Por suerte, el mar no tiene nada que ver con la belleza. Y menos con la soberanía. En un desconocido concurso de Reina Hispanomericana de Belleza, en Santa Cruz, Bolivia, una candidata chilena, cuyo nombre recuerdo perfectamente haber olvidado, encontró una manera original de conseguir aplausos. Consultada sobre el tema, no vaciló en responder: "El pueblo chileno está con Bolivia. Sigan luchando por sus intereses. El mar les pertenece a ustedes". Naturalmente, el público presente, encabezado por el vicepresidente del país vecino, reaccionó con una ovación. El siempre listo Evo Morales se apresuró a elogiarla vía twitter y a destacar la "importancia" de sus palabras.
La respuesta en cuestión, en primer término, refleja ignorancia. La candidata nacional, que figuró entre las diez más finalistas, desconoció que existe un tratado vigente, libremente suscrito por ambas naciones, que data de 1904, veinte años después de la guerra. Y no sólo no tiene idea de su contenido, sino que se atrevió a incursionar en una materia que es de exclusiva competencia del gobierno de Chile, en nombre de todo el país.
¿Quién nombró a la candidata embajadora de Chile? ¿O se sintió diplomática por desfilar en traje de baño? ¿Quién le informó que es la representante del pueblo? ¿Quién le dijo que no puede emitir opiniones sobre asuntos de soberanía, y menos cuando existe una virulenta campaña boliviana y se ventila un juicio en la Corte Internacional de La Haya? ¿Sabe que ese tribunal, por importante que sea, tampoco podrá pronunciarse sobre soberanía? ¿Dónde están o estaban los patrocinadores del concurso, que no le advirtieron que no debía pronunciarse sobre materias como ésta?
Con todo el respeto que merezcan, este tipo de concursos, lo cierto es que son de belleza, y no de soberanía. La candidata se salió de tiesto. Una cosa es tener bonito rostro y bonita figura y ser elegida finalista y otra es pronunciarse sobre nuestra soberanía. Estoy seguro de que la muchacha en cuestión no ha leído jamás una encuesta según la cual más de 80% de los chilenos rechaza otorgar mar soberano a Bolivia. Afirmo que no conoce las múltiples facilidades de libre tránsito y acceso al mar que Chile mantiene hoy con Bolivia, sobre todo a través de los puertos de Arica, Iquique y Antofagasta. No tengo la menor duda de que no sabe que en 1975, efectivamente, Chile ofreció una salida al mar soberana Bolivia, al norte de Arica, a través de un corredor, a fin de no cortar su soberanía. No se trató de un regalo, sino de una propuesta de canje territorial. Perú se opuso.
Tal parece, después de este relato, que las futuras candidatas a reinas de belleza deberán recibir un curso de historia de Chile antes de seguir postulando. No faltará el lector (a) que tilde esta columna de antifeminista. Error. No es un ataque contra las mujeres, sino una defensa de lo que pertenece a Chile.
Raúl Rojas, Periodista y Académico.