Buenas noticias en lo referido a la donación de órganos se han recibido en el país. Entre enero y abril de este año, fueron 64 las personas que cedieron sus órganos desde diferentes centros asistenciales, según cifras del Ministerio de Salud (Minsal). Se trata del mejor arranque en materia de donaciones desde que esta cartera creó el registro, en 1998, y supera en 21 casos las entregas realizadas en el mismo período de 2016.
Chillán ha sido líder en la procuración, prueba de ello es lo sucedido este pasado viernes, gracias a la solidaridad de una familia que donó los órganos de un paciente de 28 años que falleció, pese a los esfuerzos de los médicos, beneficiando con su donación a ocho personas que esperaban por un transplante.
El Minsal precisó que gracias a los procuramientos, fueron realizados 156 trasplantes, que contrastan con los 108 a igual fecha del año pasado. Del total, 104 fueron implantes de riñón, 34 de hígado, 11 de corazón, 4 de pulmones y 3 de páncreas
Pero las cifras de donación de órganos en la región no son alentadoras: en 2010, 2011 y 2012 la zona contó con tres donantes por año. Mientras que en 2013 no hubo. En 2014, en tanto, sólo hubo una, lo mismo que en 2016.
Debe destacarse que el corazón, pulmón, hígado, riñones, páncreas, córneas, válvulas cardíacas, huesos y piel pueden ser donados por cualquier persona habilitada para ello. Las únicas contraindicaciones para ser donante son: ser portador de VIH, quien tenga infecciones graves no controladas o cáncer con metástasis. La Corporación del Trasplante ha sido, por más de dos décadas, clave en la educación de la ciudadanía. Esta aún tiene reticencias respecto al tema. Esta entidad junto al Ministerio de Salud han sido sistemáticos en la comunicación y explicación de estos detalles a la población; sin embargo, nunca es suficiente.
Hasta hoy, el temor se sobrepone a la donación de órganos que puede definirse como un acto voluntario, altruista y gratuito. Los chilenos debemos crear conciencia que podemos salvar vidas después de la muerte, pero eso implica romper prejuicios, educarnos al respecto y sobre todo, tener un sentido de enorme afecto por el otro. Sin duda es un objetivo alcanzable.