Debemos comenzar a pensar en grande, ahora que el futuro se amplía con el paso de provincia a Región. Ñuble debe crecer, debe responder a las expectativas creadas y debe avanzar con paso firme hacia las nuevas formas de vida que nos esperan.
Ñuble será Región. Ya se dieron los pasos básicos que así lo definen. Y se avanzó muchísimo en el concepto de la descentralización. Todo ello, con un trabajo de más de 20 años que iniciaron unos visionarios que transversalmente, imaginaron este momento.
Hemos sido capaces de construir una gran base argumental que convenció. Debemos, en consecuencia, ser también capaces de avanzar por las rutas de los grandes desafíos que nos aguardan. Es necesario, por lo tanto, hacerles honor y superar el hoy con la misma excelencia con que hemos llegado hasta aquí.
Hemos usado ingenio, hemos desarrollado la inteligencia, hemos sorteado obstáculos. Y lo grande de todo, es que lo hemos hecho unidos, sin quiebres de ningún tipo, sin recriminarnos los errores, corrigiéndonos mutuamente.
Y ahora es el momento de imaginar nuestro propio futuro. Ser capaces de pensar en grande para conseguir los cambios que nuestro Ñuble necesita y merece. Para que nuestra gente alcance mayor tranquilidad, seguridad, ilusión, de mejor calidad de vida, cotas más dignas de felicidad.
Debemos pensar nuestras ciudades y nuestros campos. Ciudades más amplias y amigables. Con ambientes respirables y puntos de encuentro ciudadano. Con parques frondosos, reciclando el aire. Con infraestructura social del máximo nivel, calles transitables y menos ruidosas. Parques para nuestros niños, cines y teatros, escuelas y gimnasios. Locales de diversión para nuestros adultos mayores. Trabajo para quien no lo tenga.
Y en el campo, desarrollar las nuevas técnicas agrícolas para obtener mayores rendimientos. Ampliar los mercados para colocar los productos y recompensar las duras jornadas de sol a sol. Buscar nuevos mercados, industrializando y modernizando la agricultura.
Y abrirnos al turismo, como nueva fuente de riqueza. Ya conocemos ese frente, pero no lo hemos explotado como se debe. Y eso exige preparación, profesionalización, adecuada atención y nueva mentalidad para atender bien y ganar nuevos amigos. En definitiva, se trata de ser capaces de iniciar el vuelo con las alas que nos acaban de poner y que fraguamos transversalmente durante dos décadas sobre el ingenio de un puñado de visionarios amantes de esta tierra. Sí, pensémoslo en grande.
Miguel Ángel San Martín, Periodista.