eventos meteorológicos bastante extraños como las precipitaciones después de Navidad que pueden ayudar en parte a solucionar el problema de disponibilidad menor comparado con otros años", confirmó César Saavedra, director regional de la DGA.
Por último, en la frontera que divide la región del Bio Bío con la del Maule, la estación río Perquilauquén en San Manuel, cuyo cauce separa a ambas regiones y donde la disponibilidad de agua afecta fuertemente la zona norte de Ñuble, presentó un déficit de 55,7% en el período abril-noviembre 2016 respecto del promedio histórico, aunque en noviembre 2016 presenta un 73,5% de déficit respecto del promedio histórico.
La escasez de agua en los cauces derivó en que la DGA adoptara medidas para enfrentar esta situación. Una de sus decisiones fue mantener operativa la red de estaciones hidrometeorológicas de la región, que incluyen ríos, canales, embalses y pozos, y también efectuar los controles de caudal en los ríos que cuentan con estaciones hidrométricas y el seguimiento de las condiciones de llenado de embalses.
A lo anterior también se apuntó el seguimiento diario de las condiciones de precipitación y estado de embalses con la elaboración semanal de la situación hidrométrica.
Mesas de trabajo
Desde el 23 de septiembre de 2016 se instaló la mesa de trabajo para enfrentar la escasez de agua, donde se acordó solicitar un consolidado a cada servicio, para conocer las políticas de emergencia desarrolladas para enfrentar el déficit de agua, tanto para riego como para consumo humano.
El plan de trabajo para el verano del 2017 considera que se trabajará en el riesgo de "escasez de recurso hídrico para consumo humano", mediante la exploración o perforación sísmica, como también el incentivar la postulación a fondos Presidente de la República en la línea de mejoramiento o ampliación de redes APR.
Además de continuar con el trabajo del programa de sistema de captación de agua lluvia (SCALL) para uso doméstico y con el programa zona de rezago en postulación y ejecución de proyectos relacionados con déficit hídrico.
"La situación es muy similar a años de mucha complejidad, yo creo que la disponibilidad de agua en los ríos es el equivalente a lo que se tenía en febrero y por ello las complicaciones mayores en el tema agrícola están en aquellos cultivos que están en su proceso vegetativo como el maíz, remolacha y la achicoria "
Javier Ávila, Consejero regional"
Uso eficiente del Lago Laja
Durante la última semana del 2016 se firmó el protocolo de uso eficiente del Lago Laja, el cual asegura riego para la temporada y que beneficiará a los canalistas de las provincias de Bío Bío y Ñuble. El acuerdo firmado entre el Ministerio de Obras Públicas y los regantes de Biobío, servirá para la recuperación y uso sustentable de la laguna que por años se ha mantenido con números poco alentadores y también permitirá asegurar los recursos para consumo humano.