Acuerdo de gas con Argentina deja abierta una posibilidad para Ñuble
ENERGÍA. Sin embargo, este histórico "swap" energético con el país transandino permitirá por el momento solo el intercambio en la zona norte del país.
El acuerdo entre Argentina y Chile por la concreción del primer swap energético de la historia, con el envío desde el lado transandino de un volumen de cuatro millones de metros cúbicos de gas natural, revivió los intentos por proyectos energéticos que contribuyan a la descontaminación ambiental en la intercomuna.
Sin embargo, por el momento, el gas enviado desde Argentina -que provino de la provincia de Neuquén y se trasladó por medio del gasoducto GasAndes- no tendría mayores repercusiones en la Región de Ñuble.
"Por ahora, el acuerdo de gas permite el intercambio en la zona norte del país", indicó la seremi de Energía, Carola Venegas, que de todos modos cree que puede ser el reinicio de un intercambio energético que comenzó a fines del siglo pasado.
En esa misma perspectiva se mostró el presidente del Consejo de Administración de Copelec, Carlos Iturra, quien descartó en el corto plazo retomar uno de los proyectos impulsados por su antecesor y que consistía en generar la venta de gas licuado domiciliario.
"Por el momento creo que no, porque ahora estamos dedicados 100% a la parte eléctrica. Mientras no dejemos las líneas operativas y entregar la energía sin mayores problemas, no podemos repensar en otro tipo de inversiones", comentó.
Otros intentos
En la búsqueda de fuentes energéticas que pudiesen reemplazar la leña, principal combustible utilizado por los chillanejos para calefaccionarse en los meses de invierno y periodos fríos, surgió la propuesta del gas natural.
El "Diagnóstico del Mercado de la Leña en Chile", elaborado por el Ministerio de Energía y a cargo de Departamento de Economía de Universidad de Chile y la Universidad Austral de Chile -dado a conocer por este medio el año pasado-, arrojó que 4,7 m3 sólidos por año se consumen en viviendas de la capital de Ñuble.
A ello se añaden los grados de contaminación por la presencia de material particulado fino (principalmente MP 2,5), dañino para la salud, que contribuyó hace dos años a la implementación del Plan de Descontaminación Ambiental en Chillán y Chillán Viejo.
Esa fue una de las razones que motivaron a Copelec en 2014 a prospectar la idea del negocio del gas licuado domiciliario, cuya propuesta original consistía en establecer un acuerdo con la Cooperativa Calf, la más grande de Argentina y ubicada en Neuquén.
Después de varias tratativas con autoridades y de manejar otras alternativas, como traer gas desde la planta regasificadora de Enap en Linares, la idea se archivó y el nuevo directorio de la distribuidora eléctrica se focalizó ahora en el negocio que da vida a Copelec desde hace más de 60 años.
En forma paralela, el senador Felipe Harboe gestionó con el gerente general de Enap, Patricio Tokman, para realizar un estudio de estimación de costo, el que consideró el precio e internación desde el terminal GNL de Quintero a Pemuco.
Sin embargo, sus resultados imposibilitaron la idea subsidiar el gas en la zona en el corto plazo.
Esa conclusión también la resaltó el ex ministro Máximo Pacheco, quien el año pasado señaló en respuesta a un oficio del legislador ñublensino Carlos Abel Jarpa, que la aplicación de un subsidio a este energético generaría "distorsiones de mercado" los que serían difíciles de mitigar.
En el escenario actual, a través de este "swap" energético, aunque promisorio, sólo dependerá de las negociaciones y el balance comercial.
"Este intercambio es un precedente de la voluntad de ambos gobiernos por fortalecer el intercambio energético y sienta las bases para la utilización de la infraestructura existente en Biobío (y Ñuble), que ahora dependerá de las opciones comerciales", comentó la seremi de Energía, Carola Venegas.
Acuerdo energético
Argentina y Chile concretaron el fin de semana pasado el primer "swap energético" , cuya operación total involucra un volumen total de 4 millones de metros cúbicos de gas natural.
Estos envíos fueron articulados por ENAP, por el lado chileno, y por ENARSA, estatal de energía Argentina.
Por ahora este acuerdo de gas permite el intercambio en la zona norte del país.
El acuerdo podría sentar las bases para el uso de la infraestructura en Biobío.