Cuando era Jorge Mario: los recuerdos de párroco de Chillán con el ahora Papa
VISITA. Entre 2003 y 2004 el sacerdote Luis Rocha vivió en Buenos Aires cuando el arzobispo era la actual máxima autoridad de la Iglesia Católica. Aquí repasa aspectos de su personalidad.
A un día del inicio de la visita oficial que realizará a Chile el Papa Francisco, los feligreses y medios de comunicación se preparan para las cuatro jornadas que el líder eclesiástico pasará en el país. Uno de ellos es el párroco de la Capilla San Juan de Dios y vicario judicial y para la pastoral de la Diócesis Chillán, Luis Rocha, quien hace 14 años tuvo contacto con el argentino.
En 2003, el sacerdote fue enviado por el obispo de Chillán de aquel entonces, Alberto Jara, a Buenos Aires, para estudiar Derecho Canónico en la Universidad Católica de dicha ciudad.
"Llegando a Argentina, el encargado de buscarnos hospedaje a los sacerdotes que íbamos de afuera era el cardenal arzobispo de Buenos Aires, el hoy Papa. El hospedaje que me entregó fue en la Basílica Santa Rosa de Lima, donde hay mucha afluencia de peruanos. Allí estuve dos años. Fue en ese momento en que comencé a conocerlo, antes no tenía idea de quien era", parte recordando Luis Rocha, en momentos en que alista el viaje de la diócesis local a Temuco, donde el jefe del Estado Vaticano estará el miércoles 17 de enero.
La memoria del párroco refiere a los años en que Jorge Mario Bergoglio se desempeñó a la cabeza de la iglesia bonaerense y argentina, entre 1998 a 2001 y de 2001 a 2013, respectivamente. "En varias ocasiones, por distintas situaciones, nos encontramos al interior de la universidad. También coincidimos en algunas misas de la Catedral de Buenos Aires. De hecho, en esos dos años me tocó renovar los votos sacerdotales y era él quien presidía la misa", describe.
Según el cura Rocha, la austeridad siempre fue un sello característico de Bergoglio y lo pudo comprobar viéndolo llegar en subte (el metro trasandino) a reuniones y convenciones, así como supo de primera fuente que el acérrimo hincha de San Lorenzo de Almagro renunció a habitar una amplia casa que el Estado argentino le provee a todos los cardenales de turno.
"Pasada Semana Santa, allá acostumbran a celebrar la Pascua y se va a una casa de retiro que tiene la arquidiócesis fuera de la capital, al que van muchos sacerdotes a tener un día de convivencia. En esa celebración recuerdo que llegó el cardenal con los demás obispos auxiliares y comenzó a saludar a sus curas con un apretón de manos y un beso en la mejilla, como se acostumbra en Argentina. Uno de los sacerdotes le recordó que yo era chileno y él solo me dio la mano, como adecuándose a mi idiosincrasia", cuenta.
Y prosigue: "Tuve un encuentro más trivial con el actual Papa en junio de 2004. El obispo Jara viajó y tuvo audiencia con él, a la que lo acompañé. Mi intención era esperar en algún salón mientras ellos conversaban en la oficina; sin embargo, Jorge Mario me convidó a pasar y participé de todo el encuentro, que duró unos 45 minutos. Ahí pude observarlo y hacerme una idea más acabada de cómo era".
El religioso cree que el sucesor de Benedicto XVI mantiene la esencia que lo caracterizaba; una, a su juicio, de mucha prudencia y diálogo. Eso sí, considera que ha incorporado un elemento positivo a su forma de actuar: la risa. "Era una persona que inspiraba confianza, pero tremendamente seria, nunca lo veías riéndose. Era muy observador y pausado para hablar", comenta.
Respuesta con rúbrica
El 13 de marzo del año 2013, Jorge Mario Bergoglio era nombrado como el nuevo Papa de la Iglesia Católica. La repercusión fue planetaria; se trataba del primer latinoamericano en llegar a la cima del Vaticano. De la lista de nombres disponibles, se quedaría con el de "Francisco".
En mayo de ese mismo año Luis Rocha, a miles de kilómetros de Roma, redactaba una carta dirigida a la nueva autoridad eclesiástica, para felicitarlo por su nombramiento. Además, aprovechaba de hablarle de su familia y su labor sacerdotal en Ñuble, al tiempo que le recordaba el hecho de haber compartido con él en Buenos Aires. Envió la misiva a través de correo postal, como cualquier persona, vía Nunciatura.
"Estando en Santiago en una asamblea nacional, un obispo se acercó y me puso al tanto de que tenía correspondencia del Vaticano. Al ver la tarjeta, mi sorpresa fue mayor: el Papa escribió con su puño y letra, dirigiéndose a mí y a los feligreses de acá", rememora.
¿Habrá sido un fetiche como el famoso papel de "los 33" que Sebastián Piñera se encargó de pasear por medio mundo en su primer mandato?
"Se la enseño solo a la gente de más confianza. En mi familia, por supuesto que todos tienen copias. La original la tengo enmarcada", cuenta.
Hablar de los abusos
La organización a cargo de la visita papal confirmó que Francisco se reunirá con víctimas y familiares de detenidos desaparecidos de la dictadura de Pinochet. En cuanto a personas abusadas por integrantes de la iglesia chilena, aún no hay claridad de si se materializará algún tipo de contacto. "Es algo que, seguramente, va a enviar una señal muy importante. Hay que hablar de estas cosas con claridad, siempre se puede hacer más al respecto", dice el cura Rocha sobre el cariz de la visita.
El "caso chileno" (como se ha denominado a la serie de denuncias por delitos contra párrocos durante el último tiempo) se estaría discutiendo a nivel de la curia vaticana.
Visita papal
Cuatro días: Del 15 al 18 de enero estará el mandamás de la Iglesia Católica en Chile. Tendrá actividades en Iquique, Santiago y Temuco.
Visita oficial realizará el argentino. Viene en doble condición: de jefe de Estado y autoridad ecleciástica.
Gastos. La estadía del Papa en Chile tendrá un costo de $10 mil millones, de los cuales el 70% recaería en el Estado.