Hace un par de semanas, comparé la gestión del gobierno con la cinta "Locademia de Policía", donde cada uno hace lo que quiere.
Hoy, a veinte días de la tragedia de los incendios forestales, el símil es y debe ser con la cinta "¿Dónde está el piloto?". Esta vez con toda clase de errores sobre cómo navegar un avión. Desde luego, la comandante de la aeronave no lo está haciendo bien. La muy reciente encuesta Cadem demostró que la desaprobación ciudadana de su gestión aumentó de un 65% a un 75%. Es la mayor cifra de su historia reciente. En cuanto a los que creen si cuenta con autoridad y liderazgo, al descenso fue de un 30% a un 24%. Ni hablar sobre los siniestros forestales, donde el 75% de los encuestados coincidió en que el Ejecutivo no adoptó decisiones importantes, en forma oportuna y adecuada, para enfrentar la emergencia.
Los errores fueron múltiples, a la vista de toda la ciudadanía: 1) Tardanza en reconocer la gravedad de la emergencia y en decretar zonas de catástrofe en forma escalonada; 2) Burocracia al por mayor de los organismos y autoridades para resolver: ministros, Conaf, Onemi, etcétera; 3) Demora en aceptar la oferta sin costo del Super Tanker y en solicitar ayuda internacional; 4) Temor político de entregar el mando a las FF.AA., lo mismo que sucedió después del terremoto de 2010. Hay mucho más, entre los que se incluyen las visitas de la Jefa de Estado a las zonas afectadas y la instalación de ministros de Estado en ella. ¿A qué fue la gobernanta sino a entregar sólo buenas palabras? ¿A qué fueron los ministros, si los intendentes y alcaldes son los que realmente conocen sus regiones y comunas y pueden "hacer mejor la pega"?
En definitiva, aunque a muchos les desagrade leerlo, la Presidenta Michelle Bachelet no es ni ha sido nunca una líder. Sólo es una figura política llena de buenas intenciones, pero carente de formas rotundas de actuar. Un país no se gobierna con victimizaciones, palabras románticas ni abrazos. Se dirige con acciones rotundas, con decisiones. No se gobierna con gestos para la galería ni con declaraciones dudosas, en torno a que "parece que hay indicios de terrorismo", sobre todo cuando ya las policías y FF. AA. tienen a veinte detenidos, sorprendidos con acelerantes en diversos puntos de las zonas afectadas.
De acuerdo a definiciones especializadas, líder es la persona que fija el rumbo y participa activamente en las acciones para llegar él. Claramente, esto no está ocurriendo en Chile. Hace mucho rato que el país perdió el rumbo en lo económico, lo social y en muchos otros aspectos. Chile necesita un verdadero líder que, más allá de las ideologías, gobierne sólo para el bien común. Lo más trascendente: que lo haga con decisiones. Las sonrisas y las victimizaciones no sirven.
Raúl Rojas, Periodista y Académico.