Andrés Mass Olate

Si bien en Ñuble, el fenómeno migratorio no ha alcanzado la magnitud de ciudades como Antofagasta y Santiago, la presencia de extranjeros ha ido en aumento. De hecho, en lo que va de este año hasta el 23 de mayo en Ñuble hubo 4.553 solicitudes de visa en sus distintas categorías, según indicó Carlos Ruiz, encargado del departamento Extranjería y Migraciones de la Gobernación de Ñuble.

Según información entregada por el Hospital Herminda Martín de Chillán (HHM), durante el 2017 llegaron al mundo 2.721 bebés, de ello 42 corresponden a hijos de padres extranjeros, 14 de los cuales eran haitianos. Sin embargo, dicha cifra ha sufrido un explosivo aumento durante el actual año. Lo anterior, pues hasta abril en el principal centro de salud de Ñuble, de los 964 partos, 45 corresponden a madres foráneas. Es decir, en cuatro meses ya se superó el número de nacimientos acontecido en todo el año 2017.

Excelente atención

Siempre es complejo traer un hijo al mundo, y más hacerlo en un país ajeno. Sin embargo, para los haitianos residentes en la capital de Ñuble ese proceso ha estado lejos de ser traumático. "Las mujeres han sido muy bien atendidas, incluso mejor que cualquier persona que vaya al hospital. Tienen prioridad y para nosotros es muy valorable que se le otorgué preferencia antes y después del parto, situación que en mi país no se da, ya que el sistema público de salud es deficiente. La única manera sería ir a una clínica privada", remarcó Bolívar Delanoit, quien actualmente el presidente del Comité 1804, agrupación que reúne a haitianos en Chillán.

A juicio del representante de la comunidad haitiana, el único problema que han debido enfrentar, tiene que ver con la barrera idiomática. "Tenemos accesos a controles, al nacer nuestros niños tienen su nacionalidad chilena, pero el idioma ha sido complicado, estamos aprendiéndolo, pero sería bueno que pudiera implementarse un sistema de traductores, pues eso ayudaría bastante", explicó Delanoit.

Políticas estatales

Junto a las mejores perspectivas económicas y de estabilidad, uno de los aspectos que los migrantes venezolanos privilegiaron a la hora de escoger a Chile para asentarse, tiene que ver con la cobertura de la salud pública.

La chileno-venezolana Gabriela Navarrete, llegó a Chillán proveniente desde Santiago con tres meses de embarazo de su segundo hijo. Desde ese momento, la actual presidenta de la Organización de Migrantes Latinoamericanos (OML) con sede en la capital de Ñuble, recuerda que comenzó a controlarse en el Consultorio San Ramón Nonato hasta que llegó el momento de dar a luz.

"Tuve a mi segundo bebé en el Hospital de Chillán, donde el trato fue como al de una clínica privada en Venezuela, así que doy fe de la buena atención y la preocupación que hay por ese momento tan especial para las mujeres", precisó.

A juicio de Navarrete, lo anterior es posible en parte gracias a las políticas estatales, "las que favorecen para que las mujeres puedan tener un embarazo y parto en buenas condiciones", acotó la chileno-venezolana.

"En Chile a través del Programa Chile Crece Contigo, se da apoyo y se le hace un seguimiento a la mamá y al bebé, se le entrega su ajuar y se nota preocupación. Ello nos hace sentirnos acogidos por el buen trato, se nos entrega todos los medicamentos", remarcó la presidenta de la OML.

Lo anterior, a juicio de Navarrete, ha sido muy bien evaluado por sus compatriotas, puesto que en su país ni siquiera en una clínica privada se les puede garantizar el contar con los medicamentos e insumos necesarios para antes y después del parto.

Cabe recordar que el programa Chile Crece Contigo es el Sistema de Protección Integral a la Infancia que tiene como misión acompañar, proteger y apoyar integralmente, a todos los niños, niñas y sus familias, a través de acciones y servicios de carácter universal, así como focalizando apoyos especiales a aquellos que presentan alguna vulnerabilidad mayor, y su eslogan es "a cada quien según sus necesidades".

Entre los principales logros de esta política pública en la provincia destacan la entrega de 27 mil 366 ajuares y el aumento de la lactancia materna exclusiva de un 54,9% en 2012 a un 62,6% en 2016.

Idioma no es barrera

El ginecólogo Carlos Rojas, recuerda que le ha tocado atender un par de cesáreas de mujeres haitianas. "Si bien ha sido un poco complicado por la barrera idiomática, no ha sido un factor determinante para entenderse con ellas ni menos realizar una atención de calidad como toda mujer merece. Salvo el idioma, en ginecología los protocolos están muy bien diseñados, por lo que encuentro que no es necesario hacer modificaciones", explicó el facultativo.

Al ser consultado de acuerdo a su experiencia, si el actual sistema está preparado para atender esta nueva realidad derivada del fenómeno migratorio, el doctor Rojas manifiesta cierto escepticismo sobre el tema.

"La verdad es que dado los escases de camas en ciertos periodos es difícil estar preparados para cualquier cosa. En estos días hemos pasado por un apuro crítico de camas, no dando a basto ni para nacionales ni inmigrantes. Es difícil saber el por qué se ha producido esta situación, pues la tendencia era que la mayoría de los partos se produjeran en primavera, pero no sabemos porque, pero estos se han adelantado, teniendo harto trabajo durante esta semana".

El contacto del doctor Rojas no se ha limitado al parto, sino también a controlar a mujeres haitianas en estado de gravidez, lapso en el cual se ha percatado que junto con que algunas madres llegan a tener sus hijos sin tener los controles previos, además tienen algunas patologías y pueden hacer más peligroso el embarazo. "Como médico clínico me ha tocado atender a varias pacientes haitianas, entre las cuales hay bastantes mujeres jóvenes con hipertensión, lo que hace que el embarazo sea un poco más riesgoso", sentenció el doctor Rojas.

nacimientos de extranjeros son los que produjeron el 2017 en el Hospital Herminda Martín de Chillán. 42

de los nacimientos de extranjeros en el Hospital de Chillán entre el 2017 y abril de 2018 son de ciudadanos haitianos. 46%