Carolina Collins
En medio de los remakes, secuelas y precuelas que inundan la pantalla grande, son pocas las películas de comedia que dan que hablar. Menos aún las comedias románticas que trascienden a los prejuicios con el género y que logran a encantar a un público masivo.
Esa ha sido la diferencia que este año ha marcado el estreno de "Por eso lo llaman amor", una de las películas más comentadas del verano estadounidense, que llegó a los cines nacionales el jueves recién pasado y que con una historia de amor real logra esa escasa y difícil combinación entre risas y emociones.
Cintas como "Cuando Harry conoció a Sally" (1989), "Sintonía de amor" (1993) y "Notting Hill" (1999) podrían ser nombradas entre los verdaderos clásicos del canon, que cada vez parece tener menos exponentes que destaquen entre los estreno más taquilleros que aseguran millonarios retornos a los estudios y productoras.
El género que han cultivado realizadores como la fallecida Nora Ephron, Richard Curtis ("Realmente amor") y Woody Allen, por nombrar algunos de sus mayores exponentes, sumó este año un nuevo título destacado con "Por Eso Lo Llaman Amor", cinta que protagonizan la actriz estadounidense Zoe Kazan (34) y el paquistaní Kumail Nanjiani ("Silicon Valley").
Éste último fue quien junto a su esposa, la guionista Emily V. Gordon, coescribió este "dramedy" (mezcla de drama y comedia) que está parcialmente basado en su verdadera historia de amor.
En la película, Nanjiani mismo interpreta a Kumail, un joven comediante de origen paquistaní que se presenta en un club en Chicago y que, además, trabaja como conductor de Uber. Él se enamora de Emily (Kazan), una estudiante de sicología con quien empieza a salir hasta que el choque cultural entre ambos los distancia.
La familia de Kumail está decidida a concertar un matrimonio arreglado con una mujer musulmana paquistaní.
Es en medio de esa tensión que Emily sufre una extraña enfermedad que obliga a los médicos a ponerla en coma. Es durante ese período que Kumail conoce a los padres de su novia, interpretados por Holly Hunter y Ray Romano.
De ahí que Kazan en realidad pasara más de la mitad de la película en coma, en este filme producido por Judd Apatow, otro nombre vinculado a la comedia romántica que ha dirigió títulos como "Virgen a los 40" (2005), "Ligeramente embarazada" (2007) y "Esa chica es un desastre" (2015).
Una historia real
"Me sentí realmente atraída por Kumail y Emily cuando los conocí", cuenta la actriz, que es nieta del destacado director Elia Kazan ("Nido de ratas"). "Esta película me importaba y me importa. Nuestro estreno fue el día de la Inauguración de Sundance y siempre sentí que esta es la película correcta, en el momento adecuado, en el lugar correcto", agrega sobre la cinta que desde su debut en ese destacado certamen recibió sólo buenos comentarios de la crítica que no dudó en calificarla como "divertida" e "inteligente".
En 2005, Kazan se graduó de la Universidad de Yale y debutó al año siguiente, en el teatro, en el circuito alternativo conocido en EE.UU. como "off-Broadway", en la obra "The Prime of Miss Jean Brodie", protagonizada por Cynthia Nixon ("Sex and the City").
Fue por esos años que, ante la escasez de ofertas laborales, dio un giro hacia la escritura. "Yo tenía 22 ó 23 años y conseguía un trabajo cada cuatro o seis meses. Yo estaba como ¿qué voy a hacer?, ¿sólo voy a beber?, ¿ir al gimnasio? No me sentía conectada conmigo misma en absoluto, así que tomé una obra que había empezado en la universidad y así comencé a escribir de una manera más seria", recuerda.
Desde entonces ha participado en más de 15 largometrajes y en series de televisión y actualmente está trabajando en la obra postapocalíptica "'After the Blast", de su amiga Lila Neugebauer. "Siento que después de este año, voy a estar lista para un pequeño descanso", agrega la actriz, quien además protagoniza la película "Max", que dirigió la actriz y guionista, Lena Dunham ("Girls") que todavía no se ha estrenado.
"Me sentí realmente atraída por Kumail y Emily cuando los conocí (...) Esta película me importaba y me importa". "No me sentía conectada conmigo misma, así que tomé una obra que había empezado en la universidad y así comencé a escribir de una manera más seria"."
