Ingrid Acuña Caballero
Al parecer no será fácil salir del déficit hídrico que mantiene la provincia. Pese a las intensas lluvias que se han registrado durante este año, donde está presente el fenómeno del Niño, los números son rojos al comparar las cantidades históricas; aunque azules al confrontarlo con lo apuntado el 2016.
Al igual que la región del Biobío, la provincia apunta en sus principales caudales de ríos un déficit promedio de 40,5% para el período abril-julio 2017, y en julio 2017 muestra un déficit de un 43%.
"Los últimos 5 años son de sequía y este año tenemos una muy mejor condición, pero que todavía no nos acercamos a la condición histórica de registro. Creo que este año va a ser mucho mejor desde la perspectiva de la disponibilidad de agua, pero poder dar solución completa al déficit hídrico que venimos arrastrando hace rato, esto implica recargar los niveles acuíferos. No es algo que se da en un año, es un tema de largo aliento", subrayó César Saavedra, director regional de la Dirección General de Aguas (DGA).
Detalle no menor es lo observado en la cuenca del río Itata, donde se presenta una situación de déficit respecto de los promedios históricos para el período hidrológico. Abril-julio 2017 tiene un 37,3% y también una baja para julio de 2017 de un 41%, respecto del promedio histórico.
Por último, la estación río Perquilauquén en San Manuel, cauce que separa la región del Biobío de la región del Maule, pero cuya disponibilidad de agua afecta fuertemente las comunas que se encuentran al norte de Ñuble, presenta un déficit de un 53,3% en el período abril-julio de 2017 respecto del promedio histórico, y sólo para julio de 2017 el registro también es negativo con un 49,5% a la fecha, respecto del promedio histórico.
"Creemos que deberíamos tener un mejor pronóstico que el año anterior. La cantidad de agua caída va en directa relación con la cantidad del caudal de los cursos hídricos que tiene Ñuble; en este dato la relación de caudales versus la pluviometría tiene directa relación, o sea ha llovido mucho más que el año pasado y eso ha influido notoriamente en cuanto hemos cuantificado los caudales en los diferentes ríos donde tenemos estación de control", pronosticó el director regional de la DGA.
Desde la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, las cifras negativas en cantidad de agua caída llevan a proyectarse en lo que concierne a la cantidad de nieve caída, la cual podría mejorar el panorama para la temporada estival que es cuando se producen los deshielos.
"La verdad es que no vemos muchos espacios de mejora, pese a que en estos días va a llover. Esto pasa por dos cosas, primero porque se esperaba que este año, con el fenómeno de El Niño y La Niña, tuviéramos una primavera lluviosa y eso ha cambiado la temperatura de los océanos y ya no se espera que sea tan lluvioso. Entonces no hay mucho espacio para recuperar y lo que pasa es que cada día que no llueve es un día perdido, y después no podemos recuperar el espacio que queda; y por otro lado, más que ver el agua que ha pasado, nosotros como junta estamos analizado la cobertura nival, que es la cantidad de nieve almacenada en la cordillera, y ahí también vemos un déficit", aclaró Martín Arrau, presidente de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble.
De dulce y agraz
También los guarismos son de dulce y agraz en la cantidad de precipitaciones acumuladas en la estación que se ubica en Chillán, ya que al comparar los 533,6 milímetros (mm) de agua caída en lo que va del año, con lo registrado en el 2016 donde se contabilizaron 449,6 mm, se establece un superávit de un 18,7%. En tanto, los números se tornan negativos al equipararlos con el registro que se tiene de un año normal, en ese rango la comuna queda con un déficit de un 27,9%.
En tanto, para la Asociación de Agricultores de Ñuble, presidida por Álvaro Gatica, estas cifras son auspiciosas para el desarrollo de sus actividades, pese a que algunas de ellas aún mantienen su déficit. "Si bien es cierto hay un déficit en los caudales, igualmente los números son buenos, ya que hay bastante nieve acumulada, pero a pesar de todo igual estamos con un déficit del 43%. Eso sí, el embalse Coihueco, que es el que tenemos en la región, presenta un buen llenado. De todas maneras viene bastante agua para este mes, así que la situación podría mejorar", recalcó Gatica.
A nivel regional, al comparar el año hidrológico comprendido entre abril-julio 2016, con lo de este año, se apunta un superávit de 85,8%.
