Es una gracia para Chillán y especialmente para nuestra Municipalidad que tanto el Festival Nacional de la Canción Folclórica y la fiesta de la Vendimia, sigan manteniéndose con similar entusiasmo, lo que obviamente fortalece esto que tanto estimamos, como es nuestra identidad, que en suma es mantenimiento y crecimiento con sus tradiciones, prácticas y costumbres.
A este respecto conversamos con muchos vecinos, que gustan de estas señales, uno de los cuales, es el matrimonio de los profesores Héctor Andrés Torres y Brenda Mundaca, admiradores incondicionales de esta tradición y consecuencialmente de esta celebración.
En este año 2017 -me dicen- cabe destacar la conjunción de noveles talentos, como la actuación del conjunto instrumental Ensamble Takiri y también, la participación del legendario y tradicional conjunto "Los Huasos Quincheros". Su apreciación es que aquí vive un verdadero festival, no un show de artistas invitados, como sucede en Viña y otros, ya que el nivel de las canciones en competencia, tanto en la música, como en la letra es notable. Ellos hacen presente que el requisito primordial para las canciones en competencia, era que constituyeran un homenaje a Violeta Parra. De todos es sabido, que en este año, se cumple los cien años de su natalicio. Esto cobra mayor connotación, al permitirnos ser espectadores de la excelente conjunción de letra y música, interpretada en el escenario, que, desde hace años lleva el nombre de esta insigne y gran artista nacida en nuestra provincia.
En la segunda noche se abre el festival con el grupo "Cocharcas" que une a voces que cultivan el folclor en nuestra ciudad. Una vez presentadas las canciones ya seleccionadas en el escenario, nos agasaja con su música el trovador nacional Fernando Ubiergo, a quien desde hace años no escuchábamos. Lo mismo nos ocurría con el humorista Alvaro Salas, que para nuestra satisfacción, no tuvo ningún parentesco con el comportamiento coprolálico de los humoristas viñamarinos.
De este modo comprobamos en las dos noches que las cortinas musicales, las muestras de ballet folclórica y toda la animación creadora de atmósfera, estuvieron a cargo del destacado director y coreógrafo Osvaldo Alveal y su ballet folclórico municipal. Todo lo vivido fue exitoso y profundo.
Por Carlos René Ibacache I. Miembro Correspondiente por
Chillán de la Academia Chilena de la Lengua.