Alertas ambientales
Crónica Chillántambién se sumará a esta fecha con una edición especial, que invitará a niños y adultos a interactuar con juegos didácticos a través de sus páginas. Esa grave contaminación constituye un peligro social que nos debe preocupar con prioridad decidida.
Confieso que no estoy muy preparado en los temas medioambientales. Sin embargo, creo que la lógica me puede llevar por los caminos de una reflexión que ayude a comprender lo que nos pasa. Y a tratar de remediarlo, obviamente, mediante ideas que pudieran ser de utilidad.
Nada más aparecer los fríos otoñales, comenzamos a vivir episodios de pre emergencia y de alerta ambiental preocupante. Nos parecemos a la Londres cubierta de niebla, centro de la imaginación literaria más famosa. Lo malo es que lo que nos cubre, además de estar compuesto por una tenue capa de neblina, lo demás es humo. Puro y denso humo que emana de las chimeneas de los calefactores a leña que calientan más del 90% de las 50 mil viviendas que aproximadamente tiene nuestra comuna chillaneja.
Esa grave contaminación constituye un peligro social que nos debe preocupar con prioridad decidida y con medidas drásticas que vayan en la dirección adecuada, con el fin de ir progresivamente rebajando los niveles que hoy nos agobian y que afectan nuestra salud.
Sabemos que las autoridades elaboran cada año proyectos en tal dirección, pero creo que el problema de hoy debe ser solucionado con medidas prácticas del corto plazo. Aunque, paralelamente, deban desarrollarse medidas y campañas que apunten al medio y al largo plazo.
Me explico. Si fiscalizamos la humedad de la leña que se vende en nuestra comuna y prohibimos aquella que tenga más del 25% de humedad (que es la más barata y la más contaminante), ¿por qué no subsidiar la leña seca, que se vende en puntos específicos, para hacerla más barata que la húmeda?... Y, a tenor de la misma idea, ¿por qué no subsidiar y potenciar otras energías no contaminantes, para promover a medio y largo plazo el cambio definitivo de los sistemas de calefacción?.
La electricidad, el gas, los paneles solares, son fuente energética mucho más limpia. Y si su consumo se hace más asequible para el bolsillo popular, la gente irá cambiando hábitos y costumbres, con lo cual se irá rebajando los niveles de contaminación. Y si a ello le agregamos campañas de educación, de formación desde la niñez, a largo plazo nuestros problemas actuales serán sólo un vago recuerdo.
Es probable que la simpleza de mi reflexión provoque algún comentario burlesco. Pero, es nuestra obligación -como profesionales de la comunicación- abrir los temas con sencillez y naturalidad. Y que cada cual opine para sacar conclusiones amplias, valiosas y llenas de la lógica de la participación ciudadana.
Miguel Ángel San Martín Periodista.