Locatarios encuentran injusto poder perder sus puestos
CHILLÁN. Son 55 dueños de espacios en el Mercado de la Plazoleta Sargento Aldea que si no abren a público en 30 días pueden perder sus concesiones, por estar cerradas o usadas como bodega.
La ordenanza municipal que pretende abrir los locales cerrados y los que están siendo utilizados como bodega en el mercado de la Plazoleta Sargento Aldea, tiene preocupados a los 55 locatarios afectados porque ven poco probable que en 30 días -plazo municipal para utilizarlos o perderlos- puedan cumplir con la norma.
Vilma Norambuena, de 63 años, desde pequeña ha trabajado en el mercado como feriante. Su madre que falleció hace algún tiempo compró un local hace 55 años, como una inversión para sacar adelante a sus 10 hijos. "Desde hace cinco décadas el espacio siempre se utilizó para arrendar como bodega. En todo ese tiempo no se ha abierto a la gente. Por los alrededores la gente utiliza la parte de afuera como baño. A mí me gustaría que el local fuera rentable y poder abrirlo, pero estoy en el espacio de 5 de Abril, donde hay una cochinada que es imposible de controlar", aseveró.
La locataria que trabaja actualmente en la feria libre del sector aclaró que para ella es necesario mantener esa bodega porque le sirve de ayuda económica y está dispuesta a pagar una patente, pero trabajar el puesto de forma abierta lo encuentra inviable.
"Es ridículo lo que nos estén exigiendo abrir; si quieren que pague patente yo lo hago, pero no se puede trabajar en esa bodega y en esas condiciones. Pero tampoco es justo que la inversión de mi madre que se peló el ajo trabajando, me la quiten en 30 días", apuntó.
Vilma Norambuena cuenta además que tiene problemas de salud, vértigo, presión alta, pero aunque llueva o haga frío, siempre viene a trabajar al mercado. El arriendo del bodegaje le ayuda en su economía muy mermada también por la salud de su marido quien sufre múltiples enfermedades.
Patricia Becerra tiene su local comercial por el lado de calle Prat, al frente de donde se está remodelando el lugar. Frente a su espacio, a menos de dos metros, tiene feriantes que le llenan de cajones y de mugre. Siempre ha luchado porque salgan, pero no ha tenido suerte. No puede abrir en esas condiciones y está preocupada porque le ahora pueden quitar su local.
Frente a esta problemática, la directiva de los locatarios encabezados por Manuel Rojas y Carlos Malverde, si bien están de acuerdo con que todos los locales del mercado se utilicen de forma abierta al público, pretenden interceder por los miembros que se puedan ver afectados por esta medida.
Según Manuel Rojas, también pierden los locales que abren cerca de los cerrados, ya que "se convierten en patios sucios, donde la gente deja de transitar".
En el caso de la señora Gaby Andía, que perdería su local por una larga inactividad, la afectada se reunió con la municipalidad para encontrar una solución o un plazo nuevo a su situación. "He trabajado toda mi vida en este local, no me lo van a quitar de esta forma", afirmó.
Desde la municipalidad aclararon que en este caso "el concesionario subarrendó el local sin autorización municipal y le dio uso de bodega, giro totalmente diferente al que señalaba su concesión. La postura municipal es invariable en este sentido y está regida por la ordenanza municipal" ya aprobada.
Sobre el plazo a los locatarios estiman que el aviso perentorio de los 30 días para abrir los locales está totalmente en regla con la ordenanza, porque sostienen que los locales de la Plaza Sargento Aldea deben abrirse y no permanecer cerrados.
La ordenanza que puede quitar locales
En la ordenanza municipal para los locales de la plaza Sargento Aldea, en el título cuarto artículo 29 se expresan las prohibiciones para funcionar de los puestos y donde se estipula que no se puede usar como bodega u habitación y destinarlos a un giro comercial distinto al autorizado por el municipio. El artículo 37, dentro de las causales para el término de la concesión, se encuentra que el local permanezca cerrado por más de 30 días. En esta última indicación es la que ha insistido la municipalidad en estos días para exigir que se abran o terminar las concesiones.