Europa está siendo afectada seriamente por un temporal de nieve, lluvia y viento, de graves consecuencias. Es una corriente siberiana de mal tiempo que cubre el viejo continente y que causa numerosas pérdidas humanas y enormes daños materiales.
Los expertos señalan que es el cambio climático en toda su magnitud, sin posibilidades de predecir el futuro que le dejaremos a las generaciones que nos sucedan. Porque lo que está ocurriendo es responsabilidad única de nosotros mismos. No hemos sabido cuidar nuestro planeta. Nuestro entorno se vuelve hostil, porque nosotros mismos lo hemos hostilizado hasta el cansancio.
Nuestro medio ambiente nos comienza a pasar la cuenta y no sabemos todavía hasta dónde llegaremos, si es que llegamos. Porque ya vemos cómo van desapareciendo especies, como se va extinguiendo la vida en nuestro planeta. Y nosotros también somos parte de ese paisaje.
Muchos lo han advertido desde hace tiempo. Y no les hemos hecho caso. Ahora, cuando la naturaleza nos dice que va avanzando este cambio, haciéndolo con violencia inusitada, reaccionamos y adoptamos medidas que, aunque son tardías, apuntan a una mejora de las condiciones generales del medio ambiente.
Por ejemplo, Europa ya ha dicho que los vehículos a combustión por petróleo no podrán circular más por las grandes ciudades. El próximo quinquenio es el plazo para que vayan desapareciendo tales vehículos. En España es muy raro que alguien compre hoy un auto que utilice petróleo. Buena advertencia para Chile, donde siguen siendo codiciados por quienes quieren ahorrar en combustible.
También se usa mucho la educación a la hora de depositar las basuras. Por ejemplo, en mi barrio tenemos en cada cuadra contenedores especiales para depositar papel, plástico, metales y vidrios. En mi casa -como lo hace todo el mundo-, contamos con tres tipos de basureros, también destinados a cada producto, con el fin de facilitar los reciclados.
En el comercio, las bolsitas plásticas hay que pagarlas, para ir "castigando" su uso indiscriminado. Y se potencia el uso de las bolsitas reciclables o no contaminantes. Muchos llevamos bolsas de tela en los bolsillos o plegadas en el interior de los autos.
En fin, por este lado del mundo, donde las consecuencias del cambio climático se informan y analizan en profundidad, existe la conciencia de que debemos hacer algo más para cuidar nuestro entorno. En Chile debiéramos masificar esta información, porque en ello, como lo vengo diciendo desde hace años, nos va la vida.
Miguel Ángel San Martín Periodista.