Alumnos del taller de gastronomía le pondrán sazón a restoranes de Quillón
INCLUSIÓN. Panaderías y otros centros culinarios recibieron a los futuros maestros de cocina en su prepráctica.
Ansiosos y con una sonrisa que difícilmente podrían borrar de sus caras, comenzaron su prepráctica seis de los 15 alumnos del Taller Laboral del liceo Luis Cruz Martínez de Quillón, quienes durante todo el año se prepararon para aplicar todo lo aprendido en el rubro de la Gastronomía.
Con capacidades distintas, pero no menos conocimientos, los estudiantes acudieron con sus profesores a sus lugares de trabajo, entre los que se contaban restoranes, panaderías y pastelerías de la comuna.
"Este Taller Laboral comenzó en 2015 con un plan de estudios aprobado por el Mineduc, donde nos propusimos dar la oportunidad a jóvenes en situación de discapacidad de trabajar e insertarse en el rubro de la Gastronomía, tomando en cuenta que Quillón es una comuna turística y tiene muchos lugares donde desenvolverse. Ha sido una linda experiencia que comenzó el año pasado y la verdad la recepción de los empresarios y trabajadores ha sido fabulosa", indicó la coordinadora del Programa de Integración de la municipalidad.
Discapacidad intelectual, síndrome de Down, trastorno del espectro autista, parálisis cerebral e hipoacusia severa; son algunas de las condiciones que presentan los candidatos a maestros de cocina. Y si bien es cierto ello complica en cierta medida su aprendizaje e inserción en el mercado laboral, no la hace imposible. Eso lo demuestran a diario, ya que dentro de la cocina su condición desaparece y son tan o más expertos que los propios maestros cocineros.
"Yo ya había teñido experiencia en cocina con niños con discapacidad y jamás he tenido problemas, todo lo contrario. Son cooperadores y trabajadores. Uno tiene que adaptarse a ellos al principio, pero finalmente para mí son niños normales que saben hacer su trabajo", contó Ruth Chávez, maestra de cocina del restorán Posada Tranque Viejo.