El gran hermano
Señor Director: El presidente Piñera, dijo que continuaran con la presión policial aunque saturen los tribunales. En principio uno podría decir que son loables los esfuerzos por disminuir la delincuencia y los niveles de inseguridad ciudadana. Bien por el gobierno en ese caso. Pero tenemos que tener cuidado con caer en lógicas populistas.
El riesgo de la declaración presidencial puede llevar a niveles poco saludables la coacción estatal. Pues mayor presión policial, significa mayor poder y menor libertad. Tras el incremento en el numero de detenciones no necesariamente hay disminución de la delincuencia. Solo hay efectividad, pero no un país más seguro.
Esperemos que haya prudencia en el actuar, y no caigamos en el gran hermano supervigilante, que bajo el argumento de protegernos, sea el cancerbero de nuestra libertad.
Esteban Montaner.
Mayores y listas de espera
Señor Director: Los servicios del Estado y las organizaciones de la Sociedad Civil que nos dedicamos al cuidado de personas mayores, nos estamos enfrentando a un preocupante fenómeno, que se agrava cada día con el acelerado crecimiento de la población: las elevadas listas de espera. La demanda va en aumento y la oferta es completamente insuficiente.
Ejemplos hay de sobra, comenzando por el Senama, que registra una lista de espera que supera la capacidad de las residencias que administra. Hoy cuida a 591 adultos mayores y son más de 600 los que postulan por un cupo. La misma realidad vivimos organizaciones sin fines de lucro como Fundación Las Rosas, Hogar de Cristo y Fundación San Vicente de Paul, por nombrar algunas, que recibimos cientos de llamados diarios para acoger a personas mayores. Nosotros, en Fundación Las Rosas, atendemos más de 200 contactos al día de familiares, vecinos, autoridades comunales, hospitales o de los propios adultos mayores, que debido a su nivel de dependencia, pobreza o enfermedad solicitan ayuda y esperan una respuesta positiva de aceptación. Lamentablemente, eso no siempre resulta así; nuestra lista de espera supera actualmente las 1.300 personas y muchas veces sentimos impotencia al no poder hacer más por ellos.
Chile envejece y no debemos quedarnos de brazos cruzados. Es urgente crear políticas públicas eficaces para enfrentar este fenómeno y que el Estado y la Sociedad Civil trabajemos en asociatividad para desarrollar dispositivos de atención, desde Centros Día hasta Establecimientos de Larga Estadía para Personas Mayores (ELEAM), que ayuden a subsanar este serio desafío país.
Sabemos que los cambios no son inmediatos. Pero en este caso, resulta urgente comenzar lo antes posible. Por eso, con mucha humildad, este 22, 23 y 24 de junio los invitamos a que "No Pasen de Largo" y abran su mente y corazón, y colaboren en la Colecta Nacional de Fundación Las Rosas. Las personas mayores más pobres de Chile necesitan de la solidaridad de cada uno de nosotros.
Claudia Castañeda, directora de Desarrollo de Fundación Las Rosas.
Más seguridad
Señor Director: Cuando votamos por un presidente, queremos un representante y dirigente que implemente lo necesario y guie a la nación por el mejor camino posible; ello incluye contar con trabajo, vivienda, educación, justicia, seguridad, orden, respeto, libertad, etc.
Sabemos que nuestra nación enfrenta hoy como nunca un mal en aumento como es la delincuencia en todas sus formas y seguro debería ser ésta una de las principales tareas de cualquier gobierno.
Por ello y por éste medio y todos los posibles deberíamos insistir al presidente en que no ceje en esfuerzos para avanzar y poder entregar más seguridad a sus ciudadanos, en que no acepte presiones políticas de nadie y de ninguna índole que opaquen el objetivo. Señor presidente no más impunidad y aguas tibias, nuestro pueblo lo necesita. La nación entera se beneficiará y lo agradecerá.
José Manuel Caerols Silva.
Dieta parlamentaria
Señor Director: Un grupo de Congresistas buscan disminuir su dieta parlamentaria y extrapolar está exigencia a otros cargos de la función ejecutiva del gobierno, como Ministros, Subsecretarios, y Directores de primer y segundo nivel. Esta alternativa se fundaría en el hecho que estos cargos tienen remuneraciones exageradamente altas, teniendo presente los niveles de desigualdad de Chile.
La opción es mala debido principalmente al hecho que aumentaría drásticamente la brecha entre la enorme responsabilidad que otorgan los cargos de Estado y su beneficio laboral. Lo que claramente generaría esta alternativa es fijar un desincentivo importante para los profesionales con mayor capacidad gerencial, tanto del mundo privado para entrar al servicio público, como de aquellos directivos públicos actuales que tengan interés por entrar a sectores estatales claves, pero conflictivos, como educación, justicia y salud. También podría afectar la promoción del mérito dentro del servicio civil y el desarrollo de la carrera funcionaria.
Rafael Pastor, Director Escuela de Derecho, U. Central.