Reducción de jornada laboral
Señor Director:El proyecto que disminuye las horas laborales semanales, de 45 a 40, impulsado por la parlamentaria Camila Vallejo, ha generado polémica tanto de quienes apoyan, por ejemplo, el Ministro del Interior Mario Fernández como aquellos que desaprueban, entre los que se encuentra el Ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés. Los factores que llevan a discrepar con el proyecto son variados, entre los que se encuentra la disminución de producción nacional, efecto localizado sobre sistemas deprimidos económicamente, desempleo, incremento en los trabajadores a honorarios, incremento en la automatización, entre otros.
Frente a esto, se debe considerar lo siguiente ¿es Chile un país productivo? Si consideramos la tendencia mundial y el dinamismo económico de la OCDE, estamos bajo los estándares internacionales. Desde el PIB per cápita, distribución de la riqueza, índice de felicidad y desarrollo familiar, entre otros indicadores que ponen en manifiesto que Chile, con su sistema actual, no llega al objetivo de una economía: el bienestar de la población.
Los más ortodoxos manifiestan colocar más rigidez al sistema de objetivos laborales (aumentando el control) y flexibilizar la contratación, pero la realidad es otra. La realidad nacional se enfoca en que, debido a los bajos ingresos medios nacionales, el clima laboral, la falta de incentivos y motivación, sumado a los factores personales, llevan a un trabajador a ser menos productivo, independiente sean 45 ó 50 horas semanales, ya que el factor índice de productividad, asociado a la eficiencia y cumplimiento de metas, basados en un desarrollo integral de la organización, en la que participan todos los que la componen, es bajo. Por lo cual, en este minuto, una disminución en el trabajo semanal llevará a "liberar" 5 horas improductivas, incrementando el bienestar personal y familiar, lo que generará trabajadores "más felices". Pero el "hacer un trabajador más feliz" no sólo se enfoca en reducir las horas trabajadas, y mejorar la productividad por hora, se debe tomar el ejemplo de los Alemanes, quienes en sólo 35 horas duplican (o más) nuestra productividad horaria, debido a cuatro puntos que, culturalmente, posee, los cuales son; destinar las horas de trabajo a trabajar, mejorar la comunicación interna de la organización, fomentar la vida fuera del ámbito laboral y la posibilidad de compaginar la paternidad y maternidad con el trabajo. Por lo cual, la reducción de horas laborales es sólo un paso en esta mejora, la cual nos llevará, sin duda, al objetivo tan esperado, el bienestar social.
Camilo Cornejo. Académico Facultad de Economía y Negocios de UNAB.
Bajada de Tohá y nuevos rostros
Señor Director:Como antigua simpatizante socialista veo con muy buenos ojos la reciente bajada de don Jaime Tohá en su intención de ser diputado por esta zona. Es una señal de grandeza que lamentablemente tienen sólo algunos actores políticos.
Si bien llevo casi tres años viviendo en la zona, por un tema de pasión por la acción política, he seguido muy de cerca los recientes procesos eleccionarios en la intercomuna y, al igual que la mayoría de los chilenos creo que se requiere de renovación en los rostros que aspiran a cargos de elección popular.
Así como don Carlos Arzola de la DC se vio como una alternativa para la alcaldía de Chillán, por el lado socialista creo que el director del Serviu, el señor Óscar Crisóstomo, tiene las competencias para liderar en la zona las aspiraciones de un partido que requiere recuperar el terreno perdido en la base social. Excúseme por manifestar mi preferencia, pero como una casi desconocida vecina chillanvejana he conocido testimonios de vecinas que han sido testigos de su cercanía, dedicación, buen trato y pasión que le ha puesto el señor Crisóstomo a su trabajo.
Claudia Saldias Contreras.
"No harás daño"
Señor Director:Se ha conocido que 11 pacientes sometidos a intervenciones oftalmológicas tuvieron graves complicaciones por infecciones asociadas. Algunos podrían perder visión. Los efectos adversos de las atenciones médicas tienen efectos catastróficos. En primer lugar, para los afectados que arriesgan incluso la posibilidad de morir. Sus familiares reaccionan con ira, reclaman e inician acciones judiciales para castigar y obtener compensaciones. Recientes estudios señalan que las complicaciones médicas representan una de las 5 causas más frecuentes de muerte.
La atención de salud se inspira en el precepto hipocrático: "En primer lugar, no harás daño". Muchas de estos riesgos obedecen a causas estructurales donde los profesionales se transforman en una segunda víctima. Por ello, un mecanismo de certificación de calidad como el que lleva la Superintendencia de Salud es imprescindible para prevenir el daño para todas las víctimas. Esta certificación debe ser revalidada periódicamente. La aparición de un evento como el caso oftalmológico mencionado debería motivar una auditoría de calidad inmediata por parte de la propia Superintendencia, para corregir los errores de raíz que causaron el efecto adverso.
Dr. Jaime Mañalich M.