Ayer se realizó una nueva reunión de presidentes de clubes de la ANFP en la cual se determinó aprobar el preacuerdo que existía entre la Asociación y el Sindicato de Futbolistas de cara a las bases del torneo de la Primera B.
Tras una serie de conversaciones se determinó que a fines del 2017 sí habrá un descenso a la Segunda División dado por la tabla general que considerará el puntaje de los clubes durante la primera rueda del 2016, la segunda del 2017 y el Torneo de Transición 2017.
Por parte de los clubes de Primera B no se quería un descenso.
En cuanto al ascenso se mantendrá el cuarto de cupo en el cual el ganador del Transición jugará con el segundo del actual torneo, el ganador jugará el colista de Primera y sólo si gana sube a Primera. Es decir, no hay ascenso directo para la Primera B.
El dirigente de Ñublense, Álvaro Izquierdo, expresó que "de momento se respetó el protocolo de acuerdo con el Sifup, por lo cual hay un descenso en Diciembre del 2017 y para ello se deben votar las bases para dejarlo oficializado".
"En resumen, la B pasó a ser una moneda de cambio al tener que aceptar cosas que nunca quiso y que votó en contra por terminar en aquel entonces la huelga del Sifup", dijo.
Ahora Ñublense tiene claro el panorama sobre el cual trabajar para el segundo semestre del 2017 y para el cual ya se anticipa la contratación de a lo menos cinco jugadores para pelear y escapar del fondo de la tabla o por subir, opción más compleja considerando que el Rojo es el subcolista.
Críticas de la dirigencia
El proyecto deportivo de Ñublense se cae a pedazos y así lo reconoce el presidente del Club Atlético, Jorge Silva, quien este fin de semana fue uno de los testigos de la derrota del equipo que se instala en la penúltima posición de la Primera B.
La planificación de la gerencia técnica o deportiva considera el plazo que va desde el segundo semestre del 2016 a diciembre del 2017, dividido en tres etapas. La primera buscaba darle tiraje a la chimenea, lo cual no existió ya que jugaron los mismos canteranos que sumaron minutos en la era de Fernando Díaz. La segunda y actual busca consolidar el equipo y no descender, sin embargo, el equipo se ve cada más extraviado y se mete en el fondo de la tabla, mientras que se cumple con el objetivo de no perder la categoría ya que las bases así lo establecen.
Hay otro factor más bien transversal y que apunta a lograr el equilibrio económico, objetivo que se cumple, pero a costo de un desastre deportivo.
"Lo que en principio fue un proyecto, no resultó; no resultó en la parte deportiva, se puede decir que en la parte económica si resultó, pero a nosotros lo que nos interesa es la parte deportiva y eso ha sido un fracaso", expresó Jorge Silva, cuyas palabras realizan una suerte de resumen de lo expuesto anteriormente.
"Quedan un par de fechas que ojalá nos permitan por último trepar un par de posiciones y quedar a lo menos en la medianía de la tabla. Hace muchos años que Ñublense no se veía en una posición similar", dijo Jorge Silva con una cuota de amarga resignación.
Ahora la duda es qué se espera para el próximo semestre, cuál es la planificación deportiva. "Lo que yo veo lo ven todos, por eso no puedo decir que el equipo está jugando bien, pero si se está planificando para el próximo campeonato, hay algunas posiciones vistas de cuáles pueden ser los jugadores que lleguen, pensando que va a quedar una base de este equipo", dijo.
Desde la interna de Ñublense ya se asume que si bien la tabla general les complica en exceso, no se puede nivelar siempre hacia abajo y pedir que se parta de cero desde el 28 de julio cuando comience el siguiente torneo.
"No podemos seguir toda la vida así, cuando hay competencia la idea es luchar por algo, ahora no se está compitiendo por nada, el único que lucha por algo es Curicó, ellos apostaron por otra cosa y los resultados están a la vista".
Triunfos 4
Acumula Ñublense en el campeonato de un total de 23 partidos. Suma ocho derrotas y once empates. 16.30