"Es gente que está definitivamente nerviosa por perder sus cargos"
Manuel Bello, — Candidato a diputado del PPD, por destrucción de su propaganda.
"Es un gran adelanto y seguridad, ya que ahora podemos circular por la noche más tranquilos"
Elizabeth Troncoso, — Presidenta JJ.VV. de Villa Primay,
Fue en la última sesión del concejo municipal de Chillán que el alcalde Sergio Zarzar, dio a conocer la finalización del sumario en el Daem, que se inició hace un año, y que dejó a tres funcionarios desvinculados de sus funciones y a otros tres que fueron sobreseídos. Tras la notificación, tienen cinco días para hacer sus descargos.
Si al proceso judicial que enfrenta la alcaldesa Lorena Jardúa, por presunto acarreo electoral, se le suma la contraposición entre un dictamen de contraloría y un fallo del Tribunal Constitucional, es ahora el tribunal electoral del Bío Bío el que deberá pronunciarse por un requerimiento de tres ediles que piden la suspensión de su cargo.
Una investigación de las causas del accidente de un nuevo carrobomba por el Departamento de Estudios Técnicos, quienes hicieron el peritaje sobre el carro que tenía una garantía con la empresa a la que se adquirió, determinó que la responsabilidad recaería sobre el maquinista que esa noche dirigía el móvil de emergencia.
A veinticuatro horas del inicio del periodo en que los candidatos pueden desplegar su propaganda electoral en las calles, el escenario era verdaderamente lamentable. Palomas botadas, con los rostros de los postulantes a un cupo en el Congreso o el Consejo Regional cortados, o derechamente destrozadas. Eso era lo que los ciudadanos de Chillán podían ver en avenidas como Vicente Méndez, Argentina o Ecuador, donde se habilitaron espacios para el despliegue de este tipo de estrategias de campaña. Lo que los chillanejos no vieron, sin embargo, fueron las denuncias de los candidatos por el robo descarado de sus palomas y así evitar que su mensaje llegue al electorado.
Se trata, ni más ni menos, del retorno de la "campaña sucia" entre quienes aspiran a un cupo de representación popular. Y si bien algunos de los afectados atribuyeron lo ocurrido simplemente a vandalismo o a la acción de detractores de la política, la repetición de estos hechos durante la misma jornada de ayer daba a entender otra cosa, un trabajo realmente organizado y destinado a dañar la propaganda, algo que creíamos que se había erradicado de las campañas políticas.
En agosto pasado, el Servel dio a conocer un Manual de Consulta de Campaña y Propaganda de las Elecciones 2017, en el cual si bien no existen sanciones específicas a quienes se sorprendan destruyendo propaganda electoral, sí cada candidato está obligado a llevar un registro de sus brigadistas y a denunciar hechos que pudieran constituir delitos o faltas graves cometidas por ellos, so pena de multas que van desde las 5 a las 50 UTM.
Sin embargo, ya es conocido de procesos electorales anteriores, que existen personas que reciben dinero a cambio de la destrucción de "las palomas" y al no estar inscritos en los registros de brigadistas, de ser sorprendidos sólo arriesgan multas de menor cuantía. ¿Sirve entonces la fiscalización del Servel? En este tipo de casos de inoficiosa, por lo complicado que resulta primero sorprender en el acto a los responsables y, en segundo término, porque no son sancionadas por este organismo.
Claro que los chillanejos no están obligados a ser mudos testigos de este tipo de conductas y, de sorprenderlas, deben denunciarlas a la autoridad competente, en este caso a Carabineros de Chile o la PDI. Las redes sociales también son un buen instrumento para generar una "sanción social" a quienes atenten contra el derecho democrático de los electores a poder emitir su voto informadamente.
El lema de la próxima visita del Papa Francisco a Chile es "Mi paz les doy", evocando el saludo de Jesús resucitado en medio de los asombrados discípulos, que dejan atrás el temor y acogen la misión de proclamar sin miedo la buena nueva del Reino de Dios, que había predicado el Señor. La paz es la característica central de la experiencia vital de los que creen en el Dios de la vida, que se hace presente y anima a sus seguidores con el Espíritu Santo, en todo tiempo y lugar.
El lema de la visita de Francisco, nos invita a comprometernos con el presente y el futuro, en un esfuerzo de construir un Chile reconciliado y en paz, embarcándonos en una tarea hermosa que nos conduce a leer nuestra historia pasada situando la dignidad de la persona humana al centro. La paz que inundó los corazones de los apóstoles también llena nuestras existencias y nos regala la esperanza que conduce a la paz.
Cuando nos visitó el Papa Juan Pablo II las tensiones en Chile eran muchas, había división, discordia y deseos de entrar en un nuevo tiempo de participación y democracia. Muchos dijeron entonces que no era el momento para una visita papal, la realidad dejó en evidencia que nunca será el mejor momento y que la sola visita del sucesor de Pedro es una bendición incomparable e instrumento de paz para muchos.
La memoria agradecida nos ayuda a no olvidar que la visita de Juan Pablo II marcó un cambio de actitud y regaló los ímpetus para el encuentro que llevó a la democracia y a nuevos tiempos de justicia y paz. En los peores tiempos de la tormenta política y radicalización de posiciones, la figura del Papa siempre es fuente de bendición para los pueblos. En el caso de Francisco, nada lo atemoriza ni aleja de los más carenciados y pobres del mundo. En medio de amenazas y temores, no deja de estar presente en los lugares donde se concentra la violencia y la guerra, convirtiéndose en un mensajero de paz para muchos.
Junto al Papa Francisco, estos meses previos a su visita, estamos llamados a generar vínculos de unidad, alejarnos de la discordia, rechazar la violencia, construir puentes de diálogo y encuentro, en un ambiente de respeto a la diversidad que nos regala la paz del Señor. Francisco nos viene a llamar a una nueva actitud para comprender que Chile requiere, más allá de los bienes materiales y el justo desarrollo integral, de una profunda vivencia de valores que conduzcan a la vida plena.
Carlos Pellegrin Barrera, Obispo de Chillán.