Crónica Chillán
A penas llegó a Chillán la tarde del jueves, el sacerdote Sergio Pérez de Arce se reunió de inmediato con el exobispo de la diócesis de Chillán, Carlos Pellegrin, para comenzar a indagar y conocer desde adentro cómo funciona la Iglesia Católica en la región de Ñuble. Ayer por la mañana, sostuvo una reunión con los sacerdotes que componen la Diócesis, y tras la rueda de prensa oficial de su presentación, el prelado perteneciente a la congregación de los sagrados Corazones, visitó a los fieles en la Catedral de Chillán, donde fue recibido entre aplausos.
Pérez de Arce llega con la misión de recuperar la fe en la Iglesia Católica, y de paso, "sanear" la diócesis de Chillán. "Uno cuando llega a una diócesis debiera entrar en todas las tareas pastorales y apostólicas, pero obviamente el tema de la crisis de la iglesia y el manejo de los abusos requiere de una atención especial hoy en día para que la gente, la comunidad y el pueblo de Dios sienta que estamos abordando estas temáticas con verdad, transparencia y búsqueda de la justicia", dijo en su primera presentación ante la comunidad.
El sacerdote, oriundo de Valparaíso, indicó que de momento no tiene medidas concretas para levantar la alicaída diócesis de Ñuble, pero sí inició una serie de reuniones para conocer en detalle la situación y buscar los mecanismos para salir de esta crisis.
"Me empiezo a reunir con los equipos, con el consejo de prevención, hay una toma de posesión interna y a medida que me vaya entrevistando con la gente, iré viendo qué medidas vamos a tomar. Por ahora escuchar, y hay investigaciones en curso y ellas deben seguir su proceso, algunas están en la Santa Sede y estamos esperando una respuesta, y primero debo conocer esos casos", enfatizó.
En su cita con los sacerdotes de Ñuble, el nuevo administrador apostólico conoció de primera fuente el sentimiento de dolor que tienen ante esta serie de cuestionamientos a la Iglesia Católica. "Los sacerdotes, como es obvio, están bien cansados y afectados por todo lo que estamos viviendo. Ellos sufren de manera especial el impacto de esta crisis y los cuestionamientos, se sienten cuestionados, pero también están con esperanzas que podamos caminar y superar este tiempo. Es importante que luchemos todos y busquemos la verdad, transparencia y justicia en un diálogo en que todos debemos participar", argumentó el sustituto temporal del obispo Pellegrin.
De puertas abiertas
Pérez de Arce reconoce que viene a "servir" a Chillán, y en su misión encomendada por el Papa Francisco está el recuperar la fe y confianza en la Iglesia Católica. Para ello, asegura, es necesario escuchar a todos, por ello tendrá una política de puertas abiertas en el Obispado.
"Soy un sacerdote que vengo a servir a esta iglesia, me interesa escuchar, alentar, acompañar. Mis puertas están abiertas. Hay que escuchar a todos, a los sacerdotes, laicos, comunidades y a partir de lo que ellos me vayan comunicando, ir acompañándolos fundamentalmente para mantener nuestra fe y esperanza en estos tiempos que no son fáciles", sostuvo el sacerdote.
El religioso también envió un mensaje a los afectados por abusos en la iglesia. "Decirles que estamos avergonzados, sabemos que hemos hecho muchas cosas mal, que muchas veces hemos omitido acciones, no actuamos prolijamente ante las denuncias. Por eso una vez más una petición de perdón y el compromiso de escuchar, acoger y hacer todo lo posible para que también puedan haber caminos de reparación. Las víctimas deben hacer caminos de reparación, pero deben ser ayudados o ayudadas por nosotros, la iglesia misma", argumentó.
Finalmente añadió que envía "una palabra de aliento para aquellos que han perdido la confianza en la iglesia o se han escandalizado gravemente por nuestros delitos, errores y omisiones. Conducidos por el Papa Francisco estamos buscando caminos de reparación y cambios para construir una cultura del cuidado y protección".
En su cargo, el administrador tiene las mismas atribuciones que el obispo, pero no puede cumplir algunos sacramentos propios que otorga ese grado eclesiástico. Permanecerá de forma interina.
"Soy un sacerdote que vengo a servir a esta iglesia, me interesa escuchar, alentar, acompañar"
Sergio Pérez de Arce Administrador Apostólico, de la Diócesis Chillán."