Nadie coloca en una duda que la tecnología ha sido un gran aliado para todos. Las redes sociales han sido capaz de poder reencontrar viejos amigos, no depender solo del celular para comunicarse, buscar trabajo, facilitar el trabajo diario, tener grupos de amigos etc. ¿Pero que pasa cuando la tecnología, las redes sociales o hasta el mismo celular dirigen nuestra vida y hasta nuestro comportamiento? Se han hecho diversos estudios que aseguran que la práctica del estar mucho tiempo en el celular y en el mundo virtual puede tornarse peligrosa.
Estamos hablando de Nomofobia. Este término se utiliza para describir la angustia causada por no tener acceso al celular, y puede variar desde una ligera sensación de incomodidad hasta un ataque grave de ansiedad por no acceder a la red. Lamentablemente cada vez vemos más personas actuar de esa forma. El whatsaap, facebook, instagram están controlando muchas veces nuestra vida. ¿Tan así? Claro que sí, es parte de la famosa realidad virtual que muchos de nuestros jóvenes viven, encerrados en su mundo cien por ciento virtual.
Según un estudio presentado por Washington el 48% de los jóvenes de la población mundial que pasan más de cinco horas al día conectados al móvil ha sufrido depresión, aislamiento o tendencias suicidas.
Lamentablemente he sido testigo de que muchas personas hoy en día desayunan, almuerzan y cenan con el celular en la mano viendo cuales son las últimas actualizaciones de las redes sociales no consiguiendo desapegarse. Estamos conscientes de las ventajas de la tecnología y los teléfonos inteligentes, pero también debemos darnos cuenta que muchas veces se puede tornar perjudicial para nuestra salud mental.
"Es hora de que se regule a la industria tecnológica para que haya un equilibrio entre las ventajas y desventajas sobre el uso de los dispositivos digitales", afirmó James Steyer, director y fundador de Common Sense Media, una ONG que promueve la seguridad en las redes. Deberíamos equilibrar nuestra relación con las redes sociales y con la tecnología propiamente tal. Debemos vivir y aceptar nuestra realidad, y no vivir otra que no existe y que solo está en un celular.
Hoy en día debemos aprender a estar más presentes como personas, poder conversar, fortalecer relaciones cara a cara y no con un aparato tecnológico. Nos falta mirarnos a los ojos, escucharnos, conversar y conocer más a las personas que tenemos a nuestro lado y enseñar a los más adolescentes que la vida no se reduce a un celular o un aparato tecnológico. Debemos entender que si el mundo no nos gusta tenemos que cambiarlo, pero ese cambio comienza por nosotros mismos y no por evadirlo o reemplazarlo por un mundo que no es real y solo virtual.
Joaquín Pincheira Lagos, Periodista y Coach de inteligencia.