Fechas restantes
Chillán: 22 de junio Concepción: 23 de junio Viña: 24 y 25 de junio Talca: 28 de junio Rancagua: 29 y 30 de junio Lima: 5 de julio B. Aires: 5 de julio
Movistar Arena: El lunes 18 de diciembre estará en el Movistar Arena.
Chillán: 22 de junio Concepción: 23 de junio Viña: 24 y 25 de junio Talca: 28 de junio Rancagua: 29 y 30 de junio Lima: 5 de julio B. Aires: 5 de julio
Movistar Arena: El lunes 18 de diciembre estará en el Movistar Arena.
En "Amárrame Tour" Mon Laferte se siente a sus anchas. Después de meses presentándose en teatros y festivales en México y Estados Unidos, la viñamarina vuelve a su país natal. Ahora, y luego de la sobremediatización que implicó el Festival de Viña del Mar, con una seguridad que la eleva a figura indiscutible dentro de la canción contemporánea latinoamericana.
El pasado 15 de junio, en Osorno, Norma Monserrat Bustamante Laferte (nombre de pila de Mon) se presentó a sala llena y derrochó todo ese torrente de emociones que acostumbra, el cual, ya de manera natural, condensa tristeza, nostalgia y amor desdichado. O una especie de dicha del desamor. Fue la primera noche de su gira nacional.
"Estoy súper contenta, es extraño volver a Chile, siempre mis visitas eran para visitar a la familia", comentó ayer en conferencia de prensa, instancia en que le entregaron doble disco de platino y un stream de platino. Éste último por las más de ocho millones de reproducciones de su tema con el colombiano Juanes, "Amárrame", inédito para un artista chileno.
Hasta el 30 de junio Mon Laferte estará presentándose en once ciudades de Chile. Las entradas para gran parte de los shows se agotaron a pocas horas de salir a la venta. Tanto así que durante la mañana de ayer se anunció que hará un Movistar Arena el 18 de diciembre próximo. La cantautora ya no solo es una voz que asegura hits radiales, sino que además cuenta con un nivel de convocatoria mayor. Algo así como aquello a lo que llaman masividad.
"Me encanta el país que me recibe hoy, este Chile me encanta, siento que me está abrazando de una manera súper bonita", agrega la cantautora.
También tuvo tiempo de referirse a su timidez y el responder preguntas : "Tengo un personaje que se sube al escenario que tiene mucha más personalidad que yo", dijo.
Para el concierto en Chillán no queda una sola butaca de las 1.200 dispuestas habitualmente. Mañana a las 20:00 horas, ante un Teatro Municipal colmado, la chilena radicada en México, junto a su banda, revisitará canciones de su disco "Mon Laferte Vol.1", pero por sobre todo interpretará cada uno de los traks de su trabajo más reciente, "La Trenza". Como ha sido la tónica de los últimos meses en sus shows, muy probablemente en la capital de Ñuble se corearán sus canciones frase por frase. Es que la música aparentemente simple y sin pretensiones de Mon Laferte tiene la gracia de ser entonada al unísono por artista y público.
Después de su última experiencia en Chile, con festival televisado y premios varios de por medio, esta vuelta la trae en un momento inmejorable; discos de oro y platino, nominaciones a mucho de "lo mejor de" y colaboraciones con un abanico importante de músicos latinos.
El show que dará hoy en el Caupolicán de Calle San Diego (Santiago), por ejemplo, será registrado para luego convertirse en un DVD que resuma el espíritu de esta gira.
"Ando muy inspirada, ando creando canciones nuevas, a pesar de que acabo de lanzar un disco sigo escribiendo canciones, en ese momento estoy ahora", dijo acerca de su estado creativo.
El 28 de abril pasado, a través de Universal Music, la chilena Mon Laferte lanzó "La Trenza", quinto álbum de estudio de su trayectoria. El trabajo contiene 11 canciones.
La publicación cuenta con las colaboraciones de Juanes ("Amárrame"), de Manuel García ("Cielito de abril") y de Enrique Bunbury ("Mi buen amor"). Musicalmente se logran percibir arreglos y efectos que apuntan a un sonido más emparentado con el pop clásico. Letrísticamente, en tanto, la cantautora emprende un viaje hacia una redención luminosa y un aprendizaje de su historia personal.
Una vez terminada la gira por Chile, la viñamarina compartirá escenarios con leyendas de la música planetaria. El 12 de julio estará en el Latin American Music Conference de Nueva York; el 13 de agosto, en tanto, en el festival Outside Lands de San Francisco es parte de un mismo cartel que anuncia a The Who y Lorde.
Los días 5 y 6 de octubre se presentará en un espacio que le es familiar; el Auditorio Nacional de Ciudad de México, uno de los escenarios de mayor trascendencia en el país del norte y donde ya se presentó el año pasado.
Puede gustar o no, pero si hay algo que define a Mon Laferte es su singularidad. Y la seguridad con que la lleva adelante. Es la travesía musical de un alma en pena que deslumbra.
El show de "Amárrame Tour" que actualmente presenta bien puede escenificarse en un bar porteño medio trasnochado o en un club neoyorkino de música negra. La estética de la "propuesta Mon" se logra entender en toda su magnitud sólo con adentrarse en su particular atmósfera. El halo de misterio melancólico en el que habita resulta atrayente.
La cantautora cuenta con la capacidad -de pocos- de llevar el pulso de sus conciertos al ritmo que mejor le place. En dos horas se da un paseo emocional. Llora, baila, grita. De algún modo cada presentación de Mon Laferte parece ser una suerte de necesidad terapéutica. Ahí radica una de las bellezas de su arte: logra el deslumbre sin saber de dónde sale.