"El arresto de Jorge Hidalgo es un acto de justicia, no de venganza"
Brígida Hormazábal, Presidenta
del Colegio de Profesores de Ñuble.
"Tenemos la conciencia tranquila, porque sabíamos que en cierto modo esta cuestión era una injusticia"
Jorge Hidalgo, — Alcalde de Bulnes tras su arresto.
Las estimaciones más optimistas señalan que al actual cementerio de Chillán le podría quedar espacio para 7 años más; ello, sólo si se administra con ingenio, ya que la verdad es que en dos años más el tradicional camposanto emplazado en calle Sepúlveda Bustos se quedaría sin lugar para destinar a nuestros difuntos.
Ad portas de la creación de la XVI Región de Ñuble, que transformará a Chillán en una capital regional, y basado en las proyecciones crecientes de población en virtud de esta nueva condición administrativa, es que esta problemática municipal debe ser resuelta con urgencia y pensando en la mayor conveniencia para la ciudad.
Hoy, el camposanto alberga en sus 17 hectáreas de terreno a 250 mil difuntos y visionariamente se ha implementado en el recinto espacios para destacar a aquellas figuras del arte y la cultura que allí descansan y que en vida contribuyeron a posicionar el nombre de Chillán y Ñuble en los más alto como capital cultural. Hoy forman parte del Parque de los Artistas, una iniciativa que ha permitido resaltar el patrimonio humano de la gente de esta tierra y un espacio de veneración especial para sus seguidores y admiradores de su legado.
Más allá de ello, ha llegado el momento de que la actual administración resuelva cómo proyecta el cementerio de Chillán para los próximos 15 o más años, para lo cual dispone de dos opciones claras. La primera y más factible consiste en ampliar el camposanto actual con la compra de terrenos aledaños, lo que reduciría trámites burocráticos y permisos especiales. La segunda, de más compleja tramitación, consiste en buscar un nuevo emplazamiento dentro de la comuna que cumpla con los requisitos que exigen las autoridades.
Paralelamente se ha visto estancada la posibilidad de realizar una inversión para un crematorio, basado en experiencias positivas a nivel nacional. No obstante a no requerir una gran inversión, tampoco ha contado con el apoyo decidido de las autoridades para buscar su financiamiento.
Es cierto que en la comuna existen opciones de cementerios privados, pero que no están al alcance de todos los sectores socioeconómicos, por lo que al no contar con un recinto municipal deben buscar alternativas inclusive fuera de la comuna de origen.
El fallecimiento de un ser querido es una de las situaciones más traumáticas y dolorosas para una familia. El contar con un espacio digno donde sepultar a sus deudos debe ser, por tanto, una prioridad y tener la urgencia necesaria, tal como ya lo visualizan algunos ediles de la urbe.
Finalmente, el alcalde de Chillán, Sergio Zarzar, decidió no unirse a la propuesta realizada por su homólogo chillanvejano, Felipe Aylwin, quien buscaba un gran acuerdo intraregional para solucionar la problemática de contaminación, gestionando la utilización de gas natural con el fin de disminuir los índices de toxicidad en el aire.
Solo en la remodelación de cinco plazas y espacios públicos de la provincia se invertirán $3 mil 368 millones y medio, una cifra alta que espera generar espacios urbanos amplios y que conciten el interés de la gente por volver a ellos. Serviu trabaja en el diseño de proyectos para Trehuaco, El Carmen, Coelemu, Cobquecura y Quirihue.
Artículo por artículo, con el presupuesto reajustado a casi $19 mil millones, tres provincias y sus capitales. Así será la sesión del miércoles 31 de agosto, luego del receso por la semana distrital, cuando la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización del Senado vote en particular el proyecto que crea la XVI Región de Ñuble.
La cifra es pavorosa: 11.798 personas murieron en entre 2005 y 2016 mientras se encontraban en lista de espera para recibir atención mediante el plan AUGE. Aguardaron un promedio de 655 días, hasta que sus organismos no resistieron más y se rindieron. Naturalmente, las explicaciones abundan: escasez de médicos, falta de coordinación interna y un sistema de reclamo poco eficiente. Pero, así como ante los tribunales las explicaciones agravan la falta, en materia de salud causan nada menos que la muerte del paciente.
Cuando anunció el GES, con la parafernalia adecuada, se proclamó que significaría el fin de la desprotección en salud, especialmente para los más modestos. Con la misma espectacularidad, se informaron en los años siguientes incorporaciones de coberturas de enfermedades más que graves. Tal pareció que viviríamos, si no eternamente, por lo menos en un mundo feliz, como el que concibió Aldous Huxley. Los trastornos de salud y el dolor quedarían atrás. Y, lo que era mejor, con un plazo máximo de atención. Si no se cumplían los afectados podrían recurrir a la legislación, que les brindaría amparo. Aunque Fonasa aseguró que muchos fallecieron por males ajenos a las patologías AUGE, lo concreto es que murieron esperando.
A esta dramática realidad, se suman los 196 rechazos de atención en los hospitales en el primer cuatrimestre del presente año. La salud y la vida están por encima de las ideologías. Lo que requieren son decisiones, voluntad, excelencia de atención, respeto por la vida de los compatriotas, especialmente por los que tienen menos.
En el AUGE, hay otra realidad que poco y nada se menciona. Las atenciones y los retiros de fármacos implican pagos de una "canasta". Si bien no son cantidades cuantiosas, suman y suman y afectan al presupuesto de los modestos. A esto se agregan las limitaciones de los remedios. Se prescriben, por lo general, los de menor precio. Por ejemplo, en el caso de la artrosis, nadie puede ni siquiera soñar con que le recetarán colágeno, "porque es muy caro".
El GES no es gratuito. Cada persona paga parte de su cotización mensual para tal efecto. No tiene las características solidarias que algunos les atribuyen. De hecho, como en su mayoría se preocupa de las enfermedades crónicas, hasta hay médicos tratantes que asumen una actitud indolente, aburrida, con preguntas de rutina, para luego repetir, una y otra vez, por años, la receta anterior.
La guinda de la torta. Una encuesta de la U. Andrés Bello y GfAdimark reveló que el 74,8% de los pacientes califica con apenas un 4 o una nota inferior la atención pública de salud, especialmente por el tema de las listas de espera. Cuando el Papa Juan Pablo II visitó Chile, advirtió: "Los pobres no pueden esperar". En este caso, también hay que decirlo con claridad: los enfermos, pobres o de cualquier tipo, no pueden esperar.
Raúl Rojas, Periodista y Académico.