En el marco del fin de semana y las vacaciones de invierno, la PDI realizó un operativo de control operativo en el terminal de buses de Chillán, María Teresa. Fue ese el contexto en que Francisco Sandoval fue controlado, encontrándose en su bolso un contenedor de droga con 940 gramos (avaluado en $10 millones) en su interior, que tenía como objetivo ser comercializado en Chillán. Por ello, la fiscalía lo formalizó ayer por tráfico de drogas.

El imputado no cuenta con antecedentes penales, aunque por el gramaje incautado la jueza Claudia Madsen lo dejó en prisión preventiva.

Fue la madrugada del 20 de octubre de 2015 el día en que Matías Cisternas -quien en ese entonces tenía 17 años- conducía en estado de ebriedad el vehículo que terminó volcado en el sector de Curamaqui, en Quirihue, causando la muerte de dos hombres.

Pasaron casi dos años para que la fiscalía de Quirihue pidiera una audiencia de formalización por la investigación, y fue el 5 de julio el día en que el joven -ahora con 19 años de edad- fue imputado por conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte, y además por huir del lugar del accidente sin prestar auxilio a las víctimas ni dar aviso a la policía.

Así lo confirmó el jefe de la fiscalía local de Quirihue, Rodrigo Villarroel, quien recordó que el hecho ocurrió cerca de las 3.30 horas en la ruta 126, que une Quirihue con Cauquenes. "El imputado conducía en estado de ebriedad, sin tener licencia, un vehículo Susuki modelo Maruti. Venía con dos ocupantes adultos y no atento a las condiciones del tránsito, ingresando a la berma, y en un desnivel se vuelca", señaló el abogado persecutor, quien agregó que "tras el accidente, el conductor abandona el sitio del suceso y no da auxilio".

De acuerdo a los antecedentes de la investigación, Matías Cisternas es obrero. La noche del accidente salió con su jefe y un amigo de este último a beber alcohol, para luego, después de la fiesta, volver a la casa, momento en que le ofreció conducir el vehículo. Según el peritaje de la Siat de Carabineros, el imputado se habría quedado dormido al volante.

Con estos antecedentes, considerando condenas previas y que el delito está contemplado en la Ley Emilia, el juez del tribunal de Garantía de Qurihue, Fernando Tarbes, decretó la reclusión de Matías Cisternas en el Centro de Internación Provisoria de Coronel, atendido que al momento de la tragedia era menor de edad, y por eso responderá según la Ley de Responsabilidad Adolescente (RPA).

La abogada de la Defensoría Penal Pública, Rocío Burgess, presentó un recurso de amparo en favor del imputado, planteando que la resolución del tribunal no estuvo debidamente fundada y que además se debe aplicar la reclusión de los adolescentes en último término.

La Corte de Apelaciones de Chillán, por su parte, rechazó el recurso. Burgess anunció que recurrirá a la Suprema.

Molestia existe entre los vecinos del conjunto residencial Enrique Knothe, en Chillán Viejo, tras ser afectados durante el paso del sistema frontal que afecta a la zona con la filtración de agua en sus departamentos, inaugurados a fines de 2014.

"Esto viene aquejándonos hace tres años, pero ahora le damos más realce a lo que estamos viviendo porque ya es insostenible. Lamentablemente estos departamentos se están filtrando y hay presencia de hongos; las autoridades no se han hecho presentes y sólo se acercó el consejero regional Juan Díaz", comentó Juan Carlos Cares, presidente de la junta de vecinos del conjunto residencial, quien asegura que a lo menos 200 de los 300 departamentos están afectados.

Entre los vecinos vieron cómo el agua que cayó desde el viernes en la tarde, durante la madrugada y gran parte del día de ayer, se filtró entre las paredes. "En el edificio C las paredes tienen hongos, que aparecieron con la humedad que se pasa al interior de la casa, y el agua se filtra por las ventanas; además el revestimiento del departamento se está descascarando", declaró Ángel Abaroa, quien llegó a vivir al departamento el 23 de diciembre de 2014. Según dijo el mismo afectado, "cuando llueve hay que ponerle nylon a las ventanas para que deje de entrar tanta agua".

Por su parte, Yaminet Urra también se encuentra enfadada con la empresa constructora, ya que tampoco les han validado las garantías que tenían para su edificación.

"Sabemos que hay que hacer mantenciones, pero deberíamos hacerlo si es que estuvieran ahora con problemas, pero resulta que ya vamos por el tercer invierno con problemas", dijo.

Según señaló la mujer, delegada de la torre C, las irregularidades estaban en conocimiento del Serviu antes de entregar los departamentos.

"Incluso antes de recibir la vivienda vi en uno de los departamentos que había agua. Nos dijeron que era por una cañería rota del baño, pero el dormitorio estaba muy lejos de ahí, entonces quiere decir que siempre ha existido el problema de la filtración", comentó Yaminet Urra, quien ayer se durmió pasadas las 4 de la madrugada coordinando con el resto de los vecinos afectados la ayuda mutua, considerando las filtraciones y las enfermedades que son preponderantes en esta época de invierno.

"Este es el tercer invierno que pasamos acá y estamos presentando serias dificultades. Los inviernos anteriores no hubo mayor problema porque no hubo viento, pero hace unas semanas ya comenzaron los problemas", dijo Juan Carlos Cares.

Por su parte, Ana María Oliva, también vecina del conjunto residencial, calificó como un fracaso la reunión que sostuvieron ayer con un asistente social del Serviu de Ñuble, en quien confiaban encontrar una solución a su problema.

"Nos dijeron que sólo se puede postular a programas de financiamiento y eso demora entre seis meses a un año. O sea, nos dejaron igual, mojándonos y enfermándonos", dijo la mujer afectada, quien agregó: "Estamos pidiendo una respuesta. La reunión no sirvió para nada porque sólo enviaron a un trabajador social encargado. Hay vecinos a los que se le filtra el techo y esperamos una solución", finalizó.