El éxito se logra cuando se aúnan voluntades
En cuanto a infraestructura para la educación, un símbolo del fracaso de la reconstrucción local es el Grupo Escolar de Chillán. Tras siete años, no se conoce solución. La ciudadanía nunca abandonó la lucha de retirar la antena y seguir en el camino del desarrollo sin dejar de lado la identidad.
Así como por muchos años nuestro gremio ha luchado por erradicar el comercio informal e ilegal, la comunidad no ha dado cabida a cuestionamientos tras su petición de retiro de la antena de telefonía que ensucia la principal postal de nuestra ciudad: la Catedral.
Fueron más de 10 años de fuerte presión a la empresa privada dueña de la estructura y a las autoridades locales, gestiones que nunca lograron acuerdos claros. Muchos también vieron en esta disputa una gran oportunidad para figurar públicamente sin aportar más que unas cuantas declaraciones en los medios de comunicación, palabras que tampoco movieron a la antena de su lugar.
No cabe duda de que el principal argumento para su retiro tiene una validez suprema. La catedral de nuestra ciudad no sólo tiene un sentido estético que nos caracteriza como localidad turística en el país, también representa uno de nuestros mayores dolores humanos y la identidad de un pueblo que se puso de pie tras la gran tragedia de 1939.
Ese significado comunitario se vio opacado por la presencia de un elemento tecnológico, que si bien nos permitió crecer en modernidad, nos ensució la vista más preciosa del centro de nuestra ciudad y de nuestros recuerdos.
Los chillanejos nos aferramos a lo propio, a lo terrenal y a lo real, tal como lo haría cualquier pueblo que no ha sucumbido a la hiperconectividad y al progreso tecnológico que desplaza al patrimonio, la idiosincrasia y las tradiciones. Bajo este sentimiento es que la ciudadanía nunca abandonó la lucha de retirar la antena y seguir en el camino del desarrollo sin dejar de lado la identidad.
Tuvieron que pasar muchos años para que las voluntades pudieran aunarse dejando de lado los intereses personales y velando por el sentimiento colectivo. Independiente de que se trate de empresas nacionales o multinacionales, ellas están insertas en nuestra ciudad y de alguna forma deben adecuarse a nuestro contexto.
Por otro lado la autoridad, finalmente, facilitó el camino de este retiro teniendo también la colaboración de otro privado dispuesto a facilitar sus dependencias para recepcionar la antena. Si bien se trató de esfuerzos y gestiones realizadas por privados, nuestros representantes también estuvieron a la altura de la discusión y de la búsqueda de un resultado óptimo para todas las partes involucradas.
Con miras a la nueva Región de Ñuble, este es un claro ejemplo de que el trabajo asociativo, la colaboración y el conjunto de voluntades puede lograr mucho. Qué fácil sería darle término a tantos conflictos y temas pendientes si lo hiciéramos con la misma intención. Tarea pendiente.
Reinaldo Espinoza Rodríguez, Vicepresidente Cámara de Comercio de Chillán.