La integración fronteriza entre los países de Chile y Argentina constituye en la actualidad una prioridad en las agendas de los gobiernos del presidente trasandino Mauricio Macri y de Chile, Michelle Bachelet. Las gestiones de ambas administraciones apuntan no sólo a fortalecer el hermanamiento entre ambas naciones vecinas y con una historia en común, también para potenciar el intercambio comercial que permita, entre otros aspectos, dar salida a productos argentinos a los puertos del Pacífico sur.
Este fue un tema de análisis en una reciente reunión sostenida entre el propio mandatario argentino y el Presidente del Senado en Chile, Andrés Zaldívar, quienes evaluaron los proyectos de infraestructura que se encuentran más avanzados y que con inversiones menores permitirían dar vida a una integración permanente.
En este listado figuran el paso Pehuenche, que une a la Región del Maule con el departamento de Malargüe, en el suroeste de la provincia de Mendoza, principal punto de conexión con la Región del Bío Bío y de salida a los puertos que permiten generar envíos a los países del Mercosur.
También figuran en la atención de ambos países las obras que se realizan en Cristo Redentor y los proyectos de construcción de los túneles en los pasos Agua Negra, en la Región de Coquimbo, y Las Leñas, en la de O'Higgins.
En este contexto, cabe recordar las gestiones que realizan directamente los alcaldes de la Asociación de Municipalidades del Punilla para reabrir el paso Minas Ñuble, tanto ante el Ministerio de Obras Públicas como la Dirección de Fronteras y Límites (Difrol). Este último organismo ha dado su visto bueno para su apertura, bajo la figura de ocasional, faltando para ello la realización de obras de habilitación del camino por el lado chileno, las que además consideran la tala de una cantidad determinada de árboles, lo que requiere de una previa tramitación ambiental por tratarse de un Corredor de la Biosfera protegido por la Unesco.
Las luces que dan las autoridades permiten pensar que la reapertura de este paso de antigua data, será sólo para el tránsito restringido de personas, no considera por el momento inversión en infraestructura para oficinas de Aduanas, SAG o PDI, lo cual no permitirá en consecuencia un amplio flujo de visitantes en el corto plazo. Por lo pronto, el proyecto no da para ilusionarse con un importante intercambio comercial de productos para exportación, a menos que los municipios que empujan la iniciativa logren la priorización necesaria del MOP y el Ministerio de Relaciones Exteriores. Sólo así la futura región podrá vislumbrar un intercambio de provecho para ambas naciones y sus habitantes.