Algunos hechos marcan los últimos días del segundo mandato de la Presidenta Bachelet: La difusión de su "legado", el fin de la Nueva Mayoría, una serie de conflictos de especial envergadura: como el caso Huracán, la detención de Ricardo Palma Salamanca en París, la paralización de la licitación de Transantiago, y la formalización del Hijo de la presidenta por presunta estafa. Desde 2016 en adelante, la Moneda pasó a concentrar sus esfuerzos en concretar su legado con una ambiciosa agenda de propuestas de corte social. Si su primer gobierno se enfocó en la protección social; su segunda administración tendrá en su sello el intento de resguardar los derechos sociales.
Su mayor reforma fueron los cambios en Educación pero el oficialismo profundizó su desorden, que terminó con una dolorosa derrota en la elección municipal. En la centro derecha se demostró que el triunfo presidencial estaba a la vuelta de la esquina. Por la izquierda, comenzaba a emerger el Frente Amplio que daba una sorpresa en Valparaíso.
Las principales figuras de la nueva mayoria hablaban de un golpe que estaba "indisolublemente ligado" a la trayectoria del Ejecutivo. La Moneda, en tanto, pedía "dejar atrás" los personalismos. Fue el comienzo del fin en el poder. El gobierno hizo un especial esfuerzo por reforzar el mensaje positivo respecto de su gestión, lo cierto es que el legado del segundo Gobierno de la Presidenta Bachelet nos mostró un programa de gobierno que generó conflictos e incertidumbre desde que fue anunciado y que fueron profundizándose mientras se aprobaban las reformas que contemplaba.
Las dificultades de gobernabilidad, cuyo máximo símbolo es el inédito nombramiento de tres Ministros del Interior y de tres Ministros de Hacienda, en solo cuatro años, los resultados económicos críticos para Chile, como muestran prácticamente todos los indicadores. A si mismo una expresión de los resultados de su Gobierno, es la persistente mala evaluación que enfrentó la Presidenta Bachelet desde mediados del primer año de mandato, que a 7 días de terminar se mantiene en rangos modestos.
De acuerdo a la encuesta Cadem, la evaluación se mantiene con poca variación en los últimos dos meses, con un rechazo de casi 10 puntos mayor a la aprobación. Solo un 39% aprueba la gestión de la mandataria, mientras un 48% la rechaza. La mala gestión económica, la restricción de la libertad de las personas, el ideologismo exacerbado, el aumento de la delincuencia y de la pobreza, la mala gestión en Salud y la una agenda desconectada de las necesidades de las personas hizo fracasar el proyecto político de la nueva mayoría y nos dejan un sabor amargo, en este caso parece que ese dicho que dice "las segundas partes nunca fueron buenas" se ha hecho realidad.
Frank Sauerbaum
Diputado por Ñuble. Ingeniero Comercial-MBA.