A las 12:30 horas de ayer, en la intersección de calles Los Puelches y Los Andes, se unieron los cortejos fúnebres que trasladaban los restos de María José Fuentes (18) y Ángelo Ricciardi (19) pareja de pololos que falleció el pasado domingo producto del incendio fulminante de la cabaña donde permanecían, en Recinto. La Caravana de autos prosiguió por el sector céntrico de la ciudad y pasó por el Colegio Chillán, casa de estudios de ambos.
La columna llegó hasta la Catedral de Chillán, lugar en el que se llevó a cabo una misa de despedida, ante la masiva presencia de asistentes, entre familiares, amigos, profesores y parte de la comunidad que quiso acercarse de manera natural.
En cerca de una hora, y en medio de fotos alusivas a los jóvenes, decenas de ofrendas florales y estandartes del colegio, se describió el espíritu de la pareja y se envió aliento a los padres, quienes decidieron despedir en conjunto a las dos víctimas del trágico siniestro.
Entre los asistentes, además, se pudo observar a autoridades locales; concejales, parlamentarios y el alcalde de Chillán, Sergio Zarzar. Este último llegó en compañía de varios funcionarios municipales, ya que los padres de María José desempeñan labores en la casa edilicia.
Quienes también llegaron a dar el adiós a sus amigos fueron los sobrevivientes del incendio en Recinto. Todos se mostraron aún profundamente consternados por lo sucedido.
Tras la ceremonia en el templo católico, el funeral prosiguió hasta el Parque Las Flores, donde se sepultó a ambos en la misma fosa, por decisión de las familias directas.
Agradecimientos
Pese a la traumática experiencia que han atravesado durante toda esta semana, ayer los padres de María José Fuentes y de Ángelo Ricciardi se dieron tiempo para agradecer las "enormes muestras de cariño" que han recibido en estos días, lo que quedó de manifiesto en la ceremonia de despedida.
"Aquí ha llegado toda la gente que los quiere, pero también gente que ni siquiera los conocía, entonces no puedo decir más que gracias a todos. Ellos hubiesen querido esto, así como se amaban, siempre decían que estarían juntos. Él le decía 'mi mujer' nunca le dijo 'polola'. Obvio que ellos querían quedar juntos. Eran para toda la vida", comentó Patricia Candia, madre del fallecido joven.
Juan Ricciardi, padre de Ángelo, igualmente dijo estar "realmente tan emocionado: no tengo palabras para agradecer lo que ha hecho la gente para venir a acompañar a mi hijo. Me cuesta mucho hablar. Es un homenaje, mi hijo era un buen niño, un joven como todos que quería disfrutar su juventud. Lamentablemente ocurrió una desgracia, pero lo que sembró es todo el cariño de la gente. La decisión de sepultarlos juntos fue mutua con la familia de 'Coté'".
Por su parte, María Teresa Rubio, madre de María José, quiso hablar en nombre de la familia. "No nos esperábamos (la alta presencia de asistentes). Estoy feliz porque querían mucho a mi hija, por eso a lo mejor se me ve tranquila. Sé que ellos están felices, se fue junto a su amorque es lo principal. Ella lo amaba. Nadie los pudo separar, ni si quiera la muerte", expresó.
Despedida privada
Antes de los funerales de María José Fuentes y Ángelo Ricciardi, se efectuó el de Vicente Rubio (19) en un templo evangélico -credo profesado por la familia-, dentro de la ciudad, en la mañana de ayer. Los padres del tercer fallecido en el incendio de la cabaña en Recinto, habían indicado que los restos de su hijo estaban siendo velados en su hogar, en el sector de Campos de Doña Beatriz, aunque prefirieron guardar en reserva el lugar del funeral, el que se desarrolló en forma privada. Así se les dio despedida a las víctimas fatales, quienes participaban de un cumpleaños en el lugar del siniestro.