"Todo indica que agosto debería ser lluvioso, y bajo esa perspectiva deberíamos tender a acercarnos a la normalidad en cantidad de agua caída", dijo Saavedra.
También los porcentajes son favorables en el análisis de los datos extraídos desde las estaciones nivométricas, donde las cifras que se entregan equivalen a un milímetro de agua.
Es así como la que se ubica en la Reserva Nacional Ñuble, en el sector de Alto Mallines, detalló que al 31 de julio hay 668 milímetros, lo que cuantifica un déficit del orden del 10,9% del promedio histórico, pero que al comparar estos datos con los 20 milímetros del 2016, lo que hoy se registra es un excedente que servirá en la temporada estival.
"En los lugares donde tenemos estaciones de control de nieve acumulada, en la práctica aún no se ve reflejado en la Laguna Laja por ejemplo, porque cuando se presenten esos deshielos vamos a tener una recuperación de los niveles de acumulación de la Laguna Laja. Este año, a diferencia del anterior, han sido precipitaciones prácticamente sólida en vez de precipitaciones líquidas en ese sector, y eso nos puede dejar más tranquilos, ya que el reservorio debería tender al alza", recalcó César Saavedra.
Estado de Embalses
Los principales embalses que tiene esta región están asociados a la generación de electricidad y son los que están en la cuenca del río Bío Bío, como es la condición de la Laguna Laja, la cual además sirve para el riego y presenta un 14,6% de llenado y un 8,6% respecto de su capacidad.
"Es ahí donde va el trabajo concreto de poder estimar donde exista esta mixtura (embalses para riego y generación de electricidad), y es la mejor forma para prosperar la cuantía de agua en los meses que más se requieran, como es en la temporada de riego, para lo cual se realizan mesas de trabajo", confirmó César Saavedra.
En tanto, el embalse Coihueco, que es principalmente para el riego, tiene un 46% de llenado respecto de su promedio histórico y un 14% de su capacidad.
"Este año va a ser mucho mejor desde la perspectiva de la disponibilidad de agua, pero poder dar solución completa al déficit hídrico que venimos arrastrando hace rato, es un tema de largo aliento".
César Saavedra
Director regional de la DGA"
Trabajo en conjunto para el riego
Debido a que se deben tomar decisiones en el corto plazo en las planificaciones agrícolas, las que tienen que considerar cómo fue el año hidrológico, desde la DGA se aseguró que "tanto el Ministerio de Obras Públicas, como el de Agricultura y el de Energía, junto a los actores privados asociados al Río Laja, siguen trabajando para poder tener protocolos que les permitan asegurar el riego a los agricultores en la temporada. O sea, lo que se busca en estas situaciones es que el agua del invierno no sea turbinada con fines hidroeléctricos, sino que aseguren el riego. Ese es el trabajo conjunto que se realiza y bajo esa modalidad todo indica que hemos sido responsables en poder alcanzar acuerdos adecuados", dijo César Saavedra.
Situación en Ñuble
Cuencas de Ñuble
La provincia apunta en los principales ríos un déficit promedio de 40,5% para el período abril-julio 2017 .
Río Diguillín
Se presenta una situación de déficit respecto de los promedios históricos para abril-julio 2017 con un 49,7%, y también una baja para julio de 2017 de un 47,1% respecto del promedio histórico.
Situación nivométrica
La estación Alto Mallines al 31 de julio registró 668 milímetros, lo que cuantifica un déficit del orden del 10,9% del promedio histórico. En tanto, el 2016 solo registró 20 milímetros.
Embalse Coihueco
Principalmente para el riego tiene un 46% de llenado respecto de su promedio histórico y un 14% de su capacidad.
Agua caída en Chillán
El informe de precipitaciones detalló que hasta el 31 de julio hay 533, 6 milímetros de agua caída, lo que generó un superávit de un 18,7% con respecto al 2016.
40,5% déficit presentan los caudales de la provincia para el período abril-julio 2017 y sólo para julio de este año a la fecha, los registros detallan un déficit de un 43%.
46,7% de llenado Registra el embalse Coihueco, respecto a su promedio histórico y de un 14% de llenado respecto de su capacidad, cuyas aguas sirven para el riego agrícola.