"El camino está en muy buenas condiciones, pero no está capacitado para soportar 4 mil o 5 mil vehículos"
Álvaro Miguieles, — Gobernador de Ñuble.
"Serviu nos dejó fuera a seis grupos de personas por un simple detalle administrativo"
Gabriel Lagos, Presidente de la JJ.VV. de Villa Doña Francisca III
Está claro que nuestro planeta es el único hogar que conoce el hombre y pese a los enormes adelantos científicos y astronómicos, no se ha encontrado aún otra tierra para cobijar a la raza humana. Pese a esta realidad presente en nuestras vidas, seguimos contaminando y arrojando desperdicios al medio ambiente sin mayor preocupación y como si ello no tuviera consecuencias parta el hombre.
Los estudios, sin embargo, alertan sobre un problema cada vez más grave y de alcance global. Una investigación publicada en la revista Science Advances puso al descubierto que en los últimos 13 años se ha producido casi la mitad de todo el plástico fabricado en la historia: 8,3 mil millones de toneladas. De esta enorme cantidad, el 60% termina convertido en basura y la proyección es que a este ritmo, al año 2050 dicha cifra llegará a la friolera de 35 mil millones de toneladas.
Si sumamos a lo anterior que, por ejemplo, una botella plástica fabricada tradicionalmente de polietileno tereftalato (PET) tarda entre 100 y mil años en degradarse, nuestro planeta estará cubierto para esa fecha de más de 12 mil millones de toneladas de desechos plásticos.
Sin duda, aún hoy, es un número difícil de comprender. Ayudaría a dimensionar el problema mencionando que en la actualidad, un millón de aves y 100 mil animales marinos perecen víctimas del plástico que contamina los mares.
No se trata en ningún caso de satanizar el uso del plástico. De hecho, desde que comenzó a fabricarse en la década del 50, ha permitido innumerables innovaciones que nos han beneficiado en múltiples aspectos, pero sin duda que su producción a gran escala está generando un impacto sin precedentes en nuestro ecosistema
En la actualidad, en nuestro país se recicla apenas el 10% de los desechos que producimos, una cifra imposible de mantener en el tiempo. Hoy producimos 17 millones de toneladas de residuos por año, de las cuales un kilo la genera cada persona a través de desechos domiciliarios. Para enfrentar este problema, en 2016 se promulgó la Ley de Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor, que busca aumentar la tasa de reciclaje la un 30% a lo menos. La norma amplía los puntos verdes y creó mayores incentivos para la reutilización. Sin embargo, es necesario insistir en la responsabilidad individual tanto como la colectiva. El reciclaje debe ser parte de nuestra cultura si deseamos generar una región ambientalmente sustentable y ello debe partir de cada hogar, buscando reducir el 90% que hoy llega a los vertederos. Los municipios también pueden hacer lo suyo, pero a la fecha ninguno de Ñuble ha implementado restricciones a las bolsas plásticas en sus ordenanzas, como sí se ha hecho en 46 comunas del país.
Guillermo Coccio, ex juez que indagó casos de adopción en la provincia de Ñuble, accedió a abordar con Crónica Chillán los alcances de la indagatoria que encabezó en los 90. El exmagistrado dijo que su investigación detectó tráfico de influencias en el Juzgado de Menores de Chillán.
La acción judicial fue presentada ayer por vecinos de San Fabián, en el Tercer Tribunal Ambiental de Valdivia. Movimiento Ñuble Libre argumentó en el escrito que la calificación ambiental que validó el proyecto caducó y es ilegal. Empresa reconoce la situación y señala que "asumirá las multas o sanciones que correspondan" .
En un 13,5% aumentaron las solicitudes por cobro de cesantía durante el mes de mayo en la comuna de Chillán, totalizando 2.716 solicitudes, cifra que también es mayor a la registrada el año pasado. Al comparar las cifras con el mes anterior, en el caso de Chillán se registró un incremento de 323 solicitudes más que en abril.
La voz de la vecina de Chillán Viejo sonaba excitada, nerviosa… "Don Miguel, le tengo aquí su auto". Era una simple frase que comprendí de inmediato. Y sin preguntarlo dos veces, llamé a la PDI y a mis amigos para ir hasta el lugar.
El lunes, unos delincuentes que se movilizaban en un Mercedes Benz, me quitaban el auto aprovechando el momento en que fui a abrir el portón del garaje. Recién pasaban las 18.30 horas y el escenario estaba en Calle Rosas, muy céntrico.
Di cuenta a la PDI y a Carabineros. Pero, además, subí a las redes sociales mi rabia, mi impotencia y una foto de mi auto robado, con un gato en el motor. La propia circunstancia de la acción delictiva, que yo califico de "portonazo", más la imagen del auto con el gato negro, impactó.
Las redes sociales comenzaron a operar de inmediato, mientras las policías iniciaban sus patrullajes. Sorprendido, vi que en un lapso de horas solamente, mi Facebook indicaba que el mensaje tenía alrededor de 1.500 "compartir". El mensaje se multiplicaba, en un evidente eco masivo de ciudadanos cansados de tanto delito.
El martes, la ola seguía en aumento. Alguna autoridad llegó a decirme "estás causando alarma pública con tu caso". Y yo les respondí: no soy yo. Son los vecinos, los ciudadanos, que están cansados de vivir bajo esa constante sensación de inseguridad, con delincuentes venidos de afuera a cometer sus fechorías. Que no quieren portonazos en Chillán y que no los vamos a permitir.
El martes, saliendo a recorrer las calles por la noche con unos amigos, uno de ellos avistó mi auto robado. Lo siguió bastante rato. Pero se dieron cuenta y le hicieron una encerrona en un pasaje, consiguiendo escapar una vez más. Tuvimos entonces la certeza de que el auto estaba en Chillán.
Y el miércoles, alrededor de las 19.30 horas, un vecino vio el auto. Comprobó modelo y patente, y me avisó. Llamamos a la PDI de inmediato, y los efectivos de la Bicrim actuaron con eficacia y rapidez. Caía el telón de una obra dramática, con final feliz.
Feliz, porque se recuperó lo sustraído. Pero más aún, por la enorme ola solidaria que se levantó en torno al caso y que demuestra el poder de las redes sociales cuando se usan en causas nobles y solidarias.
Esta historia constituye la gran enseñanza de que juntos, unidos los ciudadanos entre sí y con los funcionarios policiales, podemos parar la delincuencia, hacer acciones concretas contra estos delincuentes que vienen a Chillán a rompernos nuestra paz, nuestra armonía y nuestra convivencia.
Miguel Ángel San Martín Periodista.