El cambio cultural en la alimentación de la población chilena que está promoviendo la Confederación Unidad Obrera Campesina (UOC), encontró una potente argumentación en las recientes conclusiones en los estudios realizados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre la seguridad alimentaria para materializar su propuesta de impulsar un canal agroalimentario. Como resultado de la masificación de la comida chatarra en nuestro país, los especialistas de las dos entidades de las Naciones Unidas, demuestran que el 63 % de los chilenos son obesos y tienen sobrepeso.
El informe de la FAO - OPS titulado "Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2016", afirma que a nivel continental "el hambre y la desnutrición han caído, pero simultáneamente el sobrepeso y la obesidad están aumentando peligrosamente, con un impacto particularmente alto en mujeres y con una tendencia al alza en los niños".
Los estudios de la FAO y de la OPS, concuerdan además que "Una de las causas subyacentes del hambre y la malnutrición en todas sus formas son los patrones alimentarios inadecuados que existen a lo largo de América Latina y el Caribe", por lo tanto fomentar la alimentación saludable es "un factor clave para disminuir de forma simultánea el hambre, la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad", subraya en Informe de las Naciones Unidas.
La presidenta nacional de la UOC, Olga Gutiérrez, al fundamentar la iniciativa de darle forma a una alianza entre campesinos, pescadores, feriantes y consumidores, orientada a promover el derecho a una alimentación saludable y segura, planteó que "se requiere un cambio radical del sistema para garantizar al pueblo de Chile el acceso a una comida saludable y nutritiva". "Desde la UOC - explica Olga Gutiérrez- pensamos que se requiere un cambio profundo de los sistemas alimentarios actuales que priorizan la comida chatarra que no garantizan los aspectos nutritivos".
Al respecto la dirigente dice que valora como un factor altamente positivo los estudios y propuestas de la FAO porque apuntan a "proveer una alimentación nutritiva y accesible a todos, preservando los ecosistemas mediante un uso más eficiente y sostenible de la tierra y de los recursos naturales y mejorando las técnicas de producción, almacenamiento, transformación y procesamiento de los alimentos".
El bajo consumo de frutas y verduras frescas de los chilenos, es un 50 por ciento menos que lo recomendado y el consumo de pescados alcanza a 7,2 kg por persona al año, muy por debajo de los 13 kg del promedio mundial, subrayó finalmente Juan Carlos Arriagada.
Por Eduardo Henríquez. Periodista.