Con el objetivo de generar un debate más público y transversal, que considere la opinión de los regantes, diversas organizaciones de usuarios de agua de las regiones del Maule y del Bío Bío han organizado un debate sobre la polémica reforma al Código de Aguas que se discute en el Senado, que se efectuará el viernes 10 de marzo, a las 19 horas, en el Teatro Municipal de Linares.

La tramitación de esta reforma ha sido ampliamente cuestionada por agricultores a lo largo del país, quienes han denunciado que ha sido llevada adelante sin escuchar sus opiniones e inspirada más bien por razones ideológicas que técnicas. Inclusive, han advertido que en ella se está planteando una expropiación encubierta que afectará de manera grave la inversión en este sector económico.

Es por ello que las Juntas de Vigilancia del Río Teno, del Río Lontué, del Río Maule, del Río Longaví, del Río Ancoa y del Río Ñuble, más la Asociación de Canalistas del Embalse Digua, han decidido realizar esta instancia de diálogo que permita que los regantes tengan acceso de primera fuente a información del estado actual de la tramitación de este cuerpo normativo y para que sean escuchados por quienes están llevando a cabo esta discusión en la cámara alta del Congreso.

"Los agricultores nos sentimos fuertemente perjudicados -advirtió el presidente de la Junta de Vigilancia del Río Maule, Carlos Diez- ya que, por ejemplo, dentro de los cambios propuestos está la temporalidad de los derechos de agua; ya no serán permanentes y podrán ser caducados en forma arbitraria. Con esto perdemos valor frente a los bancos y se perjudica gravemente el crecimiento de la agricultura en el país".

Según complementó la presidenta de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, Margarita Letelier, la iniciativa afectará transversalmente a regantes grandes, medianos y pequeños, y tendrá diversos efectos negativos como, por ejemplo, el aumento de cesantía. "Los regantes ya no podremos ofrecer nuestros derechos de agua como garantía para acceder a préstamos bancarios y así poder llevar adelante nuestras cosechas e inversiones para crecer", destacó.

Un total de 94 sumarios sanitarios ha realizado en Ñuble la Seremi de Salud del Bío Bío en recintos que funcionan como fábricas de elaboración cecinas o carnicerías, siendo por lejos el 2015 el año con más irregularidades detectadas.

Así lo reflejan las estadísticas que dio a conocer la autoridad sanitaria, luego que la semana pasada se iniciara el primer sumario del presente año tras una fiscalización sorpresiva con apoyo de la SIP de Carabineros de Chillán a la carnicería y fábrica de cecinas artesanales "Donde el Patty", ubicada en Avenida Argentina 826. El recinto terminó siendo clausurado por inspectores de la Delegación Ñuble de la Seremi de Salud debido a que no contaba con patente y funcionaba además con una resolución sanitaria falsa. Asimismo se incautaron más de 15 kilos de productos embutidos.

Norma sanitaria

Si bien la situación detectada por la Seremi de Salud es grave, podría ser más común de lo que se cree. Tan sólo en 2015, esta repartición llevó a cabo 82 fiscalizaciones a este tipo de locales, lo que dio origen a 75 sumarios sanitarios y la incautación total de 4.339 kilogramos de productos cárnicos.

La fiscalización dice relación con aspectos establecidos en el Reglamento Sanitario de los Alimentos (D.S. 977/96) para establecimientos de elaboración de cecinas y expendio de alimentos que requieren de refrigeración; además del cumplimiento de Buenas Prácticas de Manufacturas (BPM) con la aplicación de una lista de chequeo oficializada por Minsal; y auditorías HACCP para fábricas de mayor tamaño.

En el contexto del proceso de fiscalización, el Código Sanitario establece sanciones económicas de hasta 1.000 UTM y acciones de prohibición o clausura de establecimiento de alimentos, según corresponda.

Sumarios en Ñuble

El año 2016 se realizaron fiscalizaciones a 94 carnicerías y a 62 fábricas de cecinas, cifra superior a las inspecciones registradas en 2015, que corresponde a 50 carnicerías y 32 fábricas de cecinas. Estas fiscalizaciones derivaron el año pasado en la realización de 18 sumarios y al decomiso de 6.672 kilogramos de carne.

Desde el punto de vista estadístico, el año 2016 la autoridad sanitaria fiscalizó el 57% de las carnicerías y el 77% de las fábricas de cecinas.

En lo que va corrido del 2017, en tanto, se registran a nivel provincial 14 fiscalizaciones en la materia, 10 a carnicerías y 4 fábricas de cecinas, con el resultado de un sumario sanitario y la incautación de 15 kilogramos de productos a la carnicería "Donde el Patty", además del retiro del equipamiento para la elaboración y dictarse prohibición de funcionamiento.

Cabe señalar que la Seremi de Salud maneja un registro de 81 fábricas de cecinas y embutidos en la Provincia de Ñuble y a diciembre de 2016 se registraron 165 carnicerías, lo que implica un total de 246 recintos de venta de productos cárnicos que cuentan con autorización sanitaria.

Riesgos para la salud

Los riesgos a la salud, derivados del consumo de productos cárnicos en mal estado, dicen relación con enfermedades transmitidas por alimentos (ETA), por organismos microbiológicos y toxinas, además de enfermedades derivadas de zoonosis.

Entre las medidas de prevención de enfermedades transmitidas por alimentos se encuentran mantener la limpieza, lavándose las manos con agua y jabón antes de comer o preparar alimentos, después de ir al baño y de cambiar pañales; lavar y desinfectar áreas y utensilios antes y después de preparar alimentos, guardar alimentos en lugares protegidos, controlar y eliminar plagas, proteger alimentos y áreas de cocina de insectos y animales, además de botar la basura en bolsas y recipientes con tapa.

Otras medidas de prevención dicen relación con utilizar agua y alimentos seguros; y en materia de carnes, separar las carnes, de pollo y pescado crudo del resto de los alimentos, evitando la contaminación cruzada, usando utensilios diferentes para picar o preparar alimentos, y guardar dichos alimentos en recipientes separados, limpios y tapados.