Censo 2017 reveló que en Ñuble nacieron 27.822 niños menos que en 2002
ÑUBLE. En 2002, las mujeres tenían un promedio de 1.7 hijos, mientras que en la última medición la media fue de 1.4. Pese a baja, la tasa de fecundidad en la región es superior en un 0.1% al promedio del país.
El cada vez mayor acceso a estudios superiores, al mundo del trabajo, la realización personal, los elevados costos en educación y el exceso de concentración de la población (genera deficiencias de habitabilidad) en los sectores urbanos, son parte de los factores que hacen por lo general postergar la maternidad, provocando una baja en la tasa de fecundidad. Es decir, la relación que existe entre el número de nacimientos ocurrido en un cierto periodo de tiempo y la cantidad de mujeres en edad fértil (15-49 años) en el mismo lapso.
Al igual que en la mayoría de los países desarrollados, la fecundidad en nuestro país ha ido a la baja. De acuerdo al Censo 2002, las mujeres en Chile tenían en promedio 1.6 hijos, cifra que bajó en la medición del 2017, a 1.3. En tanto que en Ñuble se pasó de 1.7 el 2002 a 1.4, según los resultados del Censo 2017. Al analizar las comunas (ver tablas anexas) que registran una mayor tasa de fecundidad destacan en la medición censal de 2002, San Fabián (2.04), Coihueco, El Carmen y Trehuaco, con 1.9 hijos promedio respectivamente. Por su parte, el 2017, resaltó Yungay con 1.5.
En tanto, en ambos registros, Chillán tuvo la menor tasa de fecundidad: el 2002 fue de 1.5, mientras que el 2017, ésta llegó al 1.2. "Esto se puede explicar porque tradicionalmente la gran parte de la población se asienta en el sector urbano, el que debido a la gran cantidad de personas que debe albergar tiene condiciones de habitabilidad reducidas en términos del tamaño de casas, por lo que muchas familias deciden tener menos hijos", puntualizó el sociólogo Guillermo Ampuero, docente de las universidades Inacap y Pedro de Valdivia de Chillán.
Planificación
Según Ampuero, en los años 60 la tasa de fecundidad era de 4.6 hijos por mujer, frente al 1.4 que es la actual para Ñuble y el 1.3 a nivel nacional.
Este cambio en la estructura de la población que se enmarca dentro del fenómeno de transición demográfica, proceso que principalmente viven los países desarrollados y que se caracteriza porque la pirámide de población se va invirtiendo, "las personas mayores se convierten en el segmento más amplio, dificultando que se produzca el reemplazo; es decir, la fecundidad mínima (2.1 hijos por mujer) para que una población se mantenga indefinidamente en el tiempo sin disminuir su volumen", afirmó el sociólogo chillanejo.
Junto con el tema demográfico, en la disminución de la tasa de fecundidad -a juicio de Ampuero- intervienen diversos factores, como por ejemplo el mayor acceso a la educación superior, y de paso al mundo laboral, generando mayores expectativas en hombres y mujeres. "Antes de ese cambio, la mujer tenía hijos antes y en mayor número. En cambio, el tener mayores expectativas profesionales y personales ha hecho que postergue la maternidad, teniendo el primer hijo alrededor de los 30 años", sin embargo, en su mayoría las mujeres nacionales mantienen una expectativa de ser "madres" y tener al menos dos hijos, precisó el docente universitario.
Tendencia mundial
Para Jaime Rebolledo, doctor en Geografía y académico de la Universidad del Bío Bío, uno de los puntos que favorece la disminución de la fecundidad tiene que ver con el modelo económico. "Es súper restrictivo desde el punto de vista de la natalidad, pues hay individualismo, primero el auto, la casa y los hijos quedan para el final", remarcó.
A la hora de soluciones para poder modificar la situación, Rebolledo es más bien pesimista, pues la baja de fecundidad es un fenómeno que se da a nivel global. "Es muy difícil sino cambia el modelo económico, y se implementan políticas sociales como subsidios a las familias de menores ingresos más coherentes en educación, salud, aspectos claves que se deben asegurar al momento de tener un hijo. Sin embargo, no se vislumbra que esta situación pueda revertirse, ya que está comprobado que en los países desarrollados esa es la tendencia y Chile la está reproduciendo sin serlo", lamentó Rebolledo.
A juicio del ingeniero comercial y académico de la UBB, Ariel Yévenes, la marcada reducción de población económicamente activa que se evidenciará en Chile respecto de poblaciones pasivas más numerosas, hace un imperativo emprender con perspectiva de mediano y largo plazo procesos tendientes a incrementar decididamente la productividad. "Tanto la educación y capacitación, como las inversiones relacionadas a la aplicación de tecnología de punta en los sectores productivos, constituyen un factor cardinal de desarrollo sostenido", remarcó Yévenes.
Uno de los aspectos más sensibles que trae consigo el envejecimiento de la población, es el tema previsional. En ese sentido, Yévenes precisó que con ello se vuelve dificultoso pensar en sistemas de reparto que superen la capitalización individual, "pues los montos de aporte requeridos desde el sistema productivo serían cada vez mayores para solventar los requerimientos de una población pasiva cada vez más numerosa, de no mediar saltos importantes en los niveles de productividad por una parte, y tal vez de extensión del tiempo laboral, retrasando la jubilación", sentenció el académico de la Universidad del Bío Bío.
"Los montos de aporte requeridos desde el sistema productivo serían cada vez mayores para solventar los requerimientos de una población pasiva cada vez más numerosa".
Ariel Yévenes
Académico de la UBB."
Mientras más tarde, menos posibilidades
Al control exitoso de la natalidad, que comenzó como política pública bajo la administración de Eduardo Frei Montalva en la década del 60, según el ginecólogo Carlos Rojas se han agregado factores que no estaban presentes en aquella época, y que explican el envejecimiento de la población. "Entre ellos están temas de estudio, laborales y de desarrollo profesional, lo que hace que se postergue la maternidad por parte de las parejas, que están teniendo sus hijos tardíamente, lo que disminuye la posibilidad que la mujer pueda tener un mayor número de hijos por mujer, ya que desde los 35 años baja la fertilidad", detalló el facultativo.
ANTECEDENTES
Tasa de fecundidad
Es la relación que existe entre el número de nacimientos ocurrido en un cierto periodo de tiempo y la cantidad de mujeres en edad fértil (15-49 años) en el mismo lapso.
Fenómeno Global
La disminución en la fecundidad es una situación que se repite tanto en Chile como en el resto de los países, principalmente los desarrollados.
Motivos
Entre las razones para que la mujer tenga cada vez menos hijos influyen aspectos como el mayor acceso los estudios, el desarrollo profesional y temas económicos.
Soluciones para revertir
Se vuelve dificultoso pensar en sistemas de reparto que superen la capitalización individual. Lo anterior, ya que los montos de aporte requeridos desde el sistema productivo serían cada vez mayores para solventar los requerimientos de una población pasiva cada vez más numerosa.
1.4 es el promedio de hijos que tiene la mujer en la región de Ñuble, según los resultados que arrojó el Censo de Población, que se efectuó el año pasado en nuestro país.
968 mujeres en edad fértil viven en San Fabián, de acuerdo a la última medición censal, 237 más que en la del 2002. Pese al aumento, la cordillerana comuna es la que tiene menos mujeres que podrían ser madres en Ñuble.