Apuestan por establecer viñedos en la precordillera de Ñuble
VITIVINICULTURA. Viñatero del Valle de Aconcagua realizó un convenio con la aceleradora de negocios de AgroWine Lab para poder potenciar sus viñas cercanas a Pinto y valles interiores.
Los viñedos de cepas finas europeas que están establecidos en la antigua Región del Bio Bio y que ahora forman parte de la Región de Ñuble han sufrido por muchos años el problema de la valorización de su potencial de calidad debido a que no se han logrado posicionar en la mente de los consumidores, además de la alta competitividad de otros valles como Colchagua, Maule y Curicó.
Tampoco han generado una estrategia de marketing de vinos adecuada que explique los atributos, fortalezas y alta calidad que se puede obtener si se manejan de forma adecuada los viñedos, considerando que los viñedos de prestigio y de alta calidad en Europa y Estados Unidos se encuentran en zonas de condiciones agroclimáticas muy similares, y aún más adversas que Ñuble.
Es un hecho que reconocidos enólogos de viñas nacionales compran uva de zonas cercanas a Chillán, pagando precios sobre el promedio por Cabernet Sauvignon y Syrah, pero todavía no es un valor agregado señalar en la etiqueta que proviene de esta región, situación que lentamente está cambiando gracias al esfuerzo de productores locales de uva y vinos que han hecho un trabajo lento y constante para mejorar la calidad.
Debido a este desafío de entregar valor agregado a una actividad económica que está tomando fuerza en Ñuble, un viñatero del Valle de Aconcagua realizó un convenio con la aceleradora de negocios de AgroWine Lab con operaciones en Concepción y Santiago para poder potenciar el establecimiento de viñedos en la zona pre-cordillerana de Ñuble, en sectores cercanos a Pinto y valles interiores que podrían tener un micro clima especial para el crecimiento de la vid.
En este desafío de buscar nuevos sectores para establecer viñedos en la pre-cordillera, el ingeniero agrónomo Maximiliano Morales, consultor en marketing de vinos de AgroWine Lab y fundador de Andes Wines, viajó a California para dictar la charla "History of Ancient Cultivars in Chile, Old Vine Rescue Projects in Chile", que fue realizada en el Instituto Robert Mondavi de UC Davis.
Fue después de esta charla que el agrónomo visitó las zonas de Sonoma, Napa y Calistoga hacia la zona montañosa de California donde se encontró con una flora y condiciones agroclimáticas similares a las de la precordillera de Ñuble y terminó de concretar los planes trazados los últimos años.
Morales actualmente asesora en marketing de vinos a la Viña El Escorial de propiedad de Rodrigo Espinosa Carey que está en la zona de Panquehue, a 5 kilómetros de San Felipe, empresa que hace unos años estableció un viñedo experimental de montaña que recientemente fue elegido entre los 10 terroirs más extremos de sudamérica según la Revista Decanter de Inglaterra en un reportaje realizado por del Master of Wine, Alistair Cooper.
El proyecto en el Valle de Aconcagua fue co-financiado por CORFO y se llamó "Adaptación de diferentes variedades y portainjertos de vides para producción de vino en altura en la Cordillera de la V región", donde se generó material genético de alta calidad adaptado a las condiciones de altura y clima frío, cuyo plantel madre es el Viñedo de Altura ubicado a 1.600 metros sobre el nivel del mar, en plena cordillera de los andes.
Es justamente este material genético- estacas de Syrah, Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Pinot Noir- que están en el Cajón del Río Colorado, camino a Portillo, el que será el puntapié inicial para poder establecer el primer viñedo de montaña en la Región de Ñuble, razón por la cual, AgroWine Lab realizará en las próximas semanas una charla en Chillán para dar a conocer los atributos y beneficios de establecer viñedos en la precordillera frente a empresarios y entidades público privadas relacionadas al rubro vitivinícola.
Queda en evidencia que si se planifica e investiga donde se puede establecer nuevos viñedos en Ñuble, es posible generar una nueva actividad económica que entregue la rentabilidad necesaria para hacer la inversión, además de vinificar de forma adecuada, sin olvidar en invertir en una estrategia de marketing vitivinícola que posicione el nuevo terroir de producción para producir un vino que puede llegar a costar sobre los USD330 dólares la caja de 12 botellas, muy por encima de los 29.4 dólares que alcanza actualmente la caja exportada de Chile.