Sólo falta que la Corte de Apelaciones de Chillán ponga en tabla el recurso de protección interpuesto por el abogado Maximiliano Murath en contra del ministro en visita extraordinaria de Concepción, Carlos Aldana, para que se subsane la acción judicial en favor del coronel (r) Patricio Jeldres, procesado por causas de Derechos Humanos.

Fue el 6 de junio el día en que Murath presentó el recurso ante el máximo tribunal chillanejo, que se declaró competente y acogió a trámite la causa, oficiando al ministro Carlos Aldana, de la Corte de Apelaciones de Concepción, para que hiciera sus descargos.

Fue en este contexto que el juez instructor (oficialmente desde mayo de este año) para las causas de violaciones a los Derechos Humanos vigentes en Ñuble respondió que el 15 de mayo solicitó que Gendarmería trasladara desde el penal Punta Peuco a Patricio Jeldres, para hacerlo partícipe de la reconstitución de escena de la desaparición de tres campesinos en San Nicolás.

Por ello, respondió que el uso del peto amarillo responde a una medida de seguridad de Gendarmería, que es imposible obviar el tiempo de traslado y la respectiva espera para realizar las diligencias.

Además, señaló que "la causa, a la fecha de la diligencia, se encontraba con secreto del sumario, no existiendo reclamo o atisbo de haber sido violado por persona alguna". Bajo ese mismo contexto, el hecho de que familiares de los detenidos desaparecidos lo hubieran insultado a la salida del Primer Juzgado Civil obedece a que "la fecha y el lugar de esta diligencia era conocida por muchas personas".

Por ello, Aldana dijo que no tiene facultades "para impedir a persona alguna el uso de un espacio público". Bajo esa perspectiva, habiendo actuado ajustado a Derecho, pidió rechazar el recurso.

Fue en medio de un patrullaje preventivo de carabineros de la Sexta Comisaría de Chillán Viejo que se detuvo a tres hombres, quienes fueron encontrados 'con las manos en la masa' al interior de un domicilio ubicado en calle Luis Araneda.

Según confirmó el capitán Daniel Romo, subjefe de la unidad policial, "los sujetos fracturaron la ventana de uno de los dormitorios, para luego ingresar a la vivienda y sustraer artículos electrónicos".

En este caso, ocurrido cerca de las 21 horas del día martes, los hombres identificados como Henry Gallardo, Johnny Olivares y John Labraña, retiraron un ventilador eléctrico, y al ver que no había moradores en la vivienda, salieron por la misma ventana. Sin embargo, no contaban con que funcionarios uniformados justo pasaban por el lugar, percatándose de la irregular situación.

Por ello, los carabineros se bajaron del vehículo policial para realizar un control de identidad, pero al ver este acercamiento los delincuentes optaron por huir del lugar.

De esta forma, los uniformados iniciaron una persecución que duró pocos metros, ya que lograron darles alcance. Los detenidos, que no tienen antecedentes penales, por instrucción del Ministerio Público fueron llevados hasta el cuartel de Carabineros, donde pasaron la noche, y durante la mañana de ayer, pasadas las 9 horas, se derivaron hasta el tribunal de Garantía de Chillán, lugar donde se les formalizó por el delito de robo en lugar habitado, quedando sujetos a medidas cautelares.

Cabe destacar que de acuerdo a las cifras de Carabineros de la Sexta Comisaría de Chillán Viejo, actualizadas al 30 de abril, el robo en lugar habitado ha experimentado un alza de 9%, ya que en el primer trimestre ocurrieron 63 casos, y en igual periodo de 2016 se denunciaron 58.

Danny Fuentes Espinoza

Son seis los delitos por los que el séptimo tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Santiago condenó a Ramón Olguín Díaz, quien el 23 de julio de 2015 protagonizó una huida de Carabineros en la que baleó en dos ocasiones al subteniente Óscar Muñoz, quien quedó en estado vegetativo desde entonces.

La sentencia, en total, suma 42 años de cárcel, entre otros hechos, por robos con intimidación, porte ilegal de arma de fuego, aunque la principal condena proviene del homicidio frustrado a carabinero de servicio, en este caso el subteniente Óscar Muñoz, oriundo de Bulnes.

Avezado delincuente

Los fiscales Miguel Ángel Orellana y Rossana Folli llevaron a juicio a Ramón Olguín por los hechos ocurridos el 23 de julio de 2015.

Ese día, alrededor de las 13 horas, en la comuna de Peñalolén, Ramón Olguín conducía sin casco una motocicleta, mientras era acompañado por otro sujeto, cuestión que al ser observada por el subteniente Muñoz, entonces jefe de la Sección de Investigación Policial (SIP) de la 16° comisaría de La Reina, motivó que realizara un control de identidad.

Sin embargo, "al percatarse de la presencia de los carabineros, el imputado Olguín Díaz se dio a la fuga llevando consigo una mochila que portaba, siendo seguido y alcanzado por el subteniente Óscar Muñoz Vega a metros del lugar, momento en que extrajo de un bolso un arma a fogueo transformada para ser utilizada como arma de fuego, con la que disparó al funcionario policial en la pierna. Acto seguido, le disparó nuevamente al oficial, esta vez en su cabeza, arrebatándole luego su arma de servicio para así huir del lugar".

El día de los hechos se inició un amplio operativo policial que terminó después que Ramón Olguín chocó una camioneta que robó escapando, no sin antes haber intentado sustraer otro taxi, acto en el que también profirió disparos al aire y en dirección a los policías uniformados que lo perseguían.

Desde entonces, el imputado, quien llegó a estudiar hasta segundo básico y se declaró analfabeto, se encuentra privado de libertad en un recinto penitenciario de Alta Seguridad.

Por las características del hecho, el entonces ministro del Interior, Jorge Burgos, junto al general (r) Gustavo González, visitó al oficial baleado, y además se hicieron parte del proceso judicial a través de una querella.