Educacón Pública
Señor Director:Entre los años 1973-1990 la dictadura cívico-militar produjo el cambio más radical y profundo de la educación chilena, iniciando un proceso de menosprecio de la educación pública en favor de la privada, quedando si una media de cobertura del 70% en favor de la educación pública y el resto en la privada y particular subvencionada. Hoy 27 años después la media de cobertura pública es del 30% Lo que indica una continuidad en la política de menosprecio durante los gobiernos de la Concertación, Alianza y Nueva Mayoría, sostenida a partir de "La alegría ya viene", los guarismos e investigaciones lo demuestran plenamente, por ello leer hoy la investigación del periodista Andrés Mass a muchos no nos sorprende, saber del costo de $20.000 millones a nivel provincial para su reposición, nos hace suponer que Chillán con una veintena de colegios cerrados y destruidos en las gestiones Bernucci-Zarzar Grupo Escolar incluido debe requerir al menos un 70% de dicho presupuesto.
Pero hoy ante la leche derramada apelar a falta presupuestaria para su reposición es justificar la incisión final al sistema público y deshacerse de él, justificando la actual falta de presupuesto y no reconociendo que la "democracia" puso la espada de Damocles sobre la educación pública chilena, continuando y profundizando en este y otros temas fielmente la obra dejada por la dictadura cívico- militar de la cual muchos de ellos fueron parte.
Hoy al respecto sólo un cambio de paradigmas profundo sólo serviría para levantar el estropicio, puesto que las actuales reformas son totalmente inservibles a la hora de evaluar técnica y curricularmente un sistema educativo que en conjunto no es pertinente a la realidad actual.
La tarea de futuro gobierno y Parlamento será definir la continuidad o no de las actuales estructuras institucionales que impiden los cambios de fondo, caso contrario no hay solución y la sociedad desigual se seguirá profundizando ya que se educa funcionalmente para eso.
Enrique Edis Jara Riverax
Mes del Mar
Señor Director:Es difícil no conocer a alguien que no tenga un familiar o conocido que no haya sido miembro de la Armada de Chile o tenga una anécdota en relación a su historia.
Son muchos menos quienes desconocen, aunque sea a grandes rasgos, la épica historia de Arturo Prat Chacón en la rada de Iquique.
La Armada de Chile tiene una serie de hitos que desde la independencia de nuestra nación y las campañas libertadoras posteriores la han hecho ejemplo para todo el continente, pues, muy pocos países se pueden jactar de la historia naval de nuestro país, la cual, nos proyecta como una nación tricontinental y con una conexión al mundo a través de su mar.
El próximo año cumple nuestra Armada 200 años, aniversario que la tendrá como encargada de los ejercicios RIMPAC en Hawai, los ejercicios navales más grandes del mundo, encabezando y dirigiendo a importantes armadas, recursos y personal, las fuerzas más grandes en tiempos de paz en el mundo.
En este mes del mar no olvidemos que nuestro destino se construye en el mar, es nuestro país que se hace presente en resguardo de todos sus habitantes a través de la Armada Nacional.
Francisco Sánchez
Monopolio escolar
Señor Director:En momentos en que el Mineduc se encuentra modificando las bases curriculares de tercero y cuarto medio, en que la Superintendencia de Educación le impone obligaciones a las escuelas respecto al trato hacia niños y jóvenes trans, y en que el gobierno impulsa un proyecto de ley que tienen como finalidad trasladar hacia la administración central las escuelas gestionadas actualmente por los municipios, resulta muy oportuno recordar la figura de Don Abdón Cifuentes, quien con gran claridad señalase hace más de un siglo atrás que monopolizar la enseñanza en manos del Estado es atribuirle a éste su dirección exclusiva, es oprimir a la vez la razón y la conciencia de los ciudadanos.
Iván M. Garay Pagliai
Martínez Socialista
Señor Director:La defensa y justificación del error demasiado voluntario del partido Socialista de recurrir al vilipendiado capitalismo para mantener el valor de sus abultados y cuantiosos dineros en lugar de ayudar a "los pobres que es su permanente prédica que hace el Sr. Martínez en una edición anterior cabe señalar que la justificación viene desde demasiado cerca por lo que no es válida - al menos - poco confiable o sospechosa.
Los lectores no somos ni tontos ni lesos como para que este Sr. nos de la comunión.
Víctor M. Volante Leonardi