A fines de los años noventa, nacía en la ciudad de Valdivia una banda de rock chileno llamada Sexual Democracia. Entre sus temas más escuchados se ponía en el centro uno de los conceptos que durante esta semana ha estado en el tapete en nuestro Ñuble: hablamos de la "regionalización". En una de sus frases mostraba precisamente una realidad que actualmente no es tan ajena, es decir, que la "regionalización" más que ayudar al desarrollo equitativo del país, se ha transformado a lo largo el tiempo en una "linda realidad en el mapa".
En un país donde "pagamos los impuestos y nos llegan recortados los presupuestos", y en donde "si uno pide explicación", se justifica todo "por la regionalización", como dice el polémico tema, se da cuenta de lo que en realidad ha significado esta manera de organización. La frase "regionalización, una linda verdad en el mapa", hace eco de una realidad en donde en este sistema político y administrativo las cosas aún permanecen centradas en las grandes capitales, olvidándose de las pequeñas ciudades que muchas veces son "desfavorecidas" con los pocos recursos existentes, lo que atenta contra el desarrollo del país y de sus habitantes. No puede ser que por ejemplo, por razones más bien ajenas a la realidad, muchas de nuestras pequeñas comunas no cuenten todavía con algunos elementos que son básicos para la vida de las personas.
Si la finalidad de la regionalización es el desarrollo "equitativo y solidario" entre las regiones, provincias y comunas, sobre todo en la distribución de los recursos, en el avance en los sistemas administrativos, en el sistema de salud, la educación, la cultura y el deporte, en el mejoramiento de recursos básicos, etc., entonces en un corto plazo estos serán el mejor indicador a la hora de medir y evaluar la puesta en marcha y caminar de nuestra nueva región.
Es de esperar que lo que se quiere y se ha soñado para Ñuble, se haga evidente en el corto y largo plazo. Será nuestra tarea, y no sólo la de los empresarios, de los comerciantes y de las autoridades, que la región de Ñuble sea en la práctica "una realidad", más aún si hemos sido parte de esta iniciativa y nos hemos comprometido a llevar adelante este gran proyecto, especialmente en beneficio de los más necesitados de nuestra región.
Pbro. Héctor Aranda Mella. Licenciado en
Comunicación Social Institucional. Obispado de Chillán.