A preocuparse hoy por el déficit hídrico
A la fecha, las cifras proyectan un verano seco y con problemas de disponibilidad de agua para consumo. Ñuble debe ocuparse hoy de gestionar soluciones de largo plazo.
Pese a que constituyeron el dolor de cabeza de los fonderos y ramaderos de prácticamente toda la Región de Ñuble, las precipitaciones caídas en la última semana no lograron revertir meses de ausencia de agua en gran parte del territorio, justo cuando comienza el periodo primavera-verano que se caracteriza por temperaturas más elevadas y mayor dificultad de acceso al elemento vital. En lo anterior coinciden las mediciones que han realizado la Dirección General de Aguas (DGA) como las Juntas de Vigilancia de los ríos Ñuble e Itata, con lo cual se proyecta un panorama complejo para los próximos meses, tanto en la disponibilidad del líquido para consumo humano, como para el riego agrícola.
Según el último informe de Meteorología, en Chillán el déficit de agua caída alcanza un 41% respecto de un año normal. En tanto, la DGA da cuenta de un déficit de precipitaciones de un 35,6%, lo cual se suma al menor caudal registrado en los afluentes de los ríos Ñuble e Itata, con un 41%, 45% de déficit respectivamente. Más esperanzados se muestran los regantes del Canal Laja-Diguillín, gracias a los buenos niveles de agua que acumula el lago Laja gracias al convenio entre la DOH y Enel Generación Chile S.A. y que regula el uso del recurso.
Desde 2010 a 2015, Chile ha enfrentado una ininterrumpida secuencia de años secos, con déficits de precipitación anuales que van de un 25 a 45% en la zona central. Sólo el año pasado 56 comunas se encontraban con decretos de declaración de zona de escasez vigentes por parte de la Dirección General de Aguas y desde el año 2008 un total de 75 de las 101 cuencas hidrográficas de Chile han sido decretadas en escasez.
Hoy comunas como San Carlos, en la Provincia del Punilla, tiene -según cifras municipales- a un 60% de su población rural con problemas de abastecimiento de agua. Frente a este problema, una medida innovadora ha sido la de licitar la compra de equipos tecnológicos de análisis de aguas superficiales y subterráneas, de tal modo de poder determinar con certeza los lugares donde existen napas con disponibilidad y así postular a fondos del Estado para la construcción de pozos y generar proyectos de Agua Potable Rural. Pero parlamentarios como el DC Jorge Sabag van aún más allá y abogan porque el gobierno introduzca nuevas tecnologías para generar represas que retengan el agua lluvia antes de que se pierda en el mar o generar plantas desalinizadoras para aprovechar el recurso costero. Sin embargo, la decisión de invertir debe pasar necesariamente por análisis técnicos de alto nivel, por lo cual se debe estudiar el nombramiento de un delegado de recursos hídricos que además gestione soluciones de largo plazo y con capacidad ejecutiva.