Discriminación
Señor Director:Me refiero a dos aspectos vigentes en nuestro país, relacionados con discriminación: La inmigración haitiana y el rechazo de vecinos al proyecto del alcalde de Las Condes, de construir un edificio para gente trabajadora ya arraigada en el barrio alto.
Me parece que la inmigración de haitianos carece de un elemental estudio respecto al problema que se desea mitigar: si es Chile quien necesita cubrir algún déficit laboral o el país desea ayudar a otras nacionalidades en graves problemas de existencia vital, como sucede en Haití y Venezuela, dramáticamente. Chile también mantiene casos dramáticos. Nuestro país no ha podido resolver sus casos internos sobre supervivencia de su población desamparada, pese a los esfuerzos democráticos de los últimos gobiernos. Si la caridad comienza por casa, en Chile equivocamos el foco porque mantenemos problemas discriminatorios internos pendientes, como el de Las Condes. Y si un alcalde desea abordar el problema interno, es rechazado.
Conociendo la idiosincrasia de nuestras propias poblaciones desamparadas, mi temor es que aquellos que reciban un bien raíz a costo muy bajo, prefieran venderlo y retornar a su estado abandonado junto a sus auténticos vecinos, y disfrutar su lotería ganada. Asumo que los departamentos aludidos no pueden venderse ni traspasarse sin el control municipal.
Observo con temor la invasión de haitianos intentando integrarse con la dificultad de su idioma tan propio que a los franceses les dificulta entender. Y su falta absoluta de especialidades.
David Benavente
Gobierno
Señor Director:Con el cambio de mando en La Moneda aun en nuestra retina, una de las tantas razones por las cuales las familias votaron por el presidente Sebastián Piñera, fue porque las reformas estructurales impulsadas por la administración saliente afectaron la inversión y el trabajo.
Esta situación sembró de desesperanza en miles de hogares, ya que el trabajo es catalogado por muchos economistas el mejor programa de gobierno que puede existir , el trabajo es directamente proporcional al Producto Interno Bruto (PIB) de un país, aumenta la recaudación fiscal por medio de los impuestos a las personas y a las empresas, es un mecanismos de movilidad social y en definitiva logra que las familias dejen de depender del Estado y puedan depender de sus propias habilidades, de esta forma los recursos financieros estatales aumentan las arcas fiscales y se destinan a la población económicamente pasiva, constituida por los niños, adultos mayores y personas invalidadas para trabajar, de esta forma la redistribución se logra desde los que trabajan a los que no pueden trabajar y no quitar a los ricos para dárselo a los pobres como mecanismo de redistribución de la riqueza.
Gonzalo Valdés Lufi
Chile, Ñuble y Chillán
Señor Director:Una larga experiencia de vida, me indica sin lugar a la mas mínima duda, que cuando se arma un equipo humano, con la finalidad que lidere y administre la formación y el posterior desarrollo de una institución pública, para que esta sirva a la comunidad en su conjunto, el peor error que se puede cometer, es elegir a los integrantes de este equipo, por su filiación política.
Salvo muy pocas excepciones que justamente confirman la regla, los sujetos seleccionados por ese parámetro, son totalmente inadecuados para cualquier tipo de representatividad o gestión, ya que sus mentes y sus capacidades están concentradas, en un sector muy limitado del amplio espectro que significa una comunidad humana.
Al ser este el modelo de selección, usado de la misma manera, por las distintas corrientes políticas, lisa y llanamente, no tenemos futuro a la vista. Los únicos que tienen un futuro asegurado, al menos por cuatro años, con sueldos totalmente inmorales, son los seleccionados sin mérito alguno, salvo ser adictos a un partido político.
Frank Enrique Steinbrecher F.
Sequía legislativa
Señor Director:Esta semana fuimos testigo de la Cuenta Pública del Congreso, donde los presidentes de la Cámara y del Senado -ambos del PS- dieron cuenta, ante la ciudadanía, de una robusta actividad legislativa alimentada tanto por proyectos que vienen desde el Parlamento mismo como desde el Gobierno actual. ¿De qué sequía legislativa estaban hablando entonces?
Valentina Ramírez