No hay duda de que Ñuble no es el mismo que a comienzos de 2014. Si tenemos que hacer un balance de lo que ha ocurrido durante los últimos tres años, veremos la construcción de obras anheladas por décadas como el Teatro Municipal de Chillán, el Estadio Atlético Quilamapu y las comisarías de Bulnes y San Carlos. Pero también nos encontraremos con impulsos estratégicos que el Gobierno de la Presidenta Bachelet ha logrado concretar, los que cimientan el desarrollo de la futura región.
En esa línea se encuentra el Puente Confluencia, que une las comunas de Chillán y Portezuelo, uno de los hitos más importantes en la Provincia de Ñuble, que inauguramos en noviembre de 2016 junto al ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, y que proyecta grandes ventajas competitivas para la zona.
Este viaducto de 600 metros de longitud, que se realizó gracias a una inversión superior a los 13 mil millones de pesos, permite el paso de vehículos de carga pesada y liviana de manera segura sobre el río Ñuble, mejora considerablemente la conectividad de la zona, y fortalece el desarrollo turístico, forestal, y agrícola de la provincia; concretando así un sueño que tenían los ñublensinos desde hace mucho tiempo.
Pero este avance, que se realiza apostando a traer riqueza y progreso para la futura Región del Ñuble, se ha hecho sin perder la identidad de obra, respetando sus características, relevando el patrimonio y la participación ciudadana para proteger una estructura con más de 80 años de historia que nos llena de orgullo y sentido de pertenencia.
Tal como nos mandató la Presidenta Bachelet, hemos realizado una serie de iniciativas que apuntan a realzar el patrimonio, pero también llevando progreso de manera descentralizada. Con voluntad y diálogo se ha logrado, junto a parlamentarios, consejeros regionales, alcaldes y concejales, el poder trabajar en sintonía con la Estrategia Regional de Desarrollo 2015 - 2030, promoviendo zonas con mejores oportunidades de crecimiento y progreso para nuestra gente y las futuras generaciones.
Sabemos las potencialidades de la zona, como la creciente industria vitivinícola y turística del Valle del Itata, por eso hemos apostado por mejorar el estándar de la infraestructura, invitando a distintos actores del mundo público, privado y social; a trabajar en conjunto por el desarrollo de nuestra zona, sin olvidar la importancia de cuidar y respetar las características que dan forma a nuestra identidad.
Rodrigo Díaz Wörner Intendente de la Región del Biobío.