El avance en las obras del embalse Punilla tiene complicada a la comunidad que se verá afectada por este mega proyecto, quienes han realizado tres denuncias ante la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) y otras tres ante la Conaf.

"La subcontratista de la empresa italiana, están haciendo denuncias a la comunidad argumentando que no los dejamos trabajar. Se ha realizado varios trabajos en la zona, incluso fuera del área de influencia del proyecto, los que carecen de los permisos sectoriales correspondientes, como por ejemplo la abertura de camino vehicular para tránsito de maquinaria en el Sector de Chacayal (al sur de río Ñuble); Sondajes en zonas protegidas e Intervención del cauce del río Ñuble en varias ocasiones", denunció Lorena Navarrete, dirigenta del sector donde se construirá el embalse.

Otra de las críticas es la firma de dos convenios hechos con familias afectadas, las que recibieron vales vistas de 18 millones de pesos, por concepto de expropiación de los terrenos donde se construirá el embalse, pago que está inserto dentro de las medidas de mitigación asociadas al Plan de Desarrollo Social.

"Se han mostrado felices y complacientes de cumplir con los vecinos del sector, pero esos convenios carecen de varias medidas establecidas en el Plan de Desarrollo Social, ya que en estos documentos se desconoce su forma de aplicación. Sin embargo quien firme este convenio, se ve obligado a poner fecha para abandonar el territorio sin saber el tiempo que considera el proceso de pago. Esta situación es absurda ya que se compromete a dejar la casa, sin saber cómo y cuándo se aplicarán la totalidad de las medidas, sin saber cuándo se pagará el dinero para ubicar un terreno y vivienda y así poder realmente relocalizarse", dijo Lorena Navarrete.

Crónica Chillán se contactó con Astaldi para conocer su versión, pero no respondieron las consultas.

Tras conocerse que la próxima semana ingresará a evaluación ambiental el proyecto de un centro de tratamiento de basura en el sector rural de Llollinco, por parte de Servicios e Inversiones S.A., las organizaciones ambientalistas golpearon la mesa.

"Entiendo que este tipo de relleno sanitario no trae la clasificación previamente de su basura, por lo tanto sería un vertedero común que va a tomar toda la basura y seguirá agudizando el problema que tiene Chillán Viejo con los malos olores y con las napas subterráneas, a través de la infiltración de los componentes que se van degradando y que de ninguna forma es beneficiosa para la comuna", afirmó Andrés Parada, presidente de la coordinadora Ñuble sustentable.

La lista de empresas que hoy ubican sus oficinas en Llollinco, o en sus cercanías, son varias las que parte con el relleno sanitario e industrial Ecobio, además de contar con una planta de deposición de lodos orgánicos. También se encuentran las dependencias donde se lavan los camiones de la basura, dos plantas deshidratadoras de algas y a 4 kilómetros al poniente del sector se ubica el plantel porcino de MaxAgro, el cual es el más grande del sur de Chile.

A todas estas empresas, que se ubican a menos de 15 kilómetros de Llollinco, se suma el relleno de Enasa que fue clausurado y abandonado sin proceso de cierre en el 2002, y a unos 4 kilómetros al noroeste (camino San Rafael) otro vertedero clausurado y que hoy es una plantación de pino.

"Chillán Viejo está como el patio trasero de esta región y de varias de Chile y es una zona de sacrificio, ya que lo que pasa es que se eligen ciertas comunas para hacerlas zonas de sacrificio, el cual como movimiento ambiental nos damos cuenta que se pasa a llevar a toda la ciudadanía y gente que vive en los territorios y que sufre por estos malos olores, por la contaminación de la cual nadie se hace responsable. Es ilógico que se siga aumentando con este tipo de empresas la zona de Llollinco con vertederos", dijo Parada.

40% de reciclaje

El proyecto tiene como meta al quinto año de funcionamiento, poder reciclar un 40% del total de la basura que llegue al centro de acopio, también generará compost por medio de la lombricultura.

En tanto, el proceso de reciclaje, que se genere al interior del relleno, partirá el primer año con un porcentaje menor al 40% que se tiene como objetivo final, por lo que el resto de la basura que no se recicle irá a parar a una celda.

"No nos podemos pronunciar sobre un proyecto que aún no se ha presentado y no se ha materializado en algún documento público. Entendemos que deben existir otras zonas y que debe diseminarse también la carga ambiental en toda la región y no puede cargarse alguna comun con esta carga, no obstante a ello, nos parece relevante que los nuevos rellenos contemplen de antemano la factibilidad de segregar y separar parte de los residuos" indicó el seremi de Medio Ambiente, Richard Vargas.

Esta sería la quinta vez que la firma presenta a evaluación un proyecto de este tipo, pese a que en marzo del año pasado aseguró que no insistiría con una iniciativa en las 100 hectáreas que tienen en Llollinco.