La teleserie "Amanda" vive momentos claves. La protagonista, rol que interpreta la actriz Daniela Ramírez, regresó al fundo de la familia Santa Cruz tras enterarse que Anita, hija adoptiva de Luciano (Carlos Díaz) es su hija biológica y se reencontró con el hijo mayor de Catalina.

El viernes la pareja se dio su esperado primer beso y hablaron de un futuro juntos. "Luciano está teniendo un gran amor con Amanda. Vienen cosas buenas. Este es un drama, así que vamos a ir viendo qué va pasando", dice el actor Carlos Díaz.

El galán destaca que su personaje es el único de los hermanos Santa Cruz, que no ha sido blanco del odio de Amanda y que por el contrario parece conquistar el corazón de la enfermera. "Soy el único que no cae en la venganza de Amanda".

La teleserie es una de las producciones más vistas de la pantalla y en redes sociales circulan varias suposiciones sobre su desenlace. "Me encanta que el público hable y tenga sus conclusiones".

Díaz destaca el éxito que ha conseguido la producción dramática, a pesar de que en comienzo se dudó de sus resultados por tocar una temática que algunos consideraban apta para el horario nocturno. "Rompió los prejuicios de que la teleserie de las tres de la tarde no puede ser el programa más visto de la televisión chilena".

En la teleserie de Mega, Amanda se encuentra en la mira de Claudio Santa Cruz( Álvaro Gomez) y Mateo ( Ignacio Garmendia), quien sabe que ella es Margarita, de quien abusaron sexualmente en el pasado.

Por otra parte, Victor se enteró que es hijo del patriarca de la familia Santa Cruz y no puede asimilar la noticia.

"Remover corazones" es lo que busca la joven realizadora mapuche Claudia Huaiquimilla (29), quien este jueves estrena en los cines nacionales su opera prima "Mala Junta", cinta que ganó el Festival de Cine de Valdivia de 2016 y que, a nivel internacional, tuvo un exitoso paso por certámenes como el Festival Latinoamericano de Toulouse (Francia) o el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (México).

"Mi cine es así, intento que haya un sentimiento. Muchas veces automatizamos cosas, convertimos a las personas en cifras. Yo, más que conciencias, apelo a remover corazones", dijo Huaiquimilla a EFE.

La película se desarrolla en el sur de Chile y cuenta la historia de Tano, un chico conflictivo, a punto de ser internado en el Sename y cuya vida cambia cuando conoce a Cheo, un niño mapuche. A lo largo de la hora y media que dura el largometraje, Huaquimilla aborda con compromiso y conocimiento de causa dos temas coyunturales: lo que ella ve como la discriminación y la represión que sufren los mapuche y la frágil situación de los menores bajo tutela del Estado.

"En Chile hay cosas que la prensa solamente trata desde un punto de vista. Es necesario humanizar este tipo de conflictos. La idea es que con esta película se vayan viendo causas como ésta, porque muchas de las situaciones violentas que se dan vienen por la frustración y la poca integración", comenta la directora.

Huaiquimilla detalla que la película es una búsqueda de las raíces, del sitio donde una persona crece, aunque toda la cinta esté presidida por la rabia.

"Siento que estamos muy frustrados. Por mucho tiempo se vivió en silencio y desde hace poco siento que el ciudadano está empezando a despertar, a exigir, a gritar un poco más, como lo hacen los personajes. Ellos están en silencio hasta que, en un momento dado, explotan. Los chilenos también están en eso", opina.

Por eso espera que la cinta produzca un cambio en los espectadores que vayan a las 25 salas de Santiago, Valdivia y Temuco, entre otras, que proyectarán el largometraje